Image: Nobel de Medicina al reciclaje celular

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Ciencia

Nobel de Medicina al reciclaje celular

3 octubre, 2016 02:00

Yoshinori Ohsumi

El investigador japonés Yoshinori Ohsumi obtiene el galardón por sus descubrimientos en el campo de la autofagia, un procedimiento para degradar y reciclar componentes celulares.

"Las mutaciones de los genes de la autofagia pueden provocar enfermedades. Este proceso está implicado en varias afecciones como el cáncer y las enfermedades neurológicas". Así ha argumentado el jurado del Instituto Karolinska de Estocolmo el galardón al trabajo de Yoshinori Ohsumi (Fukuoka, 1945). Doctorado por la Universidad de Tokio en 1974, Ohsumi pasó tres años en la Universidad Rockefeller y regresó su universidad en 1988, donde estableció su grupo de investigación. Desde 2009 es profesor en el Instituto de Tecnología de la capital nipona.

El concepto de autofagia surgió durante la década de 1960, cuando numerosos investigadores observaron por primera vez que la célula podría destruir sus propios contenidos. Los descubrimientos de Oshumi condujeron a un nuevo paradigma en la comprensión de cómo la célula era capaz de reciclarlos. Sus hallazgos han sido cruciales para entender cómo se renuevan las células y abren el camino para la comprensión de la importancia fundamental de la autofagia en muchos procesos fisiológicos, tales como en la adaptación a la inanición o la respuesta a las infecciones.

Las dificultades en el estudio de este fenómeno mostraron lo poco que se sabía sobre este proceso, hasta que, en una serie de experimentos en los noventa, Oshumi utilizó levadura para identificar los genes esenciales para la autofagia. A continuación, pasó a dilucidar los mecanismos subyacentes de la autofagia en la levadura y mostró que era una maquinaria similar a la que se utiliza en nuestras células.

Gracias al investigador nipón y a otros que siguieron sus pasos, ahora se sabe que este proceso puede proporcionar con rapidez combustible para la renovación de los componentes celulares, mostrándose así esencial para la respuesta celular a la inanición y a otras variantes de estrés.

Tras la infección, la autofagia puede eliminar la invasión de bacterias y virus intracelulares, además de contribuir al desarrollo embrionario y la diferenciación celular. Cabría señalar que las células también utilizan la autofagia para eliminar las proteínas y órganos dañados, un mecanismo de control de calidad que es fundamental para contrarrestar las consecuencias negativas del envejecimiento.

Además, las mutaciones en los genes durante la autofagia pueden causar enfermedad genética. Estas alteraciones se han relacionado incluso con el cáncer. En estos momentos, y gracias al avance que ha supuesto el trabajo de Oshumi, se están estudiando fármacos que puedan dirigirse al tratamiento del proceso de autofagia en diversas enfermedades.

El pasado año el Nobel de Medicina recayó en varios estudios sobre enfermedades parasitarias. En William C. Campbell y Satoshi Omura, por descubrir una nueva terapia contra infecciones de lombrices redondas (nemátodos), y en Youyou Tu por desarrollar un tratamiento novedoso contra la malaria.

Es la Asamblea Nobel en el Instituto Karolinska de Estocolmo la encargada de designar los correspondientes Premios Nobel de Medicina entre los candidatos recomendados por el Comité Nobel de Fisiología y Medicina. Este Comité, encargado de hacer la selección final de candidatos se compone de 5 miembros elegidos por un perídodo de tres años según los Estatutos de la Fundación Nobel, además del Secretario de la Asamblea Nobel mencionada, que tiene un total de 50 miembros elegidos por profesores universitarios en materias médicas pertenecientes al Instituto Karolinska.

Este Nobel de Medicina, dotado con 8 millones de coronas suecas, es el primero de los reconociemientos que la academia sueca entregará en los próximos días. Esta semana continuarán entregándose el resto de galardones.