[caption id="attachment_952" width="540"] IV gala de los Premios Ceres, en el Teatro Romano de Mérida[/caption]

La clausura del Festival de Mérida es un momento privilegiado para conocer las nuevas producciones teatrales que se avecinan de cara a la nueva temporada. Ayer un buen número de artistas del panorama nacional se dieron cita en la entrega de los Premios Ceres en el teatro romano, en una gala que fue retransmitida por TVE, y a cuyo término hubo ocasión de charlar en el peristilo del anfiteatro con algunos para conocer los trabajos que preparan.

La de anoche fue la cuarta gala que se celebra en Mérida y puso punto final a la 61 edición del Festival, con un lleno absoluto del teatro. Tuvo también su momento político porque entre sus asistentes estuvo el nuevo presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández-Vara. El mandatario había manifestado días antes que ésta seria la ultima gala que se celebraría, pues su organización, financiada por la Junta, tiene un coste desproporcionado, 600.000 euros. Ayer, sin embargo, parece que había reconsiderado su opinión cuando dijo: "el año que viene nos vemos aquí". El nuevo gobierno de izquierda barrunta la idea de buscar patrocinadores privados que la costeen. El director del Festival, Jesús Cimarro, no lo ve tan fácil.

Presentada por Carlos Sobera, la gala estuvo amenizada por José Mercé y Luz Casal, amén de un dispositivo escenográfico, llamado mapping, que proyecta sobre el edificio romano colores e imágenes con un toque naif. Antes de la entrega de los premios (que reconocen los mejores trabajos teatrales de la temporada anterior) el momento mas emotivo llegó con el recuerdo de los artistas que se han ido, especialmente cuando apareció la imagen de Lina Morgan, suscitando un fuerte aplauso de los asistentes y que las gradas se iluminaran con miles de lucecitas.

Otro gran momento fue el protagonizado por José Sacristán, Premio Emérita Augusta a toda una vida en el teatro, que recibió el galardón de manos de Concha Velasco, su pareja artística en tantas películas y también en producciones teatrales. El actor reveló que fue precisamente en Mérida donde su carrera dio un vuelco, cuando conoció en este escenario al director José María Morera, a quien le dedicó el premio: "Estaba en la compañía de José Tamayo y hacía siete papeles por 30 duros". Recordó las miserables condiciones en las que entonces se trabajaba, durmió su primera noche en un banco de la plaza de la ciudad hasta que le dieron asilo en un colegio de monjas. Gracias a Morera, volvió a Madrid y pudo estrenar La pulga en la oreja, de Feydeau, que encaminó su carrera. En línea con otros intervinientes que le precedieron y que criticaron la política fiscal del Gobierno, el actor cerró su intervención diciendo: "La necedad es homicida, yo pienso también que es culturicida. ¿Hasta cuándo este necio culturicidio?

Sacristán rueda en estos momentos en Santander la que será la primera película del director teatral Miguel del Arco, Las Furias, y prepara para la próxima temporada el último texto de David Mamet, China Doll, que estrenará en Broadway en noviembre Al Pacino. La obra trata sobre un hombre rico que va a casarse con una joven mujer y decide regalarle una avioneta. Estará dirigida por Juan Carlos Rubio y su estreno está previsto en el Lope de Vega de Sevilla para el próximo año.

También Concha Velasco tiene ya nuevo personaje para la próxima temporada, nada menos que Juana la Loca, en un monólogo que ha escrito para ella el dramaturgo Ernesto Caballero y en el que revisa la leyenda que se ha transmitido de la reina, pues la presenta como una mujer culta, que hablaba varios idiomas, pero manipulada por su entorno. Esta producción será ocasión para que la Velasco trabaje por primera vez con el director Gerardo Vera.

Otro de los espectáculos más esperados de la próxima temporada es la nueva producción de Kamikaze, Premio Ceres a la Mejor Trayectoria teatral. La empresa de Miguel del Arco y Aitor Tejada prepara Hamlet, que será protagonizada por Israel Elejalde, y que contará también con Carmen Machi.

Aitana Sánchez-Gijón, Ceres a la Mejor Interpretación Femenina por Medea, abre temporada en La Abadía con esta obra. Por su parte, Pedro Casablanc, galardonado con el de interpretación masculina por Los cuentos de la peste y Hacia la alegría, repondrá Ruz-Bárcenas y volverá a Francia para rodar una serie de televisión. El actor ha sido muy bien acogido en el país vecino desde que hace tres años estrenara con Peter Stein un texto de Labiche.

Este año el Ceres al mejor autor recayó en Alberto Conejero por La piedra oscura, pieza que reconstruye los últimos días del amante de Lorca. Conejero tiene una agenda apretada: prepara un versión libre de Rinconete y Cortadillo para la compañía Sexpeare, que dirigirá Salvador Bolta; colaborará con La Joven Compañía en una adaptación de La Odisea; para el director Luis Luque escribe una obra a partir de El arte de amar y Remedios de amor, de Ovidio; y retomará el montaje que estrenó con otros autores en el Frinje, La mujer del monstruo.

Por último, Mariano Marín, Premio Ceres a la Mejor Composición Musical, trabaja ya en La flaqueza del bolchevique, de Manuel Rivas, que protagonizará Adolfo Fernández; lo último de Chirigoticas, Juanita Calamidad, de Antonio Álamo; y el espectáculo de danza de Chevy Muraday sobre Santa Teresa.