Image: Juan A. Zufiría

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Ciencia

Juan A. Zufiría

“El superordenador está sustituyendo al laboratorio”

27 enero, 2005 01:00

Juan A. Zufiría. Foto: Mercedes Rodríguez

El supercomputador de IBM Mare Nostrum pondrá a la investigación española en los primeros puestos mundiales. Instalado en la Universidad Politécnica de Cataluña, y a punto de ser inaugurado, El Cultural ha hablado sobre sus características y funcionamiento con Juan A. Zufiría, director general de IBM Global Services.

Tiene capacidad para realizar 40 billones de operaciones por segundo. El Mare Nostrum, el primero del mundo de "propósito general", se encuentra entre los primeros puestos de la supercomputación (el cuarto del llamado "Top 500") y es desde esta función desde la que parte Juan Zufiría como uno de los máximos responsables de IBM, empresa que firma su diseño, creación y desarrollo.

-¿Cómo repercutirá el proyecto de Mare Nostrum en la investigación científica española? ¿Y europea?
-El superordenador Mare Nostrum va a suponer un gran salto cualitativo en el ámbito científico español y situará, no sólo a nuestro país sino a Europa en general, en la primera división de la supercomputación y la investigación científica mundial. Hoy día, el desarrollo científico está basado no sólo en la teoría científica y en los experimentos, sino también en la simulación. Y esto último es una de las partes más importantes que aporta el superordenador: la posibilidad de simular la teoría y los experimentos de tal manera que se pueda llegar a conclusiones de forma más rápida y efectiva. El superordenador empieza a sustituir al laboratorio de investigación, tal y como nos lo imaginamos hoy día lleno de tubos de ensayo...

-Según esto, podría abarcar una gran cantidad de ámbitos...
-Bueno, Mare Nostrum ha sido diseñado como el primer superordenador de "propósito general" en el mundo, con el objetivo de ser utilizado para múltiples áreas y disciplinas científicas e industriales. Lo que significa que estará destinado a la investigación en ámbitos tan dispares como la medicina, la meteorología, la industria automovilística o la aeroespacial.

-¿En qué consistirán las primeras operaciones?
-Este área es competencia del llamado "comité de acceso", formado exclusivamente por reputados científicos españoles que establecerán los criterios de selección de las investigaciones a realizar por Mare Nostrum. Sabemos que, en estos momentos, ya se han entablado conversaciones con varios departamentos de universidades españolas que están interesadas en su utilización.

Biomedicina y cambio climático
-¿Cómo ayudará al desarrollo de la biomedicina?
-Mare Nostrum permitirá una mayor amplitud y rapidez en las investigaciones biomédicas de dos maneras, principalmente. Una es aportando la tecnología informática como herramienta potente de cálculo y la otra es ayudando a mejorar los programas informáticos que se utilizan para hacer estos estudios. Los estudios de biomedicina que se realicen en Mare Nostrum serán decididos por el "comité de acceso".

-¿Aportará más luz al cambio climático?
-Desde un principio, y siguiendo también las directrices del "comité de acceso", ha estado previsto que equipos de investigación medioambiental trabajen con Mare Nostrum. Por ello, se espera que el resultado de sus investigaciones permitan entender mucho mejor los factores de influencia en el cambio climático.

-¿Podrá trabajarse simultáneamente en varios proyectos? ¿Cuál es su capacidad de proceso?
-Sí, el superordenador ha sido diseñado para que puedan realizarse diferentes proyectos a la vez. Consta de 4.564 procesadores PowerPC 970 de IBM, caracterizados, entre otras cosas, por su gran capacidad para procesar múltiples operaciones en cada ciclo de reloj. Estos procesadores se pueden agrupar en función de las necesidades de los proyectos en los que se trabaje. El número de proyectos puestos en marcha a la vez dependerá de las necesidades de proceso de cálculo del proyecto o de proyectos puestos en marcha.

-¿Cree uste que el futuro será de la supercomputación o no será?
-La investigación en diversas áreas científicas e industriales, como son la biomedicina o la meteorología de las que hemos hablado anteriormente, necesita contar con equipos informáticos de gran capacidad y con sistemas de gestión de datos que les permitan progresar de manera rápida y efectiva en sus investigaciones. Y esto es, en definitiva, la supercomputación. No hay duda de que en el futuro esta disciplina ayudará cada vez más a simular y explicar las causas y las consecuencias de las cosas que ocurren en los diferentes ámbitos de nuestra vida.

-¿Qué proyectos tiene IBM en el terreno de la supercomputación? ¿Podrán superarse a corto plazo los actuales?
-IBM tiene un fuerte compromiso con la supercomputación. De hecho, actualmente somos líderes absolutos en este ámbito, el 50% de la potencia de supercomputación instalada en el mundo opera sobre equipos IBM, según los últimos datos de la lista TOP 500 que mide los ordenadores más potentes. A medio plazo, el gran proyecto de la compañía en esta área es el llamado BlueGene. Se trata de la construcción de una nueva familia de superordenadores que supondrán una revolución tanto por sus prestaciones como porque su consumo de energía y su tamaño será mucho más reducido. Actualmente, el ordenador más potente del mundo es un prototipo de lo que será el Blue Gene, el BlueGene/L, y está instalado en el Departamento de Energía de los EEUU. Otro de nuestros proyectos es la creación de un ordenador de 1 petaflop de potencia, o lo que es lo mismo, un sistema que sea capaz de realizar 1.000 billones de operaciones por segundo. A largo plazo, IBM tiene previsto construir una máquina con 1 millón de procesadores, lo que supondrá un hito en la historia de la informática.

Impulso al desarrollo
-¿Considera este tipo de avances un "lujo" de los países más desarrollados? ¿Cómo puede beneficiar al desarrollo del Tercer Mundo?
-Los superordenadores sí pueden beneficiar, y mucho, al desarrollo del Tercer Mundo. Pueden realizar simulaciones de cómo, por ejemplo, se transmiten las epidemias o de cómo se deberían gestionar las reservas de agua en situaciones de sequía. Estos son dos ejemplos que muestran cómo un superordenador puede contribuir a las investigaciones destinadas a contribuir al desarrollo de un país.

-¿Cómo ve el desarrollo tecnológico en España actualmente? ¿Podemos competir ya con Estados Unidos y otros países de Europa?
-España ocupa el puesto 21 de un ranking de 64 países que valora la capacidad de utilización de Internet por consumidores, empresas y administraciones. Esto supone un incremento de dos posiciones frente al análisis correspondiente a 2003. Se trata de un informe elaborado por "The Economist Intelligence Unit" en colaboración con IBM, que analiza la capacidad que tienen estos 64 países para aprovechar las oportunidades que presenta Internet. Si nos centramos en el área de los procesadores, es Estados Unidos el país que lidera los proyectos de investigación. Pero en otras áreas, como en la relacionada con la tecnología de software, Europa y, más concretamente España, compite entre los primeros puestos. En lo que a investigación se refiere, para IBM, España es actualmente el tercer país de IBM Europa, Oriente Medio y áfrica en aportación de patentes (superada por Francia y el Reino Unido), cifra que indica el potencial que existe en nuestro país en investigación, desarrollo e innovación.

-¿Considera que ciencia y tecnología son ya la misma cosa?
-No, en absoluto, no podemos considerarlas como una única disciplina, sino como dos disciplinas diferentes que se complementan. La tecnología ayuda al desarrollo científico y sus aplicaciones permiten realizar simulaciones para resolver problemas concretos. Y Mare Nostrum es un ejemplo claro, ya que es una potente herramienta tecnológica al servicio de las investigaciones científicas. Con Mare Nostrum también hemos creado un grupo de trabajo independiente cuyo fin es investigar sobre la propia herramienta tecnológica, de tal manera que sus conclusiones nos permitan mejorar las máquinas que construyamos en el futuro.