Image: Cancún, una cumbre al rojo vivo

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Ciencia

Cancún, una cumbre al rojo vivo

La localidad mexicana acoge desde hoy un nuevo encuentro para controlar las emisiones de CO2

29 noviembre, 2010 01:00

Tras el estrepitoso fracaso de la cumbre de Copenhague del pasado año, Cancún toma hoy el relevo sobre el problema del Cambio Climático. Pese al pesimismo con el que se afronta este nuevo encuentro, los representantes de los principales países del mundo negociarán las emisiones de CO2 a la atmósfera condicionados por la presión que supone su enorme impacto y por los intereses económicos en juego. Aunque sus planteamientos y estructura se han quedado obsoletos, aún existe la esperanza de trabajar en beneficio del futuro del planeta. Antonio Ruiz de Elvira, catedrático de Física de la Universidad de Alcalá de Henares, propone varios puntos que deberían marcar las jornadas de trabajo y algunos aspectos que afectan a la efectividad de estas reuniones.

1) A vueltas con el CO2. La concentración de CO2 en la atmósfera, medida en partes por millón (ppm) no deja de subir, con o sin crisis económica. La razón es que el modelo matemático económico actual exige un incremento constante del consumo: una demanda creciente de energía fósil.

2) Refrigerar las jornadas. Los Hidro-Fluoro-Carbonos (HFC) que sustituyeron, por el Protocolo de Montreal, a los Cloro-Fluoro-Carbonos, se utilizan para los refrigeradores. Se desintegran en unos 15 años, pero mientras están en la atmósfera retienen muchísima más radiación infrarroja que el CO2. Se pueden reducir empleando técnicas que hagan no necesaria la refrigeración. Si no se hace, su efecto será equivalente al del CO2.

3) Biodiversidad o mutación. La vida se adapta a cualquier condición físico-química que no sea totalmente extrema. Hay bacterias que viven en medios sulfurosos y otras a 200°C. La biodiversidad no sufrirá en una situación con otro clima, pero sí se perderán especies actuales y serán sustituidas por otras. Esto nos dañará, y es una de las razones por las cuales es preciso detener este cambio climático. Las bacterias mutan en días, nosotros necesitamos decenas de miles de años. En el caso de mutar, ya no seríamos humanos.



4) Un cambio a nivel del mar. Si los glaciares cercanos a la costa de Groenlandia se deslizan hacia el mar y como consecuencia de ello se funde el resto, el agua del mar cubriría Sevilla, Cádiz, Valencia y partes de Barcelona. Esto puede suceder con alta probabilidad en una situación de cambio climático, pues el hielo se funde en la parte alta del glaciar, el agua baja hasta la roca y funciona como un lubricante. ¿Cuando se produciría ese deslizamiento masivo? No tenemos modelos para ello, pero una estimación razonable indica que pasadas las 450 ppm de CO2 su probabilidad será del 70 al 80%.

5) Un planeta vulnerable entre dos polos. El hielo se funde mediante un proceso de tipo ajedrez, no lineal, es decir de manera acelerada. Si la subida de temperatura funde en un año un metro cuadrado de hielo, el año siguiente fundirá los 4 metros cuadrados de su entorno, y el siguiente 16. Esto es teoría, pero lo vemos año tras año. Durante 2010 ya se ha abierto el Paso del Noroeste al norte del Canadá entre el Pacífico y el Atlántico.

6) El caso de Montreal. Se comparan con frecuencia las dificultades para detener el cambio climático con la efectividad del Protocolo de Montreal para eliminar los CFCs de los refrigeradores del mundo. La razón es muy sencilla: para éstos había alternativa barata, los HFCs, y sólo se trataba de refrigeradores (y no de energía). Frenar la emisión de CO2 exige un cambio de mentalidad y no un mero cambio de producto químico: exige rechazar la disipación creciente de energía.

7) ¿Qué hacer ante las economías emergentes? Estos países rechazan cualquier freno a la emisión de CO2. Sus economistas (China, India, Corea,...) se han formado en la ciencia económica tradicional, que equipara el nivel de vida con el consumo. No pueden aceptar el rechazo a los combustibles fósiles porque no conciben una alternativa a los mismos. Y bajo esa ciencia, cientos de millones de personas reclaman coches, camiones, y, por lo tanto, mayor gasto energético.

8) La ONU, una renovación necesaria. Esta institución se creó, como la ciencia económica, con objetivos muy distintos de las necesidades de 2010, y sigue fiel a los objetivos de su creación. Por lo tanto su papel se ha hecho insignificante en la situación actual de cambio climático.

9) Un nuevo desafío para Obama. Su elección como presidente despertó en su país, y en el globo, una enorme ilusión. Pero esa esperanza se ha deshecho. Obama no parece que tenga la fuerza de voluntad necesaria para poner firmes a empresas como Exxon y similares, que basan su negocio (sustancial) en la quema de combustibles fósiles.

10) Energía solar, una esperanza. La solución es la sustitución acelerada, utilizando el combustible fósil que aún tenemos, de ese combustible por energía solar. Pero esta sustitución es contraria a lo que dicen los modelos matemáticos de la ciencia económica al uso. Resultado: la energía solar se utiliza a modo de demostración. Se montan algunas plantas, pero simultáneamente se construyen otras de carbón y de gas, con el resultado que se expone en el punto 1 de este decálogo: la concentración de CO2 sigue subiendo y cada vez más deprisa.