Hace 67 millones de años, el impacto de un asteroide gigantesco en Chicxulub, en la costa de México, oscureció los cielos y enfrió el planeta, matando a casi todos los dinosaurios. Solo un grupo de aves, descendientes directos de los dinosaurios, sobrevivieron, de todos los demás la historia está todavía reconstruyendo sus pasos.
"Los dinosaurios nos despiertan fascinación e inquietud porque son los animales que dominaron la tierra antes que nosotros", explica Isabel Fuentes, la directora de CaixaForum Madrid. Nunca llegaron a convivir con los seres humanos, pero sus fósiles son conocidos desde hace milenios. Las grandes investigaciones de la paleontología permiten reconstruir el mundo de los dinosaurios.
El paleontólogo Luis Carballido estuvo examinando durante más de tres años un fémur encontrado en la Patagonia Argentina perteneciente al dinosaurio más grande que haya poblado la tierra. Su réplica a tamaño real acaba de llegar a Madrid en la Fundación CaixaForum. La exposición Dinosaurios de la Patagonia es un viaje a la región Argentina de la era mesozoica para conocer de cerca a estos animales y podrá verse hasta el 6 de abril de 2025.
"La Patagonia es un lugar rico de fósiles de dinosaurios", explica Carballido, "fundamental para interpretar los ecosistemas donde vivían". La idea de la exposición es mostrar las principales etapas evolutivas de los dinosaurios. "Sabemos mucho y poco al mismo tiempo, porque son animales muy complejos".
13 reconstrucciones científicas de esqueletos de dinosaurios argentinos, huesos, dientes y diferentes tipos de fósiles. La exposición, desarrollada por el Museo Paleontológico Egidio Feruglio (MEF), ofrece la oportunidad de aproximarse al conocimiento de los dinosaurios y de un método científico con ciclos de conferencias, de cine y talleres durante todo el periodo. Una manera de acercar al ser humano a organismos que ya no existen.
El gran descubrimiento
Carballido cuenta que eran los inicios del 2013 cuando, en la provincia de Chubut (Argentina), descubrió el fémur y el húmero del Titanosaurio saurópodo. Con mucho cuidado consiguieron sacarlo del campo para poder analizarlo y profundizar en el gigantismo de algunas especies de dinosaurios. Encontraron más de 100 huesos de la pata vertical y, aproximadamente, 100 dientes de un dinosaurio que vivió hace 240 millones de años.
"El Patagotitan mayorum es el gigante más complejo", explica el mismo paleontólogo. El nombre se debe a la familia Mayo, por el apellido de los dueños de la finca donde fue hallado. Medía 38 metros de largo y se estimaba que pesaba en torno a 77 toneladas, el equivalente a 14 elefantes africanos. El cuello largo y el cráneo pequeño le permitieron alcanzar este tamaño. Por desgracia, no se puede saber el sexo de estos animales porque es una cuestión muy difícil y todavía no hay suficientes datos.
Sin embargo, el buen estado de conservación de los huesos y la cantidad de restos encontrados permitieron obtener una reconstrucción anatómica de esta criatura. Sus medidas lo convierten en el animal más grande que haya poblado la tierra.
La réplica a tamaño real se exhibe en la plaza pública de CaixaForum Madrid a la vista de todos los ciudadanos. El montaje estaba preparado para ser exhibido en un interior, por esto fue cubierto con una pintura especial para que logre conservar los colores y la forma. Carballido puntualiza que se puede observar que el fémur derecho de la réplica tiene los mismos quiebres del fémur original exhibido en el interior.
Los dinosaurios de la era mesozoica
Hace aproximadamente 230 millones de años la región de la patagónica era completamente diferente a lo que es hoy. A comienzo de la era mesozoica, los continentes del planeta estaban unidos en una sola masa de tierra, la Pangea. La Patagonia estaba entonces pegada a África. El paso de los siglos convirtieron esa zona boscosa en un lugar árido en que vivieron los dinosaurios.
En la exposición se pueden ver ejemplares pertenecientes a los tres periodos de la era mesozoica: Triásico, Jurásico y Cretácico. El recorrido empieza enseñando los dinosaurios más primitivos, Herrerasaurus y Eoraptorcon, dos modelos de esqueletos reales de 1 metro y 45 centímetros, 10 kilogramos cada uno.
En principio, cuenta el paleontólogo, se pensaba que los dinosaurios eran bípedos y herbívoros, pero analizando el esmalte de los dientes se descubrió que en realidad comían carne. El cambio de vegetación influía directamente en un cambio de la forma corporal de estos animales.
Entre los fósiles reales que se pueden observar de cerca se encuentran unas vértebras de un ornitópodos, los dientes de un aurópodos y numerosos fósiles de flora local. A través de los varios modelos se descubre el mundo de estos animales con sus diferentes características. Sus olfatos desarrollados y sus dientes en recambio constante, como los tiburones.
Un fémur de dos metros
La exposición combina impresionantes réplicas a escalas reales con los fósiles originales encontrados por Carballido. Los dos fémures, un húmero, un cubito y un radio del Patagotitan. "Son los mismos huesos que se usaron para hacer la réplica", explica el paleontólogo. 2 metros y 40 centímetros de fémur de 69 toneladas ocupan la sala de exposición, impresionando al público.
Entre otras réplicas se pueden observar el Tyrannotitan, un antecedente del Tyrannosaurus Rex, conseguía alcanzar una velocidad de 30 kilómetros por hora. El cráneo del Giganotosaurus con sus dientes originales y el Carnotaurus con las patas delanteras muy pequeñas, un cráneo fuerte pero ligero y una larga cola para mantener el equilibrio.
Al final, la exposición termina con los dinosaurios más pequeños del mundo. Los Manidens eran herbívoros, pesaban solo 1 kilogramos y medían 75 centímetros. Vivían hace 85 millones de años. A través del recorrido de la exposición se repasa la evolución de los dinosaurios que vivieron en la Patagonia, descubriendo el profundo trabajo de investigación que existe detrás de cada ejemplar.