Image: Salvador Moncada

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Ciencia

Salvador Moncada

“España necesita producir ciencia del más alto nivel”

12 febrero, 2004 01:00

Salvador Moncada. Foto: EFE

Salvador Moncada tiene su mirada puesta en nuestro país debido a su compromiso con el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares, del que es Consultor Ejecutivo. La institución, cuya sede definitiva se inaugurará este año, persigue la excelencia a través de la investigación y prevención de las enfermedades cardiovasculares. Moncada, uno de los científicos más influyentes del mundo, ha hablado con El Cultural sobre la situación actual de la ciencia española, de sus carencias y de su progresivo pero lento despegue.

Ser uno de los científicos más citados de la ciencia mundial es, para Salvador Moncada (Tegucigalpa, 1944), un auténtico motivo de satisfacción. Desde la dirección del Instituto Wolfson de Londres -labor que compatibiliza con la puesta en marcha del proyecto CNIC- ha puesto muy alto el listón de la investigación biomédica.

-A raíz de iniciativas como el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares, ¿cree que España está "despertando" de su letargo científico?
-Creo que sí. En la población en general hay conocimiento y sensibilidad suficientes para entender el desarrollo científico como importante. En el gobierno también existe comprensión de esta necesidad, pero todavía no se logran integrar los mecanismos necesarios para hacer el desarrollo científico viable. La inversión por investigador sigue siendo pobre comparada con el resto de países desarrollados. No hay un plan general que contemple la inversión creciente en ciencia y en tecnología a medio y largo plazo, ni un plan coherente de desarrollo de infraestructura científica. No existe tampoco un programa coordinado de formación de personal científico. Existen algunas iniciativas aisladas que debemos aplaudir, pero hace falta un diseño nacional que planifique dónde se quiere llegar en los próximos 10 ó 25 años.

-¿Qué siente al ser uno de los científicos más citados del mundo?
-Creo que el reconocimiento de la comunidad científica en general se expresa clara y honestamente en el número de gente que considera que debe citar tu trabajo para escribir el suyo. De eso me siento satisfecho.

Práctica clínica
-¿Cómo ve la relación actual entre ciencia y medicina?
-La aplicación de los conocimientos científicos a la práctica clínica siempre llega con retraso. Lo que estamos tratando desde el CNIC, es que la brecha entre la producción de conocimiento y su aplicación a la sociedad se cierre cada vez más, y la población se beneficie de los nuevos descubrimientos lo más rápidamente posible.

-¿Qué camino queda por recorrer en el estudio de las enfermedades cardiovasculares?
-Hay varios. Uno de los más interesantes es el de la determinación genética de la enfermedad cardiovascular. Entender por qué algunas personas tienen propensión a padecer enfermedades cardiovasculares y otras no. Hay otros relacionados principalmente con el tratamiento más eficaz de las enfermedades y, principalmente, con su prevención.

-¿Por qué son en la actualidad las patologías del corazón una de las causas principales de mortalidad?
-Porque el corazón, y el sistema cardiovascular en general, son el blanco de una serie de factores de riesgo de la vida moderna: la dieta, el tabaco, la vida sedentaria, el estrés, etc.

Excelencia y competitividad
-¿Qué claves ha de tener la excelencia científica en estos estudios?
-La única clave de la excelencia científica es la excelencia. La excelencia no se puede comprometer. España tiene que producir ciencia del más alto nivel, competitiva a nivel internacional.

-¿Qué importancia concederá el CNIC a la formación de nuevos valores? ¿Es fundamental para el futuro del centro?
-El CNIC tiene vocación de formación y de promoción de los talentos de investigación y de práctica clínica. Tenemos una serie de programas orientados a la formación de personal y uno especialmente innovador, el programa de contratos postdoctorales P3+3 que está orientado a formar personal en los mejores centros extranjeros e incorporarlos a España en las mejores condiciones para que puedan desarrollar sus carrera científica dentro del país.

-¿Qué avances biomédicos de los últimos años han sido determinantes para la salud humana?
-Hay varios, incluyendo los métodos de diagnóstico no invasivos, los nuevos medicamentos que controlan los niveles de lípidos en la sangre, los tratamientos cada vez más efectivos contra el cáncer y el tratamiento del SIDA con medicamentos combinados. Desgraciadamente muchos de estos avances se aplican fundamentalmente en los países ricos. Los países pobres están muy por detrás. Ahora bien, el avance científico más importante de los años recientes es seguramente el desciframiento del código genético. De esa información saldrán, en pocos años, avances biomédicos extraordinarios que, indudablemente, beneficiarán a la sociedad.

Herramienta fundamental
-¿Qué opinión le merece, a la luz de los últimos descubrimientos y debates jurídicos, el estudio con células madre embrionarias?
-Las células madre son una herramienta fundamental que no debemos dejar a un lado en un centro que pretende generar conocimiento para la mejora de la vida humana. Tomando en cuenta valores éticos elevados, plasmados en una legislación justa, este trabajo debe perseguirse. Dentro del CNIC se va a crear un grupo relevante para investigar en este tema.

-¿Cree que Europa está bajando progresivamente la guardia con respecto a la inversión en ciencia y tecnología?
-No creo que Europa esté bajando la guardia, pero debería invertir mucho más en ciencia y en tecnología y, al decir eso, hay que reconocer que el esfuerzo para España debe ser todavía mayor, ya que se encuentra a la cola de Europa.

-¿Considera una utopía que Hispanoamérica pueda llegar a niveles importantes en investigación?
-No, Hispanoamérica tiene talento y ha producido investigadores del más alto nivel. El problema de Hispanoamérica es la baja inversión debida a la falta de reconocimiento por parte de los gobiernos de que la ciencia es un motor fundamental del desarrollo.


Del Instituto Wolfson al CNIC
La relación de Salvador Moncada con España arranca en 2001, año en el que fue nombrado Consultor Ejecutivo de la Fundación Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares Carlos III (CNIC). La institución se constituyó formalmente el 25 de febrero de 1999 con la intención de fomentar la investigación de enfermedades cardiovasculares, promover los avances sanitarios y contribuir a la prevención de dichas patologías. Desde 1995, Moncada es, además, director del Instituto Wolfson de Investigación Biomédica de la Universidad de Londres y sus principales áreas de investigación se han centrado en los efectos farmacológicos de las sustancias vasoactivas, especialmente el óxido nítrico y los productos del metabolismo del ácido araquidónico.