Ciencia

Antonio Damasio

“El cerebro esconde el misterio de la evolución del hombre”

20 octubre, 2005 02:00

Antonio Damasio

25 años del Premio Príncipe de Asturias

El Premio Príncipe de Asturias ha estado muy pendiente de la vanguardia científica a través de su principal apartado, Investigación Científica y Técnica, pero también en otros como el de la Concordia (Red Mundial de Reservas de la Biosfera, Fundación Americana para la Investigación sobre el SIDA, Stephen Hawking) y Cooperación Internacional (Pedro Duque, la Estación Espacial Internacional, Comité Científico para la Investigación de la Antártida). La etóloga Jane Goodall, los creadores de Internet, los descubridores de la secuencia del genoma humano con Craig Venter y Francis Collins a la cabeza, y el equipo de los yacimientos de Atapuerca han sido algunos de los principales trabajos científicos en los que ha recaído el galardón. El Cultural ha hablado con Antonio Damasio, último premio de Investigación, y traza un perfil de varios de los principales nombres de la ciencia con acento español.

Sus trabajos sobre los procesos de emoción y elaboración de sentimientos en la conducta humana, su desarrollo en el complejo mecanismo del cerebro y los canales por los que se producen enfermedades degenerativas como el Parkinson o el Alzheimer fueron los motivos por los que el jurado del Premio Príncipe de Asturias reconoció a Antonio Damasio con el galardón en su apartado de Investigación Científica y Técnica 2005. Además, el jurado destacó su contribución a divulgar estos estudios en libros como El error de Descartes o el recientemente publicado En busca de Spinoza (ambos en la editorial Crítica).

-Mañana recibirá el Premio Príncipe de Asturias. ¿Qué ha supuesto para usted?
-El premio Príncipe de Asturias me ha proporcionado un gran placer. Siempre es agradable ser apreciado por los colegas. Al haber nacido en Portugal y al tener una conexión cercana a España y a su cultura, hace de este honor algo todavía más significativo para mí. Hay una relación especial entre los ibéricos, quizá por su "excentricidad" geográfica en relación al resto de Europa. Cualquiera que sea la razón, el premio Príncipe de Asturias es una distinción que marca la diferencia y se convierte en algo muy especial para mí.

-¿Considera que el cerebro es todavía el órgano más desconocido?
-Creo que el cerebro humano es tan complejo que, a pesar de todos los estudios que se han realizado en las décadas más recientes, todavía sigue siendo la parte más desconocida de nuestro cuerpo. Probablemente continuará siendo así durante mucho tiempo.

-¿Cree que esconde el misterio de la evolución del hombre?
-Sí. Gran parte de los secretos de la evolución humana serán revelados mediante estudios del cerebro. Las características anatómicas y funcionales del cerebro humano han permitido vislumbrar ciertos aspectos de nuestra historia de la evolución. Pero es importante tener siempre en cuenta que los humanos y sus cerebros interactúan constantemente con otros humanos y sus cerebros. Esto significa que no necesariamente todos los secretos se esconden en el cerebro. Algunos secretos provienen del proceso de interacción en sí mismo, y de la formación de estructuras sociales y culturas moldeadas por colectivos humanos.

Enfermedades degenerativas
-¿A qué distancia nos encontramos de las claves que nos abran las puertas de las enfermedades neurodegenerativas?
-Ya entendemos las causas de algunas enfermedades degenerativas. Es el caso de la correa de Huntington, por ejemplo, o de algunas variantes de la enfermedad de Parkinson. A veces un mal gen es el origen, otras veces puede ser un elemento químico en el entorno. De ahí a dar con tratamientos efectivos, en todo caso, hay un complicado camino, pero está claro que en un futuro cercano hallaremos muchas soluciones a este problema. Desgraciadamente, las cosas no son tan sencillas con demencias, dentro de las que la enfermedad de Alzheimer es la más común y devastadora. Comprendemos muchos aspectos de la enfermedad de Alzheimer, y tenemos algunas ideas sobre las causas y los posibles tratamientos. Pero todavía no disponemos de una verdad efectiva y no está claro cuánto tendremos que esperar para dar con una solución a esta trágica coyuntura.

-¿En qué situación se encuentra el estudio de la neurología cognitiva?
-La neurología cognitiva, también llamada neurociencia cognitiva, es uno de los campos más florecientes de la neurología. Curio- samente, es quizá el campo más antiguo de la neurología, pues comenzó realmente a mediados del siglo XIX, cuando Broca y Wernicke descubrieron cómo el daño a ciertas partes del cerebro causaba alteraciones en el lenguaje de distintos tipos. Sorprendentemente, hicieron estos descubrimientos estudiando pacientes neurológicos, sin ayuda de química o de técnicas de imagen del cerebro, incluso décadas antes de que Ramón y Cajal (glorioso neurocientífico español) descubriera la unidad celular fundamental del cerebro: la neurona. Hoy, la neurología cognitiva emplea todo tipo de métodos modernos para conseguir una imagen del cerebro (resonancias magnéticas, tomografías de emisión de positrones, magneto encefalogramas), junto a sofisticadas técnicas de biología molecular y diseño computacional. Todos los aspectos de nuestra mente y nuestro comportamiento están abiertos al escrutinio, desde la emoción y la memoria, hasta el lenguaje, el raciocinio y la conducta social.

Ayuda tecnológica
-¿Qué papel juegan en estos momentos los avances tecnológicos? ¿Podrían llegar a culminarse las investigaciones a corto plazo?
-A pesar de los progresos, no estamos ni cerca del límite que ofrecen las posibilidades técnicas, y, todavía menos aún, del final de los estudios. Los próximos cinco o diez años traerán resultados extraordinarios que tendrán importantes consecuencias humanas. En primer lugar, ampliarán nuestro entendimiento de la naturaleza humana a un nivel que puede ayudar en la solución de diversos problemas sociales. Por ejemplo, podríamos aprender a manejar más correctamente los conflictos humanos como resultado de nuevos descubrimientos sobre cómo surgen los conflictos y se desarrollan. En segundo lugar, los nuevos conocimientos nos ayudarán en el tratamiento de pacientes que sufren enfermedades neurológicas, como apoplejías, cuya rehabilitación se puede diseñar de un modo más inteligente.

-¿En qué lugar del cerebro reside el lenguaje?
-El lenguaje depende de un gran número de regiones cerebrales. Algunas están en el hemisferio derecho, pero la mayoría residen en el izquierdo. Otras están localizadas alrededor de la fisura de Rolando, en las regiones frontal y temporal, pero gran parte de las zonas de apoyo están distribuidas de modo más amplio. Todas están interconectadas. Cuando decimos una frase, o escuchamos una frase, el ejercicio cerebral "recluta" esas regiones para que cada una contribuya a componer el trabajo total del proceso del lenguaje.

-¿Cree que el lenguaje es fruto de la evolución o de un "soplo" divino?
-El lenguaje es el resultado de un número de presiones evolutivas en combinación con afortunadas mutaciones. El lenguaje ha abierto caminos a formas más sofisticadas de raciocinio y creatividad y, además, por supuesto, ha permitido a los seres humanos a comunicarse unos con otros, de forma específica y rápida.

Cerebro y memoria
-¿Es exclusivo del hombre el uso de la memoria? ¿Puede medirse en nuestro cerebro?
-No, de ninguna manera. La memoria, de un tipo u otro, está presente en muchas especies vivas, incluso en criaturas extremadamente simples y modestas. La memoria humana, en todo caso, es realmente prodigiosa, en su variedad, en su amplitud, en su capacidad de almacenamiento. Podemos retener en nuestra memoria todo nuestro pasado, el pasado de nuestros antecesores y gran parte del futuro que anticipamos.

-¿Qué opinión le merece la llamada inteligencia emocional?
-La inteligencia emocional es un término muy conveniente. Designa esas capacidades de razonamiento que están claramente influidas, en un sentido positivo, por la emoción. En general, cubre el proceso de descubrimiento de la emoción cuando juega un papel beneficioso en ciertas formas de solucionar problemas. Mi libro El error de Descartes fue uno de los primeros en demostrar este hecho, que luego se convirtió en algo bastante evidente en contraste con los resultados arrojados por varias investigaciones en laboratorios.

-¿Puede llegar el hombre a desarrollar conductas sin la intervención de los sentimientos?
-Las emociones son parte de las conductas humanas. Es posible comportarse correctamente de una forma fría, no emocional, pero la mayoría del comportamiento, en seres humanos que han sido educados en una cultura "normal", combina emoción y frío raciocinio con enormes ventajas. Las emociones guían a los humanos de forma natural a la supervivencia de la especie y al aprovechamiento de necesidades alimenticias. Por supuesto, bajo diversas circunstancias, un exceso de emoción puede ser perjudicial para la conducta humana. Además, las emociones pueden ser manipuladas de forma flagrante, como ocurre con la publicidad o con la política.


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