Botánicas

Real Jardín Botánico. Madrid. Comisario: Vicent Todolí. Hasta el 20 de marzo

La cultura está enraizada en la naturaleza. De ello hay dos pruebas en la frase anterior, sin ir más lejos. Muchísimas palabras tienen origen natural, son metáforas olvidadas que convierten hechos naturales en conceptos y abstracciones. Hasta ese punto la inteligencia de la especie humana ha sido moldeada por el medio en el que viene danzando desde hace 200.000 años. Nuestra relación con la naturaleza, a su vez, es también cultural –después de haber sido agrocultural, por así decir–. Además, en esa aproximación, se disuelven rápidamente las fronteras entre saberes científicos y humanísticos.

Las 5.000 láminas resultado de la expedición de José Celestino Mutis (1732-1808), uno de los mayores logros de la botánica española (más de 20.000 nuevas especies identificadas) son obras de arte y obras de ciencia a partes iguales. Me remito a Mutis y al lenguaje para encarecer la oportunidad de una exposición como esta de La Fábrica y Bombas Gens en el Jardín Botánico, dedicada a la fotografía de flores y plantas.

'Botánicas' propone un acercamiento a la obra de 14 artistas recordando que toda fotografía es una ficción

La fotografía constituyó un enorme avance de precisión en cuanto a la imagen botánica. Amplió el radio de lo que el hombre podía aprovechar. Pero esa voluntad de dominio nunca ha podido deshacerse del “ensimismamiento por la belleza de los motivos vegetales”, como se lee en el catálogo. De todo ello trata Botánicas, hasta donde yo sé, la primera dedicada a este tema que se ha realizado en nuestro país. Bien es verdad que parte de una colección de fotografías preexistente, la de la Fundación Per Amor a l’Art, lo que reduce drásticamente el foco. Me apresuro a aclararlo, porque de otro modo, la selección de Botánicas puede parecer arbitraria. No se trata aquí de una historia de la fotografía botánica, como pudo serlo Unearthed: Photography’s Roots (2021), en la londinense Dulwich Picture Gallery, que reunió 100 fotografías de 41 autores, desde 1840 hasta hoy. Esta es una colección de miradas sobre flores, plantas y árboles.

Pierre Verger: 'Togo', h. 1936

Botánicas propone que nos acerquemos a la obra de estos 14 creadores recordando que toda fotografía es una ficción. Que las diferentes miradas arrojadas sobre estas plantas las sacan de su posición natural para convertirlas en parte de un relato científico, ornamental, crítico o estético. Las imágenes hablan, por tanto, de su objeto y también de quien las realiza. Y de nosotros, que si nos acercamos a ellas es porque activan determinados campos de interés.

Desde que las vi por primera vez me fascinaron las fotografías de Karl Blossfeldt. Profesor de modelado en la Escuela de Artes Aplicadas de Berlín, las hizo para utilizarlas como modelos ornamentales con sus estudiantes. En sus fotos hay báculos de espárrago, verjas de helecho y cardos heráldicos. Imogen Cunningham consigue que todas sus flores parezcan enamoradas de quien las contempla, así de carnales y sonrientes se presentan. La asociación de flores y amor puede parecer tópica, pero es biológica. Lo que nos gusta de ellas no es su prodigioso sistema digestivo, sino sus órganos sexuales. Las flores son un esfuerzo por gustar, por conseguir compañía (por correspondencia, a través de pájaros e insectos) y procrear.

Todo esto, es inevitable, desemboca en el kitsch, lo cursi y otros desagües del gusto. Quizás es lo que quiere evocar Hans-Peter Feldmann en sus grandes fotografías de flores, con ese color a-todo-color de postal, que me recuerdan a la Marilyn de Warhol. O no desemboca y son las flores cansadas, violentas y ojerosas de Nobuyoshi Araki. Pero el idilio más evidente es el de Jonas Mekas, del que se muestran fotogramas de sus películas de flores. Habría sido bonito ver alguna de él, filmando un prado a gatas.

Me parecen divertidas y elegantes las composiciones de Mathieu Mercier: el ramillete y el pantone correspondiente, en un gesto simultáneo de pragmatismo y de romanticismo. En otro plano se sitúan las obras de Alessandra Spranzi. Mediante recortes en libros de botánica consigue una especie de collage combinatorio. Hay otras obras que me interesan menos: las de Richard Hamilton e incluso las del Albert Renger-Patzsch. En lugar de la característica limpieza de la Nueva Objetividad, que lideró, estas fotos resultan polvorientas y tentativas. Evocadoras son las imágenes de Juan del Junco y Pierre Verger, entre la antropología y el ensueño.