Edición 2015 de Sónar+D

Gafas de telequinesis, ciencia colaborativa, sonido 3D, big data... El congreso de tecnología y creatividad Sónar+D, enmarcado en el festival de música barcelonés, muestra en Madrid una selección de los proyectos españoles más innovadores en colaboración con la Fundación COTEC.

El festival Sónar de Barcelona apoyó desde su inicio la experimentación sonora y la innovación en materia de tecnología musical con una programación paralela a las actuaciones musicales que mostraba los últimos avances en este campo, y desde su vigésimo aniversario esta línea se amplió a todo tipo de innovación científica y tecnológica relacionada con las industrias creativas y la cultura digital. Esta programación adquirió la entidad suficiente como para convertirse en Sónar+D, un congreso internacional con un espacio propio dentro del festival que celebra este año su cuarta edición y que su comisario, José Luis de Vicente, define como "el corazón y el cerebro del Sónar". "Nuestro objetivo es explorar, investigar y preguntarnos cuál es el papel de la comunidad artística en el sistema de la innovación", explica. "Mostramos las ideas que se están cocinando ahora, los prototipos de lo que dentro de cuatro años serán realidades plenamente operativas y que se verán en las actuaciones de la noche, delante de 20.000 personas".



Sónar+D está dirigido principalmente a los profesionales de estos sectores que quieran compartir sus conocimientos, mostrar su talento y generar oportunidades de negocio, pero también tiene el propósito de mostrar estos avances al público general, y así lo hará una vez más en los pabellones de la Fira de Barcelona, del 16 al 18 de junio. Además, en colaboración con la Fundación COTEC para la innovación, este año el festival presenta en Madrid, a modo de aperitivo, Imperdible_01. Este evento, para el que ya se han agotado las invitaciones, tendrá lugar en la Nave Boetticher del distrito de Villaverde este viernes 13 de mayo entre las 17 y las 23 horas, y en él podrán verse algunos de los proyectos españoles de innovación tecnológica más interesantes de los últimos años. Además habrá sesiones de DJ y el dúo italiano Quiet Ensemble presentarán The Enlightment, un concierto en el que lámparas y cañones de luz sustituyen a los instrumentos típicos de una orquesta.



Entre los proyectos seleccionados, los hay estrechamente ligados con el ámbito musical o artístico -realidad virtual, sonido 3D, instrumentos musicales electrónicos-; otros ocupan un espectro más amplio pero según De Vicente encajan en la línea del festival porque muestran los modos de proceder de las nuevas comunidades creativas: la filosofía maker, la impresión 3D, la autofabricación, la innovación colaborativa o el código abierto. En este enlace puedes consultar todos los proyectos, de los que destacamos algunos a continuación.



Gafas de telequinesis

En un local del barrio de la Magdalena, en Zaragoza, un grupo de amigos interesados en tecnología ha inventado unas gafas que permiten controlar objetos con la mirada. El colectivo se llama Makeroni y es "una asociación artístico-tecnológica sin ánimo de lucro". Su invento, Eye of Horus, ganó en 2015 un premio de la NASA y en enero de este año compitió en las semifinales de un concurso internacional de robótica organizado en Dubai contra universidades tan prestigiosas como Harvard, Stanford o el MIT. Estos centros destinan millones de euros a sus departamentos de robótica e inteligencia artificial, mientras que el presupuesto de estos aragoneses se limita básicamente a "los 30 euros que cada uno ponemos para pagar el local", explica uno de ellos, Luis Antonio Martín Nuez.



Eye of Horus, dispositivo de control remoto ocular creado por Makeroni Labs

Eye of Horus tiene una montura impresa en 3D y dos cámaras: una apunta a la pupila del usuario, la otra hacia el frente. Cuando el usuario fija la mirada en un punto fijo, el sistema averigua qué está mirando y puede interactuar con ese objeto, siempre que tenga wifi y bluetooth o lleve acoplado un dispositivo específico que sí tenga esta conectividad. Por ejemplo, han implantado con éxito en una silla de ruedas eléctrica una pieza que controla su joystick, de modo que una persona tetraplégica puede conducir la silla indicando con la mirada hacia dónde quiere ir.



"Todos los miembros del colectivo tenemos un perfil tecnológico. Somos ingenieros, informáticos, alguno trabaja en el CSIC, otros en empresas de TIC... y para desconectar de eso por las tardes nos reunimos para trabajar en proyectos más divertidos. Pensamos cosas raras y tratamos de materializarlas. Para nosotros la tecnología no es un fin, sino una herramienta para poner en práctica nuestras ideas", explica Martín.



Dado que Eye of Horus puede emparejarse con cualquier dispositivo con tecnología inalámbrica -eso sí, previa programación de un experto-, en un futuro podría aplicarse al ámbito artístico, especialmente para conciertos de música o artes escénicas. En este vídeo puede verse a una de las integrantes del colectivo Makeroni encendiendo una lámpara mientras tiene las dos manos ocupadas:







Echando una mano (biónica)

Uno de los proyectos más llamativos lo presenta Medialab-Prado, el laboratorio cultural ciudadano del Ayuntamiento de Madrid especializado en experimentación y aprendizaje colectivo. Se trata de una mano biónica para niños diseñada de forma colaborativa y en código abierto, un método que consiste en compartir libremente la información necesaria para que cualquier persona pueda construirse su propia prótesis y mejorarla. La iniciativa nació del colectivo Exando una Mano de Sevilla y se está llevando a cabo en Medialab-Prado dentro de la línea de trabajo Autofabricantes. "La industria de las prótesis es una industria muy cerrada, en la que solo se lucran los laboratorios. Esta es una iniciativa muy importante que rompe los esquemas del mercado", explica Clara Lapetra, coordinadora general de MediaLab-Prado.



Prototipo de prótesis mioeléctrica creada por el equipo Autofabricantes en Medialab-Prado

Esta prótesis mioeléctrica está formada por unas piezas impresas en 3D a las que se añaden unos motores de tan solo 4 gramos de peso y unos sensores que captan los impulsos eléctricos de los músculos del brazo y de la muñeca que moverían una mano natural, explica el coordinador del proyecto, Francisco Díaz. El prototipo aún no está terminado, de modo que en la exhibición del viernes, el grupo Autofabricantes mostrará el estado de la investigación y, ya que el evento está ligado a la música, han preparado una instalación en la que una programación informática premite a una mano tocar el piano.



Sonido en tres dimensiones

En los años 50, el estéreo supuso una revolución en el mundo del sonido porque, al dividir la fuente en dos canales, simulaba mejor las condiciones espaciales en las que se emiten los sonidos en la vida real. En los 80 llegó el 5.1, que generaba por primera vez en el espectador una sensación de sonido envolvente al rodearlo con cinco altavoces más un subwoofer para las frecuencias graves. Ahora desde Eurecat, el Centro Tecnológico de Cataluña, un equipo de investigadores pretende llevar a la industria la revolución de la música en 3D. Esta tecnología supone un gran salto en el sonido inmersivo, ya que con este método se utilizan muchos más altavoces ubicados en un espacio que ya no es circular, sino esférico. En Madrid lo demostrarán con 13 altavoces más un subwoofer, y en Sónar+D instalarán 25. De este modo, el sonido puede proceder desde cualquier punto de la esfera (del suelo, del techo, de una esquina, de los lados...) y moverse por todo el espacio de una forma mucho más gradual y también generar la sensación de acercamiento o distanciamiento con respecto al receptor. Además, este sistema se puede replicar en formato binaural, es decir, para ser experimentado con auriculares (aquí una muestra).



Laboratorio de sonido 3D de Eurecat

Adan Garriga, director de Tecnologías Audiovisuales de Eurecat, es el responsable del proyecto: "Esta tecnología lleva varios años desarrollándose y ya está presente en cines. Nosotros estamos creando las herramientas para que también se pueda aplicar a la música en directo, y también en estudio", explica. Para ello, los músicos y los ingenieros de sonido no necesitan aprender a distribuir la señal acústica de cada pista por cada uno de los canales que componen el sistema, basta con indicarle a un plugin (complemento que se instala en el programa de edición de audio) de qué dirección quiere que proceda el sonido y este realiza los cálculos necesarios para enviar a cada canal la cantidad justa de sonido para crear la ilusión espacial.



La música en un mapa virtual

En el Barcelona Supercomputing Center trabajan con el llamado big data, cantidades ingentes de información que el equipo de visualización científica convierte en gráficos y vídeos comprensibles que sirven a los investigadores para comunicar sus resultados al resto de la sociedad. En Imperdible_01 presentarán A.Track.tion, un mapa virtual de la evolución de los gustos musicales durante el siglo XX y en el que también se muestra la influencia que unos géneros han ejercido sobre otros. Para ello han utilizado los datos históricos de la lista de éxitos Billboard, así como información publicada en Wikipedia sobre el género al que pertenecen las canciones del estudio.



En la era de la sobreinformación, la visualización de datos ha cobrado una importancia cada vez mayor en ámbitos como la ciencia y el periodismo. Una prueba de ello es que en los últimos años se han concedido varios premios Pulitzer a reportajes basados sobre todo en la visualización de datos, explica Fernando Cuccietti, jefe del equipo de visualización de datos del BSC, formado por diseñadores gráficos, programadores informáticos, expertos en experiencia del usuario y en análisis de datos. Para Sónar+D han instalado este gráfico en una gran pantalla táctil.



@FDQuijano