Image: Rodolfo Llinás

Image: Rodolfo Llinás

Ciencia

Rodolfo Llinás

“Sin realidad material no hay conciencia”

23 enero, 2003 01:00

Rodolfo Llinás. Foto: M.R.

El neurobiólogo Rodolfo Llinás (Bogotá, 1934), catedrático de la Universidad de Nueva York y director del proyecto Neurolab de la NASA, es una de las máximas autoridades mundiales en el estudio de la función cerebral. Sus conexiones con los recientes avances en genética y biología molecular, fisiología y biofísica celular, circuitos neuronales, farmacología y neurosiquiatría hacen que nos encontremos ante una de las etapas más optimistas en el conocimiento de un órgano que constituye "el parámetro más importante en la definición de la naturaleza del ser humano". Recientemente ha participado en el ciclo "La neurobiología en el siglo XXI" desarrollado en el Instituto Cajal (CSIC), donde abordó los mecanismos cognitivos del sistema nervioso.

-¿Son las investigaciones sobre la función cerebral el gran desafío de los avances científicos que nos traerá el siglo XXI? ¿Cuáles son en su opinión los principales aspectos de estas líneas de trabajo?
-Definitivamente, la investigación de la función cerebral es el desafío mas significativo de la ciencia actual. Esto es especialmente claro si aceptamos que el hombre es el epicentro de la actividad intelectual y que la aplicación del método científico es la única avenida para adquirir el conocimiento requerido. Las investigaciones sobre la función cerebral son necesarias para entender nuestra naturaleza. Se me ocurren en este momento tres puntos fundamentales para aclarar lo anterior. El primero sería que, comparativamente con otros animales, el cerebro humano es el parámetro mas importante en la definición de la naturaleza del ser humano. De tal órgano se genera no solamente la ciencia (matemática, física, etc.) sino además los valores tanto morales como materiales (valores como filosofía, arte, economía, política, etc.). En segundo lugar, podría hablarle de que la calidad de vida del hombre moderno va a depender más y más de la calidad del funcionamiento de su cerebro (educación, capacidad intelectual, salud cerebral, etc.). Y en último término, nuestra capacidad de prevenir o curar enfermedades neurosiquiátricas estará basada en tales estudios de la función cerebral.

-¿Puede decirse que el cerebro es el órgano menos conocido?
-Siendo como es el órgano más complicado en la biología y el sistema más complejo del universo conocido, la respuesta a esta cuestión que me plantea es que, por definición, es el menos conocido dado que el número de variables es el mayor.

-¿Cómo están afectando los avances científicos de los últimos años en el control de las enfermedades cerebrales?
-De varias maneras. La genética y la biología molecular nos dan un grado de conocimiento de detalle que es esencial si vamos a entender el sistema y para desarrollar terapéuticas moleculares. La fisiología celular y la de circuitos neuronales nos han enseñado, respecto a las propiedades dinámicas multicelulares, que producen una gran mayoría de los problemas neurosiquiátricos. La farmacología y el desarrollo de nuevas drogas para prevenir y curar enfermedades neurosiquiátricas (moduladores de transmisión sináptica, moduladores de los estados anímicos, anti-epilépticos, etc.). También podemos disponer de métodos de imaginología (diferentes tipos de escáner no invasivo) y de cirugía (tales como implantes, cirugía para tumores y también para estados neurológicos y psiquiátricos, entre otros aspectos.)

-Usted ha comparado en alguna ocasión el cerebro con un instrumento musical. ¿Qué características tienen en común?
-Partamos de la base de que el cerebro no es un instrumento musical. Esa es una metáfora. Cuando se dice que es como un instrumento musical se quiere indicar que tiene propiedades dinámicas, de generación, conducción y resonancia de oscilaciones que se asemejan en algunas propiedades a los instrumentos musicales, pero también a las dinámicas de la electrodinámica quántica o a la dinámica macroscópica de los sistemas de estructura disipativa.

La arquitectura del sistema
-¿Qué diferencia el cerebro del ser humano del resto de los animales?
-La diferencia más importante es la arquitectura del sistema y el número de elementos especializados en elaboraciones abstractas (lenguaje, ciencia, filosofía, política, arte etc.)

-¿Dónde vive entonces la conciencia? ¿Puede haber conciencia sin realidad?
-La conciencia vive en el cerebro del mismo modo que el movimiento vive en los músculos. ¿En qué músculo? En todos, y en la interacción entre ellos. De modo similar puedo contestarle a la pregunta relacionada con el cerebro. He de decirle que sin realidad no hay conciencia, si definimos como realidad el mundo que nos rodea. Sin este mundo de la realidad el cerebro no existiría pues es parte de ella. La conciencia puede existir sin que el mundo externo module la actividad cerebral por medio de los sentidos, como cuando elucubramos, recordamos o soñamos, lo que no requiere necesariamente una entrada sensorial.

-¿Es la inteligencia sólo un producto de la evolución?
-Desde mi punto de vista, la evolución interviene en dos sentidos: la biológica, que generó el cerebro, y la cultural, que aumentó sus posibilidades innatas.

-¿Podremos explicar el mundo desde el cerebro?
-El mundo sólo se puede explicar con el cerebro, la explicación es, en sí misma, una función cerebral.

-Si el cerebro es un simulador, ¿la realidad una proyección?
-El cerebro simula la realidad. Tiene que hacerlo porque el tamaño de la cabeza es pequeño comparado con el tamaño de la realidad. Allí sólo caben descripciones y no objetos.

-La hipótesis literaria de Calderón de que la vida es sueño, ¿cobra carácter científico analizando la estructura y funcionamiento del cerebro?
-Si por sueño se entiende construir una imagen, entonces la realidad es ésa. Tan cercana está la realidad de lo que vemos. Pues la realidad es una interpretación y por eso cuando cae un árbol en la selva, y no hay quien lo oiga, no produce sonido. El sonido es una interpretación que hace el cerebro de las vibraciones del aire producidas por el árbol que se derrumba.

-En sus estudios con la NASA, ¿que deducciones se pueden hacer ya sobre el comportamiento del cerebro en el espacio?
-El cerebro puede cambiar en ausencia de la gravitación si ese estado se prolonga lo suficiente. Esto será importante cuando empecemos a implementar viajes interplanetarios de larga duración, como el esperado viaje a Marte...