No podía ser de otra forma porque, hasta el momento, es la única esperanza a la que podemos agarrarnos. El proceso de vacunación para luchar contra la Covid 19, iniciado a comienzos de año, sigue albergando el concepto de salvación en el ocaso de 2021. La Fundación del Español Urgente (FundéuRAE) ha elegido "vacuna" como palabra del año 2021. Objeto de disenso y caldo de cultivo ideal para conspiranoicos y fatalistas, la realidad es que hoy es el vocablo de la fe pronunciado en nuestras bocas: vacuna.
En solo doce meses la palabra "vacuna" ha agitado notablemente los estadios sentimentales de la población. De símbolo de esperanza que marcaba el principio del fin de la pandemia al inicio del año hasta una nueva decepción en los días que vivimos. La esperanza mudó hacia una suerte de "nueva normalidad" provocada por la magnífica respuesta de la gente en general. Las imágenes de las inyecciones y las largas colas frente a los hospitales, pabellones y otros espacios acondicionados para la vacunación se convirtieron en habituales. Hoy la esperanza agoniza en un gran porcentaje de la población, pues la vacuna arrastra dosis adicionales y el surgimiento de nuevas variantes derivadas de la Covid 19.
Además de por su gran presencia en el debate social, político, científico y económico, la Fundación la ha seleccionado por su "interés lingüístico", e informan del surgimiento de la vacuna en el siglo XVII "a raíz del descubrimiento del médico inglés Edward Jenner de que los infectados por la viruela vacuna o bovina quedaban protegidos frente a la viruela humana" . En español, se utilizó durante un tiempo vaccina (creada a partir del latín vaccinus, es decir, "de la vaca"), pero terminó imponiéndose "vacuna". La palabra aparece por primera vez en el Diccionario de la RAE en 1803, aunque no con su significado actual, que se incluyó en 1914.
Esta es la novena ocasión en que la FundéuRAE, fundación promovida por la Agencia EFE y la Real Academia Española, escoge su palabra del año, seleccionada por su especial repercusión en los medios de comunicación de todo el mundo y su interés desde el punto de vista lingüístico. Se ha impuesto a las otras once candidatas de la Fundación, entre las que se encontraban palabras como "fajana", "criptomoneda" o "negacionista", a propósito de las conspiraciones referenciadas en líneas anteriores.
Los vocablos vinculados al coronavirus agruparon una parte importante de las candidatas a palabra del año de la FundéuRAE de 2021, como ya ocurrió en 2020. Además de "vacuna" y "negacionista", entre las elegidas se encontraba "variante". Otras dos hallan correspondencia en la forma en la que la pandemia ha condicionado nuestras vidas: "desabastecimiento" y "cámper". Las demás candidatas se referían al medioambiente ("ecoansiedad", "carbononeutralidad"), la tecnología ("metaverso") y otras cuestiones de actualidad ("megavatio" y "talibán").
La FundéuRAE ha realizado numerosas recomendaciones durante 2021, varias de ellas enfocadas a la confusión de ciertas palabras con otros términos, como "suero", "antídoto" o "inmunización". En cualquier caso, su utilización ha generado dudas con ciertos verbos. Por ejemplo, "inocular" se refiere a administrar una vacuna, mientras que "inyectar" solo a una forma concreta de hacerlo. También otras voces relacionadas han protagonizado recomendaciones y consultas de la Fundación este año, como "tripanofobia" o "miedo irracional a las inyecciones" o "inmunidad de rebaño", para referirse a la teoría de que, si la mayor parte de una población se inmuniza frente a un virus, este grupo proporcionará protección indirecta a los no vacunados.