Ciencia

Jane Lubchenco

"Los océanos se hallan en un grave deterioro"

14 junio, 2013 02:00

Jane Lubchenco en su despacho de la Universidad Estatal de Oregón. Foto: Cortesía J. Lubchenco.

El próximo jueves, 20, la Fundación BBVA entregará sus Premios Fronteras del Conocimiento. Entre los reconocidos estará la investigadora estadounidense Jane Lubchenco, que lo recibe en el apartado de Ecología y Biología de la Conservación por explicar la dinámica de los ecosistemas costeros marinos y diseñar las áreas protegidas.

Las principales dedicaciones de la investigadora Jane Lubchenco (Denver, 1947) como directora de la Administración Nacional de la Atmósfera y el Océano (NOAA) han sido llamar la atención sobre los recursos pesqueros, promover iniciativas para acabar con la sobrepesca y hacer de esta actividad algo sostenible. NOAA es una agencia que utiliza la ciencia de calidad para realizar predicciones o avisos meteorológicos destinados a administrar correctamente el estado de los océanos. Lubchenco, que la dirige desde 2009 por nombramiento del presidente Barack Obama, se muestra categórica: "Si queremos comer pescado y que los pescadores tengan trabajo, debemos comenzar a pescar de forma responsable".

A la investigadora, promotora también de la Asociación para el Estudio Interdisciplinario de los Mares Costeros -integrada por varias universidades, entre ellas, la Estatal de Oregón, en la que realiza sus trabajos desde 1977- le resulta falsa la distinción entre la iniciativa científica y la económica. Considera que la verdadera elección es la que se plantea entre el beneficio económico inmediato y la prosperidad a largo plazo. "Unos océanos y costas sanos -señala- proporcionan una riqueza de ventajas económicas que en estos momentos estamos perdiendo por no pensar en el largo plazo. La naturaleza es un capital, pero no suele tratarse como tal".

Parece que Lubchenco tiene muy claras las iniciativas políticas y científicas necesarias para preservar el funcionamiento de los ecosistemas costeros marinos. Entre ellas, gestionar las pesquerías conforme a derecho, adoptar una planificación inteligente que tenga en cuenta el ecosistema, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, proteger al menos un 20% de las aguas con la declaración de reservas marinas con prohibición total de pesca, limitar el aflujo desde tierra de nutrientes, basuras y demás contaminantes e impedir la urbanización de zonas húmedas costeras y estuarios. "En definitiva -sentencia- cambiar los incentivos con el fin de promover el pensamiento a largo plazo frente al cortoplacismo".

-¿Considera que nuestros océanos se encuentran en un estado crítico?
-Sí, los océanos de todo el mundo se hallan en una situación de grave alteración y deterioro. La disminución de la pesca, el número y extensión cada vez mayores de zonas muertas y la decoloración del coral constituyen evidencias incontestables de un problema que amenaza los beneficios que unos océanos saludables reportan a las personas: alimentos marinos nutritivos, playas limpias, espacios para la diversión y la inspiración, buenos empleos y las dinámicas poblaciones que habitan las zonas costeras. Dicho lo cual, son muchos los ciudadanos y los países que se dedican hoy a devolverles la salud. La clave radica en garantizar la sostenibilidad de la pesca y la acuicultura, la reducción al mínimo de la contaminación (incluyendo la provocada por el exceso de nutrientes procedentes de fertilizantes y aguas residuales), la disminución de los gases de efecto invernadero y la protección y restauración de los hábitats costeros. En este sentido, la reforma de la Política Pesquera Común de la UE es un excelente ejemplo de esfuerzo por llegar a una pesca sostenible.

Menos hielo, más agua

-Ha mencionado los gases de efecto invernadero, ¿cómo afecta el cambio climático a los fondos marinos?
-No tenemos demasiada información sobre los impactos del cambio climático en este tipo de zonas. Sí sabemos que está alterando significativamente la superficie: la temperatura del océano sube, las corrientes oceánicas cambian, los océanos retienen menos oxígeno, las rutas de las tormentas se están modificando, el hielo del Ártico se derrite, el nivel de las aguas se eleva... Se trata de cambios con consecuencias profundas sobre las personas.

-¿Cuál es el impacto de la acidificación del océano en las especies marinas?
-Los océanos presentan hoy un grado de acidez en torno a un 30% más del que mostraban hace 150 años. Este aumento tiene lugar porque han ido absorbiendo gran parte del dióxido de carbono que la quema de combustibles fósiles libera a la atmósfera. Cuando absorben el CO2, su acidez se incrementa. Y unos océanos más ácidos entrañan un estrés considerable para especies animales como los corales, las ostras, los mejillones y los pterópodos o mariposas de mar, que constituyen una fuente de alimento importante del salmón y la caballa. A modo de ejemplo le diré que se ha constatado ya en pequeñas ostras de Oregón y Washington. La acidificación ha sido denominada la "osteoporosis del mar", ya que debilita la capacidad de muchas plantas y animales de fabricar esqueletos o conchas de carbonato de calcio. En mi opinión, es uno de los problemas más serios de cuantos afectan a los océanos en estos momentos.

-¿Diría usted que los ecosistemas costeros son los que están sufriendo mayores daños?
-Esos ecosistemas son los más castigados por nuestros impactos, pero tenga en cuenta que no hay rincón del océano, por remoto que sea, que no esté afectado por la actividad humana.

Además de Jane Lubchenco, la Fundación BBVA ha concedido sus Premios Fronteras del Conocimiento a Ingrid Daubechies y David B. Mumford en el apartado de Ciencias Básicas por sus trabajos en teoría matemática. El de Biomedicina fue para Douglas L. Coleman y Jeffrey M. Friedman, que dieron más luz a aspectos fundamentales del apetito y la obesidad; Lotfi A. Zadeh, de la Universidad de California en Berkeley, fue reconocido con el de Tecnologías de la Información y la Comunicación por su descubrimiento de la lógica difusa, y Susan Solomon, que realiza sus investigaciones en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, fue la galardonada en el apartado de Cambio Climático por establecer conexiones entre atmósfera, clima y actividad humana. Además, el compositor y director Pierre Boulez dio nombre propio al apartado de Música Contemporánea, mientras que Paul R. Milgrom e Iniciativa Medicamentos para Enfermedades Olvidadas (DNDi) recibirán el galardón de Economía, Finanzas y Gestión de Empresas y Cooperación y Desarrollo, respectivamente.