Image: Juan Ortín

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Ciencia

Juan Ortín

“Es previsible que continúe la difusión de la gripe aviar”

8 septiembre, 2005 02:00

Juan Ortín en su laboratorio del CNB. Foto: Mercedes Rodríguez

Organizaciones como la OMS y la FAO han advertido de la posibilidad de que la gripe aviar se extienda a Europa y Africa y de que llegue a convertirse en pandemia. El científico Juan Ortín, profesor y Jefe de Grupo del CNB-CSIC y uno de los más reconocidos especialistas en todos los géneros de virus relacionados con la gripe, habla con El Cultural sobre sus características y sus riesgos.

-¿Hay motivos de alarma en torno a la gripe aviar?
-Bueno, la gripe aviar es una enfermedad letal en pollos y otras aves de corral conocida desde hace décadas. La alarma suscitada recientemente se debe a que, desde 1997, ciertos virus de la gripe aviar han sido capaces de infectar al hombre y producir enfermedad. Ello es especialmente preocupante con virus del subtipo H5N1, que son altamente patogénicos en pollo y han producido un centenar de casos en humanos en el sudeste asiático desde 2004, con más de 50 muertos.

-¿Qué puntos en común tiene este tipo de gripe y la gripe normal?
-El genoma de los virus gripales es un grupo de ocho moléculas o segmentos de ARN diferentes. Estos virus mutan sus genes muy frecuentemente y en una población de virus podemos encontrar muchos virus similares pero diferentes. Además, los virus gripales pueden mezclar sus genes con los de otros virus de la gripe diferentes, mediante un proceso que llamamos redistribución de segmentos de ARN. En la superficie de los virus gripales existen dos proteínas principales, la hemaglutinina (HA) y la neuraminidasa (NA). Existen muchas clases de virus de la gripe, ya que conocemos 16 subtipos distintos de HA y 9 de NA, que pueden combinarse entre sí de cualquier manera. Además, dentro de cada subtipo se aprecian virus con diferencias menores, lo que llamamos cepas virales diferentes. Todos los subtipos de virus de gripe se han identificado en distintas especies de aves silvestres, terrestres y acuáticas. En la mayor parte de los casos, las infecciones en las aves no causan enfermedad y por ello se piensa que estas especies forman el reservorio natural de los virus de la gripe. De todos los virus presentes en aves sólo algunos se han identificado en el hombre. Por tanto, el virus de la gripe aviar H5N1 es una excepción, en cuanto que produce enfermedad en el pollo y en el hombre, pero no presenta grandes diferencias con otros virus gripales.

-¿De qué forma puede el nuevo virus (H5N1) mutar y pasar a los humanos?
-Los virus de la gripe, como todos los virus, son parásitos intracelulares que necesitan de muchos factores del huésped para multiplicarse. Por ello, un virus aviar está adaptado a usar los factores de la célula de ave y no puede multiplicarse fácilmente en una célula humana. A pesar de ello, la alta frecuencia con que los virus gripales mutan sus genes permite que, ocasionalmente, algunos virus puedan infectar células humanas. Esta situación se ha dado ya con los virus de la gripe aviar H5N1, dado que ciertas personas han resultado infectadas. Esta infección no parece ser eficaz, ya que no ha podido ser transmitida de persona a persona por el momento, pero pueden suceder mutaciones adicionales que permitan dicha transmisión. Por otra parte, los virus de la gripe aviar y de la gripe humana normal pueden mezclar sus genes si infectan a una misma persona, dando lugar a un virus mixto que podría ser tan patogénico como el de la gripe aviar y tan transmisible como el de la gripe humana normal. De hecho, este es el procedimiento por el que se cree que los virus gripales han saltado a la especie humana hasta la fecha.

Aves silvestres
-Se está hablando de las aves migratorias... ¿podrían ser éstas la correa de transmisión?
-Además de infectar pollos y otras aves de corral, se ha detectado en el sudeste asiático la transmisión de los virus H5N1 a diversas especies de aves silvestres. Ello es motivo de gran preocupación, puesto que elimina la posibilidad de erradicar el virus mediante sacrificio de los pollos infectados. Además, las especies de aves infectadas que son migratorias permiten la difusión del virus a grandes distancias, como ya ha sido verificado por los brotes detectados en el oeste de China, en Kazjastán y en la Rusia asiática. Es previsible que la difusión continúe y sea cuestión de tiempo el que estos virus alcancen otras zonas del globo.

-¿En qué se diferencia una pandemia de una epidemia normal de gripe?
-Las epidemias anuales normales son ahora producidas por virus de los subtipos H3N2 y H1N1. Excepto los niños muy pequeños, todos hemos sido infectados por estos virus en años anteriores y si enfermamos de nuevo es por la capacidad de mutación de los virus gripales, que dan lugar a cepas ligeramente distintas cada año. Por el contrario, nadie en el mundo ha resultado infectado por un virus H5N1, ya que nunca, en lo que conocemos históricamente, ha dado lugar a una epidemia en humanos. Por tanto, la población de susceptibles a este subtipo de virus equivale a toda la población humana, lo que facilitaría la transmisión.

-¿Qué condiciones deberían producirse para convertirse en una pandemia?
-En la situación actual con los virus H5N1 sólo es necesario que éstos puedan transmitirse eficazmente entre humanos para que se desencadene una pandemia. Como le he indicado antes, esto es posible por adaptación o por mezcla de genes con otros virus gripales humanos.

-¿Puede la ciencia prevenir una posible pandemia?
-Actualmente es imposible evitar una pandemia. Dado que centenares de virus gripales diferentes se mantienen en el reservorio de aves silvestres, es previsible que en el futuro, como ha ocurrido antes en 1918, 1957, 1968 y 1977, se produzcan saltos de virus desde este reservorio al hombre y se produzca una pandemia. Lo que la ciencia puede hacer y hace es identificar todos los virus gripales existentes y vigilar su aparición en el hombre y en otros animales de granja. Para ello existe una red de laboratorios de vigilancia de gripe a nivel mundial. Cada país tiene un centro de referencia desde el que se recoge información epidemiológica y se aíslan virus de enfermos para poder caracterizarlos. Cuando se detecta un virus distinto, se envía a los centros de referencia mundial para su estudio posterior y para la difusión de los datos al resto del mundo.

Antivirales
-¿Cómo se puede proteger contra una gripe pandémica?
-En contra de la situación en anteriores pandemias, en este momento disponemos de una primera línea de defensa a base de antivirales. Estos antivirales inhiben la neuraminidasa viral y bloquean la difusión del virus en el organismo. Hasta el momento han sido poco usados porque su beneficio terapéutico ha sido limitado en una infección gripal normal, pero pueden ser esenciales para atenuar una primera onda pandémica. Sin embargo, su precio y las limitaciones de disponibilidad pueden ser un problema. Por tanto, la mejor defensa sería la preparación de una vacuna específica del virus pandémico. El problema para preparar una vacuna frente a la gripe aviar es que no sabemos la cepa exacta que puede producir la posible pandemia. Hasta ahora sólo se ha trabajado sobre vacunas modelo para adquirir experiencia previa. Además, si la cepa pandémica es altamente patogénica (como la que circula en aves en Asia), habría que modificarla por mutagénesis en el laboratorio para disminuir su virulencia antes de preparar una vacuna. Todo ello supone que, en el mejor de los casos, no dispondríamos de una vacuna específica hasta meses después del inicio de la pandemia.

Planes de respuesta
-¿Qué medidas deberían tomarse ya? ¿Cree que las administraciones están haciendo lo suficiente?
-Siguiendo las recomendaciones de la OMS, los distintos países, incluida España, han preparado planes de respuesta frente a la posible pandemia que incluyen medidas de todo tipo, tanto sanitario como de salud pública, de difusión de información y de protección civil, que habría que tomar durante las distintas fases que se pueden definir en la pandemia. El concepto esencial en dichos planes es que las medidas a tomar y las personas, organizaciones y entidades que han de participar, han de definirse antes de la pandemia, puesto que después no habrá tiempo para organizar sino para actuar. Por supuesto, estos planes incluyen la acumulación de reservas de antivirales para su uso en las primeras fases de la pandemia, así como medidas para incrementar la capacidad de producción de vacunas. En el caso de España, que no fabrica vacuna habi- tualmente, es importante disponer de capacidad de fabricación para asegurar el suministro en el futuro.

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