[caption id="attachment_1320" width="560"] Ingmar Bergman (izda) y Federico Fellini (dcha) anunciando su proyecto para realizar una película conjunta con Kurosawa[/caption]
Ingmar Bergman dirigió el teatro nacional de Suecia, conocido como el Dramaten, durante cuatro años en los años sesenta, periodo en el que se preocupó por mejorar las condiciones de los actores del elenco estable y abrir los ensayos al público, entre otras cosas. Hoy sus obras están incorporadas a su repertorio al mismo nivel que las de Strindberg o Ibsen. Pero el teatro lo ha convertido además en argumento de un festival que organiza desde 2009, confirmando así la magnitud de un autor de gran proyección internacional que en menos de 50 años es ya un clásico de la dramaturgia sueca.
Del 24 de agosto al 4 de septiembre, el Dramaten celebra en Estocolmo el Ingmar Bergman International Festival, que acoge en sus diversos escenarios producciones de teatro contemporáneo nacionales e internacionales, tanto de obras del célebre autor y director como de otras inspiradas en las temáticas que le identifican. Se programan producciones teatrales, pero también conferencias, encuentros con el público, ensayos abiertos, emisiones radiofónicas... Y este año el invitado protagonista es el escritor israelí David Grossman, del que el teatro ha adaptado para la escena su novela Falling Out of Time.
Hace poco más de un año la Fundación Bergman encontró entre los archivos del director un guión cinematográfico manuscrito e inédito, del que no se tenía noticia: 64 minutos con Rebecka había sido escrito para una película en la que Bergman iba a participar junto con Akira Kurosawa y Federico Fellini. ¡Menudo trío! Iba a ser una película de esas que contenían tres mediometrajes, un formato que se puso de moda en los 70 y que no tuvo mucha fortuna, por lo que dejó de hacerse. Ahora el guión va a ser radiado el próximo otoño por la Sveriges Radio, pero actores del Dramaten ofrecerán una lectura a modo de anticipo dentro de las actividades del Festival.
No se conocen bien las razones que impidieron a este trío de ases continuar con la película. Kurosawa se apartó pronto del proyecto y Fellini no llegó a escribirlo. El guión de Bergman data de 1969 y el argumento gira en torno a una profesora que trabaja en un instituto para sordomudos. La historia teje encuentros de adolescentes ofendidos, orgías sexuales y escenas de lesbianismo, en un contexto social de huelgas como telón de fondo.
En esta edición el Ingmar Bergman International Festival reúne nuevas producciones propias de textos de Bergman que pondrá en pie el Dramaten, pero también otras piezas escritas por dramaturgos actuales inspiradas en su obra. Es el caso de The House At The End Of Night, una obra escrita y dirigida por el alemán Sebastian Hartmann en la que ha convocado a personajes y escenas de algunas de sus piezas de teatro y películas más célebres: Secretos de un matrimonio, Sonata de otoño, Fany y Alexander, La linterna mágica, Gritos y susurros, De la vida de las marionetas... El director alemán pasó una temporada viviendo en la casa en la que Bergman se recluyó al final de su vida en la isla de Farö, buscando el aislamiento total.
Una de sus películas más experimentales, Persona, inspira dos obras de estilo performativo: Persona, persona, persona..., un proyecto dramático que ha reunido a tres performers (Dimen Abdulla, Bahar Pars, Nanna Blondele) para escribir una pieza que no estrenarán hasta 2018, pero que quieren contrastar con el público en esta edición. Deformed Persona, escrita por Mattias Andersson y con poemas de su herma Ylva, que sufre esclerosis múltiple. La relación de dependencia de una persona con esta enfermedad y su cuidadora centra el argumento de la pieza.
Por otro lado, el director del Dramaten, el noruego Eirik Stubø, dirige la adaptación para las tablas de Las mejores intenciones, la hermosa película sobre la vida de los padres de Bergman; y el Deutsches Theater de Berlín presentan Sonata de otoño. Los belgas Tg Stan llegan con dos piezas del director: Escenas de un matrimonio y Después del ensayo. Por su parte, Liv Ullmann, actriz y pareja durante un tiempo del director sueco, adapta a las tablas, en una producción del teatro nacional noruego, Riksteatret, Confesiones privadas, película que ella protagonizó.
La contribución internacional se completa con el montaje de Ricardo III producido por la Schaubühne de Berlín, dirigido por Thomas Ostermeier y adaptado por Marius von Mayenburg; el Toneelgroep de Amsterdam, que ofrece The Human Voice; el Teatro Stabile de Nápoles con Las hermanas Macaluso, dirigido por Emma Dante.
Mientras la nota extravagante la pone Salon Madame Nielsen, un formato en el que la actriz Madame Nielsen recibe a un grupo de invitados cada día en una habitación de un hotel para narrarles en canciones, poemas y relatos su experiencia migratoria. Y Wild Mind, una pieza documental en la que el dramaturgo Marcus Lindeen investiga sobre casos de personas obsesionadas con soñar despiertas, cuya imaginación es una máquina que nunca descansa.