Entre los escritores expertos en matemáticas siempre
brilla el británico Lewis Carroll (1832-1898). Las estudió a
conciencia e impartió clases en la Universidad de Oxford.
Además, el autor de Alicia en el país de las maravillas
(1865) escribió sesudos tratados matemáticos y se
divirtió con acertijos y pasatiempos divulgativos como los
contenidos en El juego de la lógica.
En 2012, se ha celebrado el centenario de la muerte
de Bram Stoker (1847- 1912), el creador de Drácula, la
novela que consagró la figura del vampiro transilvano y
su terrible historia de amor, sangre, muerte y cansada
inmortalidad.
Stoker estudió también matemáticas y puso en liza sus
conocimientos en un cuentecillo, que formó parte de su
primera colección de relatos cortos -escrita pensando en
su hijo Noel- y que ha editado Gadir con ilustraciones de
Eugenia Ábalos y traducción de Carlos García Simón.
El cuentecillo se titula Cómo el número 7 se volvió loco, y
tiene como protagonistas principales a un niño llamado
Tristón, un pájaro cojo llamado Señor Grajo y, por
supuesto, al número 7. Tres marginados.
Sí, porque el número 7 se pone de los nervios al darse
cuenta de que combina muy mal con el resto de los
números, al menos con los que van del 1 al 9. Remedando
un poco a Stoker, podríamos decir que el 2, el 4, el 6 y el
8 tienen muchas posibilidades de entenderse entre sí. El
6 también se entiende con el 3, quien, a su vez, congenia
con el 9. Al 5 le queda el consuelo de arreglarse con el 10,
pues es su mitad exacta. ¿Pero el 7? El aislado primo sólo
tiene como divisor a sí mismo y al 1, que es un número
que hace migas con todos los demás en algo.
El pobre 7 -número huérfano y sin parientes, dice Stoker-
se queja amargamente: “Imploro compasión para este
desamparado número. Oh, vosotros, niños y niñas,
pensad en este pobre y desolado número, que no tiene
casa, ni amigos, ni padre, madre, hermano, hermana, tío,
tía, sobrino, sobrina, hijo, hija o primo, y está desolado y
solo”.
¿Se queja el 7 de vicio? Quizás por ser tan desvalido
es uno de los números que siempre se citan como
preferidos, y siempre es uno de los más solicitados
por los jugadores de lotería. En la Biblia goza de gran
predicamento, y se ha hecho muy popular: las maravillas
del mundo, las artes, las vidas de los gatos, los días de
la semana, los pecados capitales, los sabios de Grecia,
los enanitos, los sacramentos, los magníficos las notas
musicales, los samuráis... 7.
¿De qué se queja el número 7?
2 enero, 2013
01:00