Image: John R. McNeill

Image: John R. McNeill

Ciencia

John R. McNeill

“La escasez de agua provocará conflictos internacionales”

3 julio, 2003 02:00

John R. McNeill

Conocer el pasado es el mejor modo de comprender el presente y quizá de predecir el futuro. John R. McNeill, profesor de Historia de la Universidad de Georgetown (Estados Unidos), ha rastreado la historia del hombre en su relación con la naturaleza y el resultado es Un lugar bajo el sol. Historia medioambiental del siglo XX (Alianza Editorial). Afirma el historiador norteamericano en esta interesante y original obra que el cambio medioambiental, por encima de guerras mundiales y la difusión de la democracia, será con el tiempo el aspecto más significativo de la historia del pasado siglo. El Cultural ha hablado con él sobre los principales problemas ecológicos que asolan la Tierra, el Prestige y la política medioambiental, entre otros temas.

-¿Cuáles cree que serán los principales retos para el ser humano, en su relación con el medio ambiente, en este próximo siglo?
-Aunque no tengo capacidad para predecir el futuro mejor que cualquier otra persona, creo que el mayor problema en los próximos cien años será la escasez de agua limpia y fresca. El agua sucia, residual, es motivo de serios y graves problemas para la salud. Hoy mata a millones de personas cada año, la mayoría niños. La combinación de diversos factores, como el crecimiento de la población, el aumento de riegos y, probablemente, el cambio climático, agudizará los problemas con el suministro de agua limpia en las tierras más pobres y secas. Pero todavía es posible que se produzca un cambio climático rápido, o un catastrófico colapso de la biodiversidad. Aunque estas posibilidades me parecen más remotas que los problemas, cada vez más intensos, que deparará a la humanidad la escasez de agua limpia. En estos tiempos que se teme por el agotamiento del petróleo, mucha gente ignora que las reservas de agua también corren peligro, y que es mucho más vital para el hombre que el petróleo.

-¿Cree que los problemas derivados de la escasez de agua tendrán efectos políticos?
-Con total seguridad. Como la lucha por el petróleo, la escasez de agua será motivo de conflictos politicos e internacionales entre naciones. Si el calentamiento global se produjera tal como pronostica la mayoría de los científicos, incrementará el problema al haber menos lluvias en regiones áridas y semiáridas.

-¿Cómo valora la actividad que realizan organizaciones ecológicas internacionales?
-En general, tengo un buen concepto de ellas. Probablemente Greenpeace sea un poco dogmática comparada con otros grupos y asociaciones medioambientales. Para mí es muy importante que organizaciones no gubernamentales tomen un papel activo en eventos públicos, porque los gobiernos y medios de comunicación generalmente están absorbidos por prioridades de mayor calado que el medio ambiente. El problema central que encuentro con las ONGs es su tendencia a exagerar los peligros y consecuencias en aras a recaudar más fondos para sus objetivos. En este sentido, en muchas ocasiones han abusado de la confianza, credibilidad y popularidad pública de la que gozan tirando piedras contra su propia integridad.

El gran obstáculo
-¿Y Estados Unidos? ¿Cree que su Gobierno está realmente comprometido con nuestro medio ambiente mundial?
-Actualmente, Estados Unidos es el gran obstáculo para una eficaz colaboración internacional, que resulta completamente necesaria en muchos temas. Esto se debe en parte a la posición ideológica de la actual Administración, pero su razón más profunda es su dependencia de un sistema económico que forma parte de un régimen energético muy intenso (que hace muy difícil la reducción del uso de combustibles y la emisión de dióxido de carbono, por ejemplo), así como la resistencia cultural a las regulaciones que históricamente tiene la sociedad norteamericana. La actual administración está muy involucrada en el sector económico de extracción de recursos energéticos, y por tanto está indirectamente "obligada" a deshacer muchas regulaciones medioambientales creadas durante los últimos treinta años. Pero en América, el Congreso y los Tribunales de Justicia también tienen su rol de influencia, y la Casa Blanca no puede conseguir todo lo que quiere sin el apoyo de estas instituciones.

El daño de China
-¿Qué país o continente ha sido más destructivo con el medio ambiente durante su historia?
-Es una pregunta interesante y muy difícil de responder. En el último siglo, concedería a la Unión Soviética este dudoso honor, debido a la escala de sus intervenciones en la ecología con el desastre de Chernobil, especialmente, y también por la absoluta indiferencia que han mostrado sus líderes por los daños medioambientales y el sufrimiento humano. Si tengo que referirme a toda la historia, entonces creo que nombraría a China debido a su récord de intensa agricultura, altos niveles de deforestación y riego y, más recientemente, de contaminación industrial.

-Dice en su libro que la causa principal del crecimiento moderno se debe al ingenio humano. ¿Cree que el ingenio humano también será capaz de cambiar el catastrófico destino al que parece que llevamos a nuestra planeta?
-Ciertamente, el ingenio y la capacidad creativa del ser humano es verdaderamente asombrosa, tanto en sistemas tecnológicos como, quizá algo menos, en cuestiones de organización social. Creo que vivir en armonía con los recursos de la tierra no está fuera del alcance de nuestro ingenio. Hay grandes obstácuilos, sin embargo, como los compromisos adquiridos, las inversiones realizadas, los acuerdos alcanzados, para los que ya no hay marcha atrás. Me gusta pensar que en los próximos cincuenta años tendrá lugar el gran examen, después del cual las presiones del crecimiento de la población seguramente se reduzcan, la era de los combustibles probablemente toque a su fin, y el daño general que hacemos al medio ambiente también disminuya paulatinamente.

-¿Ha cambiado su concepto del ser humano después de haber escrito este libro?
-Esta es otra pregunta interesante que nunca me había planteado. Creo que la respuesta es no. Quizá únicamente por mi experiencia con seres humanos durante décadas y porque he estado investigando sobre la historia medioambiental durante más de quince años antes de ponerme a escribirlo. Sí cambió mi concepto sobre otros asuntos, pero no sobre la naturaleza del ser humano.

-¿Cómo recibió las noticias sobre la catástrofe del Prestige? ¿Cree que la actuación de las autoridades españolas fue correcta?
-La catástrofe no tuvo una cobertura mediática muy amplia en la prensa norteamericana, aunque sí pudimos ver algunas imágenes dramáticas en televisión. Tengo la sensación de que no estoy bien informado sobre las dimensiones reales de esta catástrofe ecológica, pues desconozco el número de barriles de petróleo que se derramaron en el océano, si bien este dato es sólo una parte más del asunto, que serviría en cualquier caso para establecer un ránking. Si las autoridades españolas llevaron el asunto correctamente o no, es algo a lo que no puedo contestar, pues no conozco los detalles de sus actuaciones.

-Un reciente estudio realizado por destacados científicos asegura que actualmente estamos atravesando la mayor ola de extinción de animales desde los dinosaurios. ¿Qué puede señalar al respecto?
-La gran extinción de los dinosaurios tuvo lugar hace unos 65 millones de años y fue la quinta gran extinción en la historia de la Tierra, que tiene unos cuatro mil millones de años. Quizá ahora hemos entrado en la sexta extinción, que además sería la única causada por el comportamiento de una sola especie, es decir, nosotros. Nunca había ocurrido nada igual en la Tierra. La historia de la pérdida de biodiversidad (es decir, la reducción de especies en la Tierra) durante el último siglo, o incluso durante los últimos quinientos años, reafirma fuertemente este terror. En cualquier caso, el proceso todavía no está muy avanzado y es probable que no sea tan difícil invertir las fuerzas que actúan detrás de la reducción de la biodiversidad. Si el crecimiento poblacional se frena en los próximos 50 años y continúa el ritmo de urbanización, es posible. Por supuesto, es imposible dar marcha atrás en la pérdida de biodiversidad, pues la extinción es permanente. La mayor parte de la biodiversidad terrestre del mundo reside en los bosques tropicales, así que será en esas regiones donde se representará el drama. La explotación y el asentamiento de los bosques tropicales en el futuro serán con toda seguridad las variables decisivas.

Cambio climático
-¿Qué problema medioambiental es el que más le preocupa actualmente y por qué?
-Creo que el cambio climático y la reducción paulatina de biodiversidad, porque sus efectos son a gran escala. Son problemas que afectarán a toda la extensión del planeta Tierra y además por un largo periodo de tiempo. Con casi total seguridad, el cambio climático es algo que efectivamente está ocurriendo, y sin ninguna duda está motivado por el comportamiento y las acciones del hombre en la Tierra. Pero el hecho relevante es la velocidad a la que ocurre y la enorme dimensión de estos cambios. Históricamente, el clima ha cambiado ocasionalmente en lapsos de una o dos décadas, algo que si ocurriera otra vez sería catastrófico, especialmente para Europa. Pero nadie sabe realmente qué probabilidades hay de que un cambio semejante en el clima se produzca otra vez.

-Respecto a la extinción de las especies en la Tierra, ¿qué puede decir?
-Sin ninguna duda, la pérdida de biodiversidad también será un punto de inflexión ecológico gigantesco, si realmente llega a ocurrir. Es prácticamente imposible imaginar qué podría significar para el ecosistema terrestre, y para la sociedad humana, si un gran porcentaje de las especies de la Tierra se extinguen rápidamente, tal como algunos expertos predicen y según los datos que se coligen de la tendencia actual en la naturaleza.

-En este sentido, ¿cree que no hay marcha atrás y que el mundo, al ritmo de destrucción actual, está abocado a su extinción?
-De nuevo, es difícil asegurar la probablidad de que estos problemas se agudicen. Es mucho más probable que la escasez de agua sea cada vez mayor, pero éste es un problema de menor escala, tanto para la humanidad como para el resto de la vida en la Tierra.