Ciencia

Antonio García-Bellido

“Recomiendo a los nuevos científicos más resistencia”

20 abril, 2006 02:00

Antonio García-Bellido. Foto: Jesús Alcaraz

La semana próxima el científico Antonio García-Bellido cumple 70 años. Por este motivo, el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa-CSIC y el Museo de la Ciencia de la Obra Social "la Caixa" de Madrid han organizado una jornada homenaje el 28 de abril con la presencia de importantes personalidades de la ciencia mundial como Rolf Nothiger, Alain Ghysen, Ginés Morata, Juan Carlos Izpisúa-Belmonte y Lewis Wopert, entre otros. Bajo el título "Avances y perspectivas en el desarrollo de la Biología", las intervenciones recorrerán algunos de los aspectos fundamentales de los trabajos del profesor García-Bellido.

El despacho de Antonio García-Bellido (Madrid, 1936) respira trabajo. El sordo bullicio que le rodea hace imaginar que la vida está presente incluso en sus manifestaciones más elementales. Miembro vitalicio de la Fundación Severo Ochoa, institución de la que fue fundador, su actividad como director del laboratorio de Genética del Desarrollo se desarrolla en el Centro de Biología Molecular de Madrid, dependiente del CSIC. Su teoría de genes selectores y jerarquías génicas le ha consolidado como uno de los grandes científicos de nuestro país. Estos trabajos, entre otros, le han llevado hasta las mismas puertas del Nobel.

-¿Qué balance de su vida profesional haría a los 70 años?
-Es difícil hacer un balance. Yo estoy a gusto con mi vida. He tenido la suerte de que mis deseos y mis ambiciones se han cumplido. Quizá porque fuesen pocas o quizás, como le digo, porque he tenido suerte. Muy pronto elegí el tema al que quería dedicar mi vida, que era la investigación, y más en particular la biología, y dentro de la biología no tardé en quedarme con la Biología del Desarrollo, cómo se hace un organismo...Todo ello pienso que vino de la mano de mis lecturas...

-Y en esas lecturas, ¿estaría incluído su interés por disciplinas como la lingöística y la filosofía? ¿Encuentra algún parecido entre ellas y el método científico?
-Bueno, respecto a la filosofía, lo que te define son actitudes. Cómo enfocas un problema biológico no concreto sino general y qué merece la pena ser sabido. Eso son preguntas de tipo filosófico de teoría del conocimiento que deben plantearse los científicos. Con qué poder vamos a entender eso, qué lógica puede haber detrás y si es accesible a nuestro conocimiento. Al margen de que son los niveles más sofisticados de la actividad humana. Por su parte, la lingöística es una curiosidad. Resulta que los sistemas complejos -la lingöística es uno de ellos, el desarrollo es otro, la economía... - sorprendentemente tienen unas reglas de funcionamiento comparables. Los sistemas complejos no son cada uno de su padre y de su madre sino que tienen unas limitaciones, unas estructuras que son las que les hacen estables y que se parecen. Por estas cosas de pura curiosidad empecé a leer temas de lingöística y, sobre todo, de sintaxis. Y efectivamente tienen muchos parecidos lógicos (las sintaxis y la fonología, no la semántica) con procesos biológicos.

-¿Diría, entonces, que las llamadas Humanidades le han marcado en su actividad científica?
-Bueno, yo he tenido la fortuna de haber nacido en una familia de Humanidades que sin duda ha grabado mi manera de ser, mis ambiciones. Un poco lo que le comentaba de la filosofía. Cuando tienes esas lecturas te haces más ambicioso. Ya no es el detalle lo que te interesa sino lo que eso significa a la larga. Qué merece la pena ser conocido. Son las consideraciones de cualquier persona pensante que quiera colocarse en el mundo en el que vive. Me interesa menos la política, ya ve. ése sí que es un sistema complejo (risas), aunque también hay limitaciones y reglas, claro.

-¿Considera que la vida está hecha toda con la misma "pasta"?
-Sí, está claro. Los elementos que hacen la vida son finitos. Muy conservados, no solamente en tipos de moléculas sino en algunas moléculas que tienen especificidad como por ejemplo las proteínas, pues están especificados aminoácido a aminoácido por los genes. El grado de detalle de cada una de las cosas que ocurre en el desarrollo y en la evolución está en la estructura de esos genes.

Genes y proteínas
-¿Cómo se explica que al ser humano le cueste tanto admitir que nuestro sistema genético es como el de un ratón, un mono o una mosca?
-No sé por qué. Le voy a hacer una proposición. Los genes, las proteínas que salen de los genes, están muy conservadas y se parecen muchísimo a las de un chimpancé, un ratón o una mosca. Lo que sí difiere es cuándo se usan esos genes. Y eso no está determinado por los genes. Está determinado por unas zonas reguladoras (están en el ADN), zonas que regulan el cuándo esos genes se van a expresar, y eso depende de genes reguladores que cuando se expresan dicen: ahora tú te vas a transcribir. O sea, que la evolución ha ocurrido fundamentalmente en esas zonas reguladoras, no en las proteínas, porque las proteínas, de hecho, son transferibles. Podemos coger proteínas humanas, o genes humanos, y llevarlos a una mosca y funcionan. Lo que hace la diferencia es la sintaxis de ese sistema, no las palabras, no el léxico, sino cómo se ordenan. Ahí la evolución ha tenido un papel mayor. Y eso es lo que hace difícil entender qué ha pasado en la evolución.

-¿Podría la Biología del Desarrollo dar una explicación integral de la vida?
-Yo diría que los aspectos fisiológicos primero, y ahora los morfológicos, están empezando a ser entendidos. Pero claro, las morfologías pasan de ser una célula a ser un conjunto de células o a ser un órgano. Cuando nos metemos en algunos órganos en particular, digamos el sistema nervioso, la complejidad es impresionante. La estructura del sistema nervioso es la que determina su funcionamiento. Eso son palabras mayores: es nada menos que el comportamiento animal. Y eso es vida, porque forma parte de la vida la excitabilidad de las células y la transmisión de señales de unas células a otras. Y eso hace, a unos niveles más complicados, nada menos que el cerebro y el comportamiento. En estos aspectos todavía queda muchísimo por ver.

-¿Qué deja la vida al azar y qué a la determinación?
-Los sistemas de desarrollo dependen mucho de los genes que funcionan. En ese sentido, es muy determinista. Es decir, hay genes para definir regiones o espacio. Yo diría que los sistemas de desarrollo están muy especificados. No son células que crecen y luego razones fisico-químicas hacen que vayan de una manera u otra sino que está todo especificado genéticamente en sus núcleos, que es lo que tiene el inventario de qué cosas van a hacer esas células dadas ciertas circunstancias. No es lo que hagan en el vacío sino, dado los vecinos, empiezan a hacer cosas y eso está muy programado, muy especificado. Deja muy poco al azar.

-¿Cómo entronca esa "determinación" con la adaptación de las especies a su entorno?
-La adaptación viene luego. Lo que hace la variación genética son proposiciones de morfologías o de fisiologías y luego si el sistema da suficiente descendencia, queda establecido. En el fondo, adaptación no es más que la constatación de que el sistema vive y tiene descendientes. Si no, se convierte en una tautología o en una visión demasiado antropomórfica. Es decir, no es que estén adaptados, es que están ahí. Ahora, es verdad que tienen ciertos tipos de órganos y ciertos tipos de comportamientos dependiendo de sus contextos.

-¿Cree que habría que revisar a Darwin?
-No creo. Darwin tiene su razón de ser, su explicación es muy potente y su valor proposicional es muy profundo cuando Darwin escribe, es decir, a finales del siglo XIX. Lo que está pasando hoy día es que Darwin no conocía la función de genes y ahora empezamos a saber más cómo los genes determinan y controlan el desarrollo. Eso plantea una serie de problemas que ponen difícil el que creamos en la visión un poco simplista, que era la de la época de Darwin, en donde las pequeñas diferenciales de morfología son las que el sistema percibe para después seleccionar. Hoy ya da la sensación de que muchas de las fórmulas de construcción son fórmulas que han venido dadas, es decir, que no se han seleccionado como tal sino que son maneras que tienen los organismos de construir. Y esto es así porque ha cambiado fundamentalmente la noción de qué es lo que los genes hacen en desarrollo.

-A la "luz" de todos estos conocimientos, ¿qué opinión le merecen las teorías del llamado Creacionismo?
-Pues me sonrío. Esto son proposiciones de personas que no conocen el mundo real de la biología, de la evolución y del desarrollo. Es el producto de la ignorancia y de un idealismo (porque están embebidas de ideas religiosas) y que no son más que una china en el zapato. La ciencia, afortunadamente, sigue. Es muy seria, muy demostrable, y no creo que le afecten los "creacionismos".

Algo mensurable, real
-¿Deja la biología algún resquicio para la religión?
-La religión es un problema de la relación del individuo con la sociedad y eventualmente consigo mismo y con Dios y por lo tanto son relaciones muy abstractas, mientras que la biología está hecha de cosas muy concretas. Es mensurable, demostrable, real...

-¿Qué papel juega la intuición en la investigación?
-Es muy importante. El cerebro reconoce ciertas formas, ciertos procesos, situaciones y lo que le pide es ordenarlas de una manera causal, es decir, cómo unas cosas se derivan de otras. En el fondo es la pregunta sobre el origen de las cosas. En este caso de organismos, de procesos. Y en eso, como son muchas las variables involucradas, en ese marasmo que es el número de posibles interacciones entre molécula, genes, etc, no hay más remedio que poner cierta intuición, cierto orden, cierta prioridad. Es una especie de luz que ilumina el tratamiento de situaciones o de procesos complejos. Naturalmente, la intuición no sirve sola. Es una proposición para que después el experimento lo lleve a la demostración de que una hipótesis es cierta o falsa.

-¿Cree que la ciencia peca de especialización?
-No, en ciencia es necesaria la especialización porque tenemos que entender en detalle los mecanismos del proceso que estamos estudiando, lo cual no quiere decir que no haya que tener también hipótesis de trabajo, es decir, cómo colocar esas proposiciones de un nivel alto de resolución en unas situaciones de nivel más bajo. Y ese es el caso de la evolución. En la evolución tenemos que inferir qué es lo que ha pasado porque no lo podemos demostrar. Igual que los Físicos a la hora de explicarse el Big-Bang.

-¿Qué piensa de la situación de la ciencia en España y de la de algunos científicos como los llamados "Cajales"?
-Hay dos cosas: una es la pragmática. Si se coge a los doctores con una experiencia en el extranjero y se vienen a España no es para echarlos a los cuatro años. Habrá que hacer algo con ellos... Eso es un detalle de intendencia. Un tema más general es qué esfuerzo hace la sociedad por la ciencia en España. Hoy en día tiene que hacer mucho más de lo que hace. Tenemos que hacernos responsables de nuestra posición en el mundo. Tenga en cuenta que la ciencia ha estado muy maltratada en España durante varios siglos y cuando empezaba a levantarse un poco antes de la guerra civil se hundió. Y cuesta mucho levantarla .

Ortega y el individuo
-¿Puede abrirse paso nuestra ciencia sin esa tradición?
- Cuando tienes que levantarla desde cero tienes que crear una cultura. Y la cultura científica no se crea levantando el telón. En esto juega un papel enorme el individuo. Ahí es donde, como decía Ortega y Gasset, necesitamos la "casualidad del individuo". No las leyes, ni las ordenaciones ni las organizaciones sino el individuo. Esto es clave. Luego ya el sistema se homogeniza más y hay individuos que sirven para rellenar pero el individuo que abre brecha es algo que los países deberían aprovechar y favorecer.

-Se están celebrando aún los aniversarios de Ochoa y de Cajal... ¿Cómo ve usted el Nobel?
-Yo no lo veo. Esas cosas tienen que surgir por sorpresa. Sé de personas que sabían que se daban ciertas circunstancias para pensar que si no era un año podía ser al siguiente. En mi caso es distinto, porque mis contribuciones son de tipo teórico, de enfoque científico más que de resultados concretos (aunque los haya) por los que se dan los premios Nobeles. Nobel estableció el premio para cosas concretas del año. En lo que creo que he contribuido es en ideas y eso es más difícil que se premie con un Nobel.

Ciencia y Humanidades
-¿Qué grado de seguridad debe tener el científico?
-Un poco de seguridad sí, sino no se puede trabajar. En la inmensa mayoría de los países de nuestro entorno los científicos no tienen una posición fija de funcionario del Estado. Cierta estabilidad, pero nada más. A menos que tengas una gran vocación, si lo que buscas es una solución económica la gente deja muy pronto de meterse en cosas difíciles, y lo que hay que hacer en ciencia es precisamente meterse en cosas arriesgadas. Esa cultura de lo difícil, del riesgo, no la tenemos. Y cada vez menos, porque la gente lo que quiere es una solución económica pronto. Eso en el mundo científico es clave y no está muy extendida.

-¿Se siente reconocido?
-Sí, no me quejo. Aunque creo que estoy más reconocido fuera.

-¿Qué le recomendaría a los científicos que comienzan?
-Ilusión. Más motivaciones, más vocaciones y más resistencia. Que no intenten convertir el cheque en dinero demasiado pronto. Que se den un tiempo, que sean ambiciosos...