Image: Jerónimo López, miembro del comité organizador del Año Polar

Image: Jerónimo López, miembro del comité organizador del Año Polar

Ciencia

Jerónimo López, miembro del comité organizador del Año Polar

“El Año Polar muestra el buen momento de la ciencia española”

1 marzo, 2007 01:00

Jerónimo López. Foto: Mercedes Rodríguez

Hoy comienza el Año Polar Internacional. La mejora de los sistemas y redes de observación ante el cambio climático será uno de los temas estrella de sus jornadas. Jerónimo López, presidente del Comité Español del SCAR (Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional de 2002) y miembro del comité organizador del Año Polar, ha hablado con El Cultural sobre la situación de una de las partes más sensibles del planeta.

Uno de los principios fundamentales del Año Polar Internacional es el didáctico. Según Jerónimo López, profesor además de la Universidad Autónoma de Madrid, pretende "aumentar el conocimiento sobre las regiones polares y su papel en el sistema terrestre". Además, la edición de este año realizará el seguimiento de los cambios registrados en los últimos meses en estas zonas, tratará la gestión de la información generada, el desarrollo de nuevas tecnologías y la creación de nuevos proyectos.

-¿Son los polos las principales víctimas del Cambio Climático?
-No exclusivamente, pero sí que se cuentan entre los sectores del planeta que están sufriendo mayores cambios en los últimos decenios. El aumento de temperatura y la pérdida de hielo en el ártico están siendo muy significativos y lo mismo ocurre en la región de la Península Antártica. Sin embargo, no ocurre lo mismo en toda la Antártida, donde la situación es más compleja. Así, en el sector central de la Antártida han descendido las temperaturas en los últimos años. Las regiones polares en conjunto son frágiles y sensibles a los efectos del calentamiento global. A su vez los cambios que allí ocurren pueden tener repercusiones en el conjunto del planeta.

Circulación oceánica
-¿Qué aspectos del deterioro polar preocupan a la comunidad científica?
-Entre los temas importantes están el balance de energía en la tierra, la posible alteración del régimen de circulación oceánica y las alteraciones en el ciclo del carbono. El deshielo por causa del calentamiento tendrá consecuencias en los ecosistemas polares, tanto marinos como continentales. La fusión del hielo contenido en el suelo, el permafrost, además de tener notables efectos locales, contribuirá a la liberación de CO2 a la atmósfera. Los pobladores del ártico y las especies que allí viven sufrirán los efectos del calentamiento. Su cultura, medios de subsistencia y sus migraciones, entre otros muchos aspectos, se verán afectados en un escenario de calentamiento.

-¿Cuál de estas cuestiones puede afectar de forma más inmediata y visible al resto del planeta?
-Las superficies de hielo influyen en la reflexión de la energía solar que llega a la tierra. Si disminuye la superficie de mar helado, el océano absorberá más cantidad de energía, con el consiguiente calentamiento. La fusión de hielo, los avances glaciares hacia el mar y los aportes de aguas de fusión influirán en la temperatura y salinidad de las aguas marinas. La influencia en los sistemas globales de circulación oceánica es uno de los posibles efectos con mayor trascendencia para el conjunto del planeta, por la influencia de las corrientes marinas en el clima de muchas regiones. Por otra parte, está la contribución de la fusión de hielo continental al aumento del nivel del mar.

-¿Cuál de los dos polos vive una situación más preocupante?
-El ártico está sufriendo cambios más rápidos que la Antártida. Allí, la superficie de mar helado se ha reducido aproximadamente un 20% desde hace 27 años. últimamente el océano ártico ve reducida su superficie helada cada año en un tamaño similar a la mitad de España. También está habiendo cambios importantes en la región de la Península Antártica, donde se ha medido un calentamiento equiparable al del ártico. Sabemos que en ese sector austral la temperatura ha subido unos 2,5º C en los últimos 50 años, lo cual es del orden de unas cinco veces superior al calentamiento que ha experimentado el conjunto del planeta en ese mismo periodo. La mayoría de los glaciares se encuentran en retroceso en esa región y en los últimos años han tenido lugar roturas de extensas plataformas de hielo, como es el caso de la plataforma Larsen.

-¿Qué pueden hacer los principales gobiernos del mundo para corregir esta situación?
-Tomar conciencia del papel que estamos teniendo los humanos al interferir en ciertos procesos terrestres, en particular en el calentamiento global. Pueden tomar medidas para reducir las emisiones de gases que contribuyen al efecto invernadero y reducir los impactos negativos sobre el medio ambiente. Dado que el sistema terrestre está interconectado, a las regiones polares llegan los efectos de las acciones humanas. Eso ocurre a pesar de que se trata de zonas remotas, poco pobladas y con escasos focos de emisión de contaminantes.

-Volviendo al Año Polar Internacional, ¿cree que con los actos preparados se tomará conciencia de la situación que viven los polos?
-Sí, el programa planteado es muy ambicioso, con un alcance sin precedentes en comparación con ediciones anteriores, tanto en lo referente a investigaciones científicas como en acciones educativas y de difusión. Además, el momento de preocupación mundial por las cuestiones ambientales es muy oportuno para atender a lo que está ocurriendo en las regiones polares.

228 proyectos
-¿Se realizarán actuaciones concretas, proyectos científicos o creación de instituciones?
-Tras un intenso proceso de preparación, en el que ha intervenido la comunidad científica internacional, se ha establecido un programa de investigación y de acciones educativas y de divulgación. Este programa incluye 228 proyectos oficialmente aprobados por el ICSU-WMO Joint Committee. Todos ellos están coordinados internacionalmente y tienen unos objetivos concretos sobre temas relevantes. En cuanto a la creación de instituciones, o a evolución de las existentes, es posible que tras la celebración del Año Polar Internacional se produzcan esos efectos, como ocurrió en ediciones anteriores, en particular tras el Año Geofísico Internacional 1957-58, cuando se estableció el SCAR y el Tratado Antártico.

-¿Qué papel juega España en el estudio de los Polos, especialmente de la Antártida, con el comité del SCAR y los trabajos del Hespérides?
-España llegó tardíamente a la investigación polar, en comparación con muchos países de nuestro entorno. Sin embargo, los progresos experimentados por nuestra comunidad científica y los medios materiales y logísticos puestos en juego, entre los que el buque Hespérides juega un importante papel, han permitido que nuestro país se haya integrado y esté contribuyendo en el esfuerzo internacional de investigación de las áreas polares. Ello ha permitido, entre otras cosas, la incorporación de España al SCAR. Nuestro papel en el estudio de las regiones polares es relativamente modesto, acorde con los medios puestos en juego y con el nivel de nuestra organización. Sin embargo, existen grupos con un buen reconocimiento internacional.

-¿Da idea de nuestro nivel científico el hecho de que España se incorpore al Año Polar con instalaciones propias?
-Sí, el que España tenga dos bases en la Antártida, un buque de investigación polar y una comunidad de científicos que participa en una veintena de proyectos del programa oficial del Año Polar Internacional es una muestra más de que en nuestro país se ha avanzado considerablemente en cuanto a desarrollo científico, como en tantas otras cosas. Estamos aún lejos de otros países de nuestro entorno en lo que se refiere a medios involucrados y a organización general, pero desde luego nuestra posición es mucho mejor que en años polares anteriores, en los que no hubo participación española.

Observatorios y satélites
-¿Qué papel juegan observatorios y satélites en la vigilancia de los Polos?
-Son esenciales para obtener información fiable y para un mejor conocimiento de las regiones polares. De hecho, el reforzamiento de la red de observatorios y la observación remota desde el espacio, se cuentan entre los aspectos que se desarrollarán durante el Año Polar Internacional. Agencias espaciales, como la NASA y la ESA, contribuyen al evento.

-¿Puede el turismo acabar siendo uno de los principales problemas para la recuperación de los Polos?
-Pudiera ser, si se desarrolla de un modo excesivo y sin el adecuado control. El turismo polar ha aumentado en los últimos años. En la Antártida se ocupa de regularlo el Tratado Antártico y debe cumplir las normas del Protocolo para la Protección del Medio Ambiente Antártico. El deshielo en el ártico abre expectativas para facilitar la navegación y para el desarrollo del turismo.

-¿Qué papel juega el mencionado Tratado Antártico en esta lucha por mantener vivas estas zonas del planeta?
-Sobre el Sistema del Tratado Antártico, que incluye al propio Tratado y a las organizaciones y acuerdos en torno al mismo, le diré que ha permitido mantener a la Antártida preservada de la discordia internacional y como un lugar administrado colectivamente, y dedicado a la investigación científica, la protección ambiental y la cooperación pacífica.