Una imagen de 'Elden Ring'

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Homo Ludens

El papel de George R.R. Martin en la fascinante narrativa de 'Elden Ring'

La reciente expansión 'Shadow of the Erdtree' recontextualiza las motivaciones de los personajes principales y elabora un discurso crítico sobre el concepto de tiranía benéfica.

18 julio, 2024 01:43

Shadow of the Erdtree puede que sea técnicamente una expansión, pero la recepción crítica ha sido tan impresionante que en diciembre, cuando se revelen los nominados a juego del año, no sorprendería a nadie que apareciera en la lista e incluso que se acabe alzando con el premio.

From Software ha dedicado más de dos años a su producción y aunque defiendo que habría sido mejor presentarlo como una secuela independiente por cuestiones de equilibrio de diseño jugable, la verdad es que su faceta narrativa ayuda a recontextualizar los eventos principales que marcan la historiografía interna de Las Tierras Intermedias.

Elden Ring es un juego peculiar porque surge de la colaboración entre dos creativos de muchísimo éxito: Hidetaka Miyazaki y George R.R. Martin. Sin embargo, desde el mismo momento del lanzamiento original surgieron muchas dudas sobre el alcance real del trabajo del escritor americano o si todo respondía a una hábil campaña de marketing. Es innegable que su nombre arrastra un peso específico en la cultura popular pero hay pruebas suficientes para certificar su implicación directa en el proyecto.

Elden Ring, en esencia, es la crónica de una guerra fraticida, muy en la línea de La Casa del Dragón, la precuela sobre la guerra civil de los Targaryen que ahora mismo está emitiendo su segunda temporada en Max (antes HBO). El giro es que los contendientes no son meros señores feudales con ansias de poder, sino semidioses con poderes extraordinarios que se manejan en un mundo donde confluyen religiones y fuerzas preternaturales ignotas.

El dramatis personae no es ni de lejos tan extenso como en las novelas de Martin, pero resulta fundamental entender el árbol genealógico básico. La reina Marika produce tres vástagos con su primer marido, Godfrey: Morgott, Mogh y Godwyn. Con su segundo marido, Radagon, tiene otros tres: los mellizos Malenia y Miquella por un lado y Messmer El Empalador por otro.

Es bastante probable que Melina sea también fruto de esa unión, pero su conexión es más difusa. Previamente, Radagon había tenido con su primera esposa, Renalla, también descendencia: Radahn, Rykard y Ranni. Si todo se antoja un barullo complejo, la guinda del pastel es que Radagon y Marika son dos aspectos de la misma persona, llevando el recurso tan martiniano del incesto a una dimensión ontológica.

Shadow of the Erdtree se centra en las maquinaciones de Miquella El Empíreo para ascender a la divinidad y a partir de aquí vamos a entrar en spoilers concretos sobre la historia. Mientras su hermana Malenia había sido maldecida con la podredumbre escarlata (una aflicción de orígen alienígena que conecta con el aspecto de terror cósmico que vertebra la mitología), Miquella sufría de una eterna juventud que lo hacía parecer un joven afeminado.

En el juego base, llegamos a conocer buena parte de su biografía y sus movimientos. Cómo estableció un refugio en el extremo norte de Las Tierras Intermedias para los albinauricos, el Árbol Hierático, y cómo fue secuestrado por Mogh para iniciar una dinastía en su palacio subterráneo. Es ahí precisamente donde se encuentra el punto de acceso de la ascensión.

Tras matar a Mogh, podemos ver al fondo un capullo enorme en el altar y un brazo desecado que sobresale. Leda nos invita a tocarlo y al hacarlo somos transportados al Reino de las Sombras, una comarca separada físicamente y espirtualmente de Las Tierras Intermedias donde Messmer ha llevado a cabo una purga desde tiempo inmemorial en nombre de su madre, Marika.

En el Reino de la Sombra, Leda capitanea un grupo de seguidores de Miquella que buscan rastrear sus pasos. Son personajes de facciones muy diferentes y enfrentadas entre sí pero que demuestran una devoción sobrenatural hacia el Empíreo. No es hasta que llegamos al umbral de la Fortaleza Oscura, en cuya cúspide aguarda Messmer, cuando un temblor sacude toda la zona y nos enteramos de que Miquella ha descartado su runa, el trozo del Elden Ring que le otorgaba su particular poder. A partir de ese momento, todo cambia.

Leda se muestra mucho más paranoica y empieza a preguntarse qué hace en sintonía con gente tan dispar, llegándote a preguntar si debería asesinar a alguno de ellos. Todos parecen confundidos, como si hubieran salido de un estupor antinatural. Examinando documentos de la biblioteca del Almacén de Especímenes, Ansbach nos informa de que los restos de Mogh fueron sustraídos de su palacio tras derrotarle y que algo están haciendo con ellos.

Todo se termina aclarando cuando confrontamos a Messmer y obtenemos su llama para quemar el árbol que nos granjea el paso a Enir-Ilim, el castillo que asciende a los cielos. Arriba del todo aguarda el portal donde Miquella busca convertirse en un dios todopoderoso para poder iniciar su Era de la Compasión. Y Radahn resucitado como su consorte prometido.

El Radahn al que nos enfrentamos al final de Shadow of the Erdtree es el jefe más difícil del juego con muchísima diferencia. No es la versión mermada que marca el ecuador del juego base, sino un semidios en pleno uso de sus facultades y en su apogeo marcial. En un combate durísimo que nos lleva al límite.

Cuando su barra de vida desciende al 60% salta una cinemática donde Miquella se encarama a su cuello y le concede nuevos poderes y movimientos. El más letal de ellos es un abrazo donde Miquella nos coloca un encantamiento y nos susurra: “Un viaje de mil años guiado por la compasión”.

La única manera de librarnos del encantamiento es con la runa descartada de Miquella (si la hemos encontrado durante nuestra exploración del Reino), pero si no lo hacemos y nos vuelve a abrazar, nos “arrebata el corazón” y caemos rendido sus pies, completamente obnubilados por su magnificiencia. El primer devoto de su imperio. En términos jugables es una muerte súbita y vuelta a empezar, pero en términos narrativos recontextualiza todo.

Hasta el momento, Miquella aparecía como una víctima seráfica de fuerzas corruptoras como Mogh, pero en realidad, su secuestro no era más que una parte de un plan elaborado para acceder al Reino de las Sombras y utilizarle para poder resucitar a su consorte prometido para el ritual de apoteosis.

Miquella encapsula el concepto de tiranía benéfica, de una dictadura que se establece por el bien de unos súbditos que sin la guía de un ser superior acabarían destruidos en guerras intestinas en el colapso total de la sociedad. Es el sacrificio de la libertad en aras de la seguridad, de la adoración al líder mesiánico en vez del pensamiento racional.

Las intenciones de Miquella son puras en un mundo devastado por una guerra interminable, pero a la postre no hacen más que reiniciar el ciclo, ocupando el puesto de su madre Marika como señor de Las Tierras Intermedias. Las comparaciones con Daenerys de Juego de Tronos y su revelación última como dictadora fascista en la última temporada son inevitables, revelando la mano de Martin en la ficción más allá del concepto de parientes con nombres similares enfrascados en una pugna por el poder.

'Elder Ring'

'Elder Ring'

Elden Ring tiene una dimensión mucho más simbólica y espiritual que Juego de Tronos, pero sus aspectos de terror conectan con las primeras novelas de Martin, las que escribió mucho antes de meterse de lleno en Westeros. Miyazaki buscó su colaboración por obras como Sueño del Fevre o Nómadas Nocturnos tanto como por su extraordinaria capacidad para construir mundos definidos que demostró en su franquicia estrella.

Es muy difícil de saber a ciencia cierta si todas las revelaciones de Shadow of the Erdtree ya estaban en el trabajo que Martin entregó al estudio japonés hace años, pero desde luego conectan de lleno con su sensibilidad y sus reflexiones acerca de la naturaleza corruptora del poder, también ante personajes heroicos.

La forma de contar la historia que tiene el juego no tiene nada que ver con la exposición narrativa más propia del cine o la televisión. Es más bien un puzle que hay que trabajar, pero todas las piezas están allí.

Hay youtubers como Vaativydia que hacen videos esplendorosos desgranando cada detalle de la ficción y exponiendo teorías más o menos arriesgadas. Se ganan muy bien la vida (decenas de miles de dólares al mes entre sus 3 millones de suscriptores, su abultado patreon y su merchandaising) y son tan populares que se ha extendido la idea de que son fundamentales para entender las obras de From Software y que sin ellos los juegos son un enigma indescifrable. Y no es así.

La mitología, las complejas relaciones entre los personajes y sus motivaciones escondidas hilan un panorama fascinante que saca, en este caso, lo mejor de George R. R. Martin y lo mejor de Hidetaka Miyazaki.

Rosa Regàs. Foto cedida por la editorial Navona

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