El texto de Pablo Fidalgo es una obra de teatro, titulada O estado salvaxe, que tal como aparece aquí puede leerse también como si fuera un poema. La obra consta de dos partes: una primera en la que Fidalgo se mete en la piel de su abuelo tomando como excusa unas películas caseras, y la segunda, un monólogo puesto en boca de la abuela del autor. En escena, Fidalgo recita la primera parte y la abuela misma la segunda. En otra obra que también se incluye en este volumen, ¿Qué hacen a esta hora los coroneles? refiere la experiencia vital del propio Fidalgo, y bien puede leerse como complemento o expansión de buena parte de su obra en verso. Lo mismo ocurre con Persona non grata.
La confrontación entre la experiencia de ambos abuelos es especialmente interesante por cuanto Fidalgo toma deliberadamente partido por la figura de su abuela. Fidalgo presta especial atención a la figura femenina y de algún modo se identifica más (o busca identificarse más) con sus padecimientos. Fidalgo afirma haber construido la pieza después de largas conversaciones con su abuela, así que no es de extrañar que esa sea la perspectiva. Entre los textos que acompañan el volumen hubiera sido interesante incluir la transcripción de las opiniones de la abuela sobre la obra, qué piensa sobre cómo lo que se supone que es su experiencia acaba representada por ella, pero escrita por su nieto.
Lo más interesante de los textos de Fidalgo es cómo se reconstruye la memoria familiar, con una cierta voluntad no sé si de ajustar cuentas, pero sí de repartir responsabilidades. El estilo es el mismo que conocemos de la poesía de Pablo Fidalgo: desbordado como un largo monólogo más interesado en no dejar un meandro de su discurso sin explorar que de darle forma cerrada. A veces peca de explicar demasiado su propia experiencia hasta el más mínimo detalle insignificante (“Estoy agotado de haber hecho este trabajo”, comienza diciendo el prólogo, como si uno esperase otra cosa) y en general da la sensación de que un buen trabajo de poda hubiera mejorado algunas partes del texto. El ansia de Pablo Fidalgo por comunicarlo todo choca a veces con la resistencia del espectador o el lector a saberlo todo: no todo es interesante sólo por ser verdad. Sin embargo, este es el estilo de Pablo Fidalgo, y el resultado es casi siempre revelador e iluminador, y merece la pena tomarlo con todo, tal cual es.
Todos los textos que acompañan a sus obras son sin duda interesantes, pero merecela pena destacar el ensayo de Olga Novo titulado “Intrahistoria del amor” y que merecería edición exenta y que resulta un texto revelador no sólo para profundizar en los textos de Fidalgo sino en la propia obra de la poeta gallega. Comienza con una “Intrahistoria de los míos”, que es un repaso a su propia biografía y a la de su familia, antes de pasar a la obra de Fidalgo.
Un libro, en definitiva, interesantísimo desde todos sus ángulos, piedra miliar de la obra de Pablo Fidalgo, uno de los más interesantes autores jóvenes, uno de los escritores de cualquier edad a los que merece ahora mismo seguir la pista en las Españas.
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Un día mi marido compró el proyector y una película
La vimos esa misma noche y le gustó tanto
Que al día siguiente ya tenía la cámara
Yo era como una actriz entonces
Ahora todas esas imágenes hablan de la muerte
Hablan del paso del tiempo
Hablan de la desesperación salvaje
Con la que algunos hombres se agarran a la vida
Esas imágenes ahora se me vuelven violentas
Porque si las miramos atentamente
Podemos encontrar en ellas todas nuestras frustraciones
Entendéis lo que quiero decir ¿verdad?
En ese intento de acto de amor
Se ve la incapacidad natural de cualquier ser humano
Para amar durante mucho tiempo
Las imágenes eran muy poderosas en la dictadura
En un tiempo de silencio las imágenes
Se vuelven subversivas muy fácilmente
(…)