Ciencia

Pedro Alonso

“Luchar contra la malaria es promover el desarrollo social”

16 febrero, 2006 01:00

Foto: Domenec Umbert

Desde la dirección del Centro de Salud Internacional del Hospital Clínic, Pedro Alonso lidera uno de los proyectos más importantes de los últimos años para la erradicación de la malaria. El próximo día 23 abrirá, con la conferencia Ciencia para el Tercer Mundo, el ciclo Enigmas todavía por descubrir, un encuentro organizado por la Fundación Central Hispano. Reconocido recientemente con la Gran Cruz de la Orden Civil de Sanidad, el investigador madrileño ha hablado con El Cultural sobre el apoyo recibido, del reconocimiento internacional de sus trabajos, del papel del llamado mundo desarrollado y de la actual situación de nuestra ciencia.

La lucha de Pedro Alonso (Madrid, 1959) contra la malaria se ha convertido en uno de los principales hitos científicos de las últimas décadas. Desde las bases de su proyecto - apoyado científicamente en la proteína desarrollada por la farmacéutica de GlaxoSmithKline (GSK), la financiación de Bill Gates a través del Malaria Vaccine’s Initiative (MVI), el Centro de Investigación de Mozambique del Hospital Clínic y la Agencia Española de Cooperación Internacional-, Alonso ha logrado el reconocimiento internacional por una vacuna que podría tener su aplicación clínica a finales de esta década.

-¿Esperaba durante la investigación la acogida mundial que han tenido sus trabajos sobre la malaria?
-Esto es ciertamente difícil de medir. Los científicos estamos, en general, acostumbrados a trabajar en el anonimato con respecto a los medios de comunicación de masas. La propia comunidad científica tiende a encerrarse en sí misma y en la divulgación de los resultados en sus propios foros, que por lo general son estancos y con poca permeabilidad al mundo exterior. Si esto es cierto para los científicos en general, mucho más lo es para los que trabajamos en enfermedades olvidadas, o relacionadas con la pobreza. En este sentido sí me ha sorprendido, y mucho, la acogida internacional. Por otro lado es cierto que la enfermedad es una de las enfermedades más importantes a escala global, y los resultados que nuestros equipos han publicado, pueden tener una gran trascendencia.

-¿Qué importancia tiene en estos hallazgos sus comienzos en el Hospital Clinic de Barcelona?
-Yo me formé en Madrid, y una parte muy importante de mi aprendizaje después de la licenciatura se produjo en la Universidad de Londres y en mi trabajo con el Medical Research Council del Reino Unido. Allí, desplazado durante cinco años a su centro de investigación localizado en Gambia (Africa Occidental) aprendí las bases de la investigación y realicé mis primeros trabajos (y de hecho algunos de los mejores y más importantes pero de nula repercusión mediática) en malaria. Dicho todo esto, es para mi un motivo de satisfacción el poder decir que una parte muy importante de mi bibliografía, y por lo tanto de mi investigación, se ha realizado desde España. El Hospital Clínic ha sido la institución que me acogió y apoyó mi desarrollo científico desde principios de los 90, y me dio la autonomía científica para poder desarrollar esta línea de investigación, novedosa en nuestro país. Por lo tanto el Clínic de Barcelona ha sido una pieza clave en todo nuestro trabajo.

Enfermedad y pobreza
-¿Cree que los países desarrollados están tomando partido en la lucha contra la malaria? ¿Cómo ve su compromiso con la enfermedad?
-No estoy seguro de lo que quiere decir con "partido". Lo que sí ciertamente están haciendo es tomarse un poco más en serio el desafió que supone la malaria tanto para la salud como para el desarrollo de una amplia zona del mundo. Visto con la perspectiva de los últimos 20 años, el cambio ha sido sustancial. La caída del muro de Berlín, el fin de la guerra fría y la globalización han permitido poder realizar una nueva mirada sobre los problemas del desarrollo, y en ese contexto, volver a tomar conciencia sobre el círculo vicioso de la enfermedad y la pobreza. La malaria, junto con las otras enfermedades relacionadas con la pobreza, volvieron a situarse en la agenda científica y política internacional a finales de los 90 y principios de este siglo. Uno de los resultados de estos movimientos ha sido la mejora de los fondos disponibles para investigar y luchar contra esta enfermedad. La mejora ha sido por tanto importante pero debe aumentar y mantenerse un esfuerzo continuado durante muchos más años.

-¿Considera que la lucha contra esta enfermedad es una cuestión de rentabilidad económica?
-La relación de la malaria con el subdesarrollo económico es estrecha y bien documentada. Luchar contra la malaria es promover el desarrollo económico y social. La falta de desarrollo de nuevas herramientas por parte de la industria farmacéutica -fármacos y vacunas- tiene su origen en la probable falta de rentabilidad de estos productos dada la enorme inversión necesaria.

-¿Cómo han sido recibidos sus trabajos sobre el paludismo?
-Como le decía al principio de la entrevista, los últimos trabajos referidos a la vacuna han sido bien recibidos y han tenido una repercusión importante. Ha habido algunos otros trabajos, de importancia científica similar o incluso superior que han tenido una gran repercusión científica pero nula trascendencia pública.

Trabajos en Africa
-¿Hubiese sido lo mismo su trabajo en el Centro de Salud e Investigación de Mozambique (CISM) sin la colaboración del Centro de Investigación de Ifakara?
-El Centro de Ifakara tiene un rincón especial en nuestro desarrollo científico. Después de Gambia es allí donde pudimos continuar aprendiendo nuevas formas y actitudes con respecto a la investigación científica en Africa. De nuevo, algunos de nuestros mejores trabajos de investigación los realizamos allí en colaboración con nuestros colegas tanzanos y suizos. Además, fue una muy útil experiencia de la que extraímos no pocos conceptos que hemos utilizado en el desarrollo del centro en Mozambique, que en muchos sentidos, es hijo del centro de Tanzania.

-En su trabajo se incluye la formación de personal sanitario local, ¿es la parte menos conocida de su trabajo en Mozambique?
-Posiblemente, pero es una de las partes claves y seguramente la de mas valor estratégico.

-¿Cómo se vive desde un punto de vista profesional la realidad del sida en Africa?
-La infección por el VIH / SIDA constituye un drama de enormes proporciones en el continente africano. Es un desastre humano, demográfico y económico de difícil comparación. Es por tanto un reto que debemos superar. Las soluciones son complejas y a largo plazo. No hay soluciones simples y a corto plazo como en algún momento se ha dado a entender

-¿Cómo ve la ciencia en España? ¿Qué queda aún por hacer?
-En el camino correcto, pero donde todavía queda muchísimo por hacer. Nehru, el primer ministro de la India dijo hace ya más de 50 años, que el futuro será de los países que sean "amigos" de la ciencia. España ha empezado a desarrollar esa amistad pero para consolidarla queda por recorrer un largo camino.

Investigación médica
-¿Podría decirse algo parecido de la sanidad?
-Bueno, tenemos uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo y, además, uno de los más baratos. Sería bueno que el país fuera consciente de esto.

-¿Qué se siente al ser considerado uno de los mejores médicos del mundo?
-No soy uno de los mejores médicos de ningún lado. El nombramiento por parte de la Asociación Médica Mundial de ser uno de los médicos compasivos (caring en inglés) es un honor pero muy alejado de la realidad. Yo soy un simple médico que tiene la suerte de trabajar en investigación en áfrica y trato de hacerlo lo mejor posible, igual que el médico de ambulatorio del pueblo mas perdido de nuestra geografía. Ese si que es un héroe (¡!).


Una fórmula llamada RTS,S/AS02A
Los estudios publicados recientemente en la edición on line de The Lancet muestran que la vacuna candidata contra la malaria RTS,S/AS02A protege a los niños por un mínimo de 18 meses. Durante este tiempo, redujo la malaria clínica en el 35% de los casos y la severa en un 49%. Esta estadística refleja las garantías de la viabilidad futura de la vacuna. El estudio se realizó en el Centro de Investigación de Salud de Manhiça (CISM) con la colaboración del Ministerio de Sanidad de Mozambique. Durante el 2003 se realizó el seguimiento de 1.442 niños que habían recibido un total de tres dosis de la vacuna para evaluar su seguridad, inmunogenicidad y eficacia continuada. No se administró ninguna dosis adicional. Además, de todos los niños que fueron inmunizados con RTS,S/AS02A, el 29% tenía menos probabilidad de infectarse con el Plasmodium Falciparum (el tipo de parásito de la malaria que más muertes causa). Los investigadores continúan su seguimiento, y la MVI y GSK, junto con el CISM y otros patrocinadores de ensayos clínicos en Africa, seguirán con el desarrollo clínico de la vacuna RS,S/AS02A.