Ciencia

Francisco Gracia Navarro

“La ciencia española vive un momento histórico”

16 marzo, 2006 01:00

Francisco Gracia Navarro. Foto: A. Heredia

La reciente inauguración del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), la futura Ley de Investigación Biomédica, la autorización de bancos privados de cordón umbilical y la puesta en marcha de los CIBER (Centro de Investigación Biomédica en Red) han puesto en primera línea de actualidad al Instituto de Salud Carlos III. Creado hace 20 años y dependiente del Ministerio de Sanidad, gestiona, desarrolla e impulsa algunos de los principales proyectos de nuestra ciencia. Su director, Francisco Gracia Navarro ha hablado con El Cultural sobre el estado de estos proyectos y sobre el miedo a pandemias como el SIDA o la gripe aviar.

"Una organización muy compleja y original dentro del panorama de la ciencia española que ha abierto nuevas vías de gestión". Así define Francisco Gracia Navarro (Córdoba, 1952) al Instituto de Salud Carlos III, institución que dirige desde mayo de 2004. "Como organismo público de investigación desarrollamos también actividad investigadora de excelencia tanto en los centros propios como en las fundaciones adscritas como son el CNIO y el CNIC", señala Gracia Navarro, para quien "la ciencia española vive un momento histórico". La salud pública, las nuevas enfermedades, la telemedicina, la bioinformática, la terapia celular o la medicina regenerativa son algunos de sus frentes científicos más inmediatos.

-¿Qué espera de la futura Ley de Investigación Biomédica?
-Espero una norma que facilite la investigación biomédica de vanguardia, desde el respeto a los principios éticos mayoritariamente aceptados por la sociedad. Hemos trabajado para diseñar una norma que abra las puertas a la investigación en áreas de gran futuro, que pueden abordar la solución a largo plazo de algunas enfermedades que hoy no tienen cura, pero a la vez estableciendo los controles necesarios que garanticen el derecho a las personas y el respeto a los principios éticos socialmente establecidos. Se aborda y regula, por tanto, todo lo relativo a la utilización para investigación de pruebas invasivas en el ser humano, la investigación con material de origen embrionario, las pruebas genéticas, la creación de biobancos para investigación y se crea el Comité de Bioética de España. Además se dedica un apartado específico a la organización y fomento de la investigación biomédica, su importancia para el SNS y el papel del ISCIII en este ámbito. En definitiva, creo que conseguiremos habilitar una norma que, junto con el importante incremento de recursos que el Gobierno está destinando a la I+D+i, conseguirá situar en el lugar que le corresponde -dentro del contexto internacional- a la investigación biomédica y en ciencias de la salud que se realiza en España.

-¿Cómo valora el anuncio ministerial de autorizar los bancos privados de cordón umbilical?
-La directiva europea, que el Ministerio va a trasponer fielmente, permite la existencia de estos bancos privados de cordón umbilical. Sin embargo, creo que es acertado someter a esos bancos privados a condiciones muy estrictas, entre otras cuestiones, porque la utilización de las células madre de cordón umbilical para terapia celular está lejos de ser ya una realidad, y no deben generarse falsas expectativas a los ciudadanos. Además, como ya ha anunciado la Ministra, creo que debe potenciarse el sistema público, basado en la equidad en el acceso y la gratuidad. El éxito del modelo de donaciones de órganos en España, basado en esos dos principios, demuestra que un fuerte sistema público de bancos de cordón umbilical generará la confianza de los ciudadanos y, por tanto, sus donaciones. En el caso concreto de las células del cordón umbilical además se da otra circunstancia importante: hoy por hoy la utilidad de esas células es para realizar trasplantes a personas distintas de la donante (trasplante alogénico) y para ello es necesario que las células correspondan al mismo tipo genético que el receptor, el mismo haplotipo. Resulta que en España se está incrementando enormemente la población proveniente de otras zonas que tienen otros haplotipos diferentes y por tanto es necesario conseguir ladonación de esta parte de la población para conseguir que cuando lo necesiten se disponga en el sistema público de material compatible para este grupo de población. Con respecto a la utilización de las células madre de cordón umbilical para terapia celular, aún estamos lejos de que sea una realidad y que ahora mismo lo que hay que hacer es mucha investigación que nos permita ir avanzando en este campo, y precisamente eso es lo que estamos haciendo desde el Instituto, fomentar e impulsar la investigación de calidad en este campo de la terapia celular y la medicina regenerativa.

De la Gripe al Sida
-¿Cómo se está "movilizando" el centro ante la posibilidad de la llegada de la gripe aviar?
-Nuestro papel en este asunto es el de centro de referencia para la detección en humanos del virus. Por tanto lo que hemos hecho es desarrollar y poner a punto las técnicas de detección y los laboratorios de análisis, así como desarrollar los protocolos de actuación para el caso de que se produzca la emergencia. Los centros y laboratorios del ISCIII participan en la red española de alertas sanitarias, que a su vez se conecta con la red europea, de tal manera que todos los laboratorios y centros del SNS cuando tienen sospecha de una alerta de este tipo, lo comunican a los responsables de la correspondiente comunidad autónoma, que a su vez lo comunica al equipo de alertas del ISCIII y del Ministerio, poniéndose en marcha las medidas pertinentes. Por tanto, en lo que se refiere a nuestras funciones de diagnóstico y análisis, hemos tomado todas las medidas necesarias para poder dar una rápida respuesta en el caso hipotético de que se produzca la infección en humanos.

-¿Puede pensarse que la lucha contra el Sida está controlada?
-Hoy en día el SIDA se puede considerar en muchos países desarrollados como una enfermedad crónica, que se puede controlar con resultados aceptables por medio de las medidas preventivas y los correspondientes tratamientos. Pero el adecuado tratamiento y control se conseguirá cuando dispongamos de una vacuna contra el virus. En este sentido, el Instituto está desarrollando una triple estrategia: la colaboración a nivel internacional en acciones concertadas con varios países europeos, en segundo lugar apoyando a algunos de nuestros grupos en esta línea de investigación y finalmente incluyendo este área en las prioridades de la convocatoria de proyectos del FIS. No obstante, lo que es realmente preocupante es la desigualdad en el acceso a estas medidas que tienen los distintos países y, por tanto, sus ciudadanos. En los países menos desarrollados, por ejemplo del continente africano, las medidas preventivas se van implantando lentamente y el acceso a los nuevos tratamientos también es difícil, lo que está causando una enorme brecha entre ricos y pobres, unas enormes desigualdades en algo que es básico para el ser humano como es la salud.

-Acaba de inaugurarse el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares. ¿Cómo encaja un centro de esas dimensiones en su proyecto institucional?
-El CNIC es un proyecto que surge hace ya algunos años en un momento en que la ciencia en España atravesaba un momento de bajas inversiones y falta de flexibilidad, y se opta por grandes centros nacionales gestionados por fundaciones y un poco al margen del resto del sistema de ciencia y tecnología, pretendiendo hacer centros de excelencia no bien relacionados con el resto del entorno nacional. Cuando el nuevo equipo ministerial se hace cargo del Centro, nos planteamos aprovechar esa idea inicial.

Excelencia en el CNIC
-¿Qué iniciativas se han llevado a cabo para sacar el proyecto adelante?
-En primer lugar, era necesario controlar el gasto excesivo en el que se podía incurrir y para ello la implicación de la iniciativa privada es esencial, no sólo por lo que significa de aportación de recursos adicionales a los públicos, sino por el control en función del rendimiento que ello significa. En segundo lugar, era muy importante integrar la investigación que se realice en el Centro con el resto del SNS y, para ello, contamos con el liderazgo de una persona como Valentín Fuster que tiene muy claro, y lo ha demostrado en toda su vida profesional, la necesidad de orientar la investigación básica hacia la traslación a la práctica clínica y, por tanto, que el Centro, en todas sus actividades, tiene que estar al servicio del resto del Sistema Nacional de Salud. En definitiva, hemos diseñado un modelo innovador de centro de investigación que potencie la investigación traslacional, donde se integren la iniciativa pública y privada y donde la financiación, y por tanto la incorporación y permanencia de los investigadores, esté en función de planes de acción estratégicos y de rendimiento de resultados. Este modelo es el que básicamente pretendemos fomentar, con algunas diferencias propias de cada caso particular, tanto en el propio Instituto con nuestra transformación en agencia, como en el desarrollo de los nuevos Centros de Investigación Biomédica en Red (CIBER), focalizados en determinadas áreas de interés para el SNS y cuya principal diferencia será que no contarán con una sede física única, sino que se distribuirán por todo el territorio del Estado.