Image: Erres en el río de la historia

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Exposiciones

Erres en el río de la historia

El gran río. Resistencia, rebeldía, rebelión, revolución

27 abril, 2018 02:00

Fotograma del vídeo El gran río

Círculo de Bellas Artes. Alcalá, 42. Madrid. Comisarios: Lucía Jalón y David Sánchez Usanos. Hasta el 26 de agosto

Podría pasar desapercibida esta exposición sin préstamos, pero menuda pérdida. Está embutida en la sala que el Círculo de Bellas Artes consagra en Madrid al nombre de Minerva. A ella se llega de forma muy parecida a como en un templo se accede a la cripta, descendiendo; y nos reciben allí las cuatro erres (resistencia, rebeldía, rebelión, revolución), las cuatro formas que a la sazón se piensan en la Sala Minerva, para mostrarse, eso sí, insisto, cómo no, sin necesidad de préstamos. Y nadie saldrá de ese espacio subterráneo igual que llegó, sino enriquecido, pese a que la exposición no tenga objetos propiamente dichos.

Un completo ritual de iniciación se cumple para el visitante en este dispositivo expográfico compuesto de cuatro elementos complementarios que se estrenan en rigurosa primicia: un atlas, una intervención mural, una película y un catálogo. Se trata de un formato expositivo ideado con éxito por la casa que lo acoge. Hicieron experiencia de él en ocasiones anteriores, con la exposición Walter Benjamin. Constelaciones, programada en 2010 y producto itinerante después en Europa y América, y en 2016 con la muestra Pessoa/Lisboa, igualmente lograda. No es sencillo inventar un formato de exposición de nuevo cuño con un rendimiento tan rico como el que en estas entregas se demuestra. Llámese atlas en ellas, con literal deuda a Aby Warburg, al laborioso resultado de coleccionar centenares de textos y organizarlos según criterios temáticos aptos para establecer búsquedas diversas, de cuya intención surgen relaciones múltiples entre los contenidos en juego.

El gran río arrastra citas que van desde el Génesis a Erri de Luca, de Leonardo a Goethe y desde Hesíodo a Buenaventura Durruti. El visitante las explora navegando ese inmenso río literario ayudándose de los ordenadores instalados en sala. La intervención mural obedece a la noción de diagrama, al modo de los mapas críticos del artista Thomas Hirschhorn, donde un collage de recortes, apuntes y vectores que los relacionan como corrientes invitan a construir la representación ensamblando conocimiento sin ayuda de la gramática. En la feliz película realizada fluyen imágenes y sonido para componer un ensayo filmográfico, donde el cine, como nos han enseñado Basilio Martín Patino y otros, aporta discurso mediante el puro mostrar de lo que se resiste a ser narrado. Finalmente el catálogo de El gran río registra cuanto se expone en sala y aporta intención gramatical al proyecto mostrado con las contribuciones literarias de Lucía Jalón y David Sánchez Usanos, sus comisarios, y de otros intervinientes: Juan Barja, Patxi Lanceros y Georges Didi-Huberman.

Esos cuatro manantiales, pendants en la historia social de las observaciones de Leonardo en El libro del agua, alimentan el proverbial río escrito con cuatro erres, del que deriva como producto la estupenda película montada con fragmentos de muchas, y del que provienen como instrumentos las arcas flotantes que se disponen ante nosotros para dar continuidad a la reflexión de cuanto evoca una corriente inmensa que alcanza hasta el presente. Porque el collage del mapa conceptual creado es crecedero y el visitante virtualmente copartícipe de su prosecución. Y a las citas de Shakespeare y de Saint-Just, podría sumar otras del libro de Adalbert Stifter Libertad y masa o de los ensayos de Wilhelm Reich, o de otros. Desde luego, el visitante hará por responder a este convite a la participación reflexiva articulando discurso desde su entendimiento.