Cine

Maestro de las tinieblas

Fritz Lang

30 enero, 2000 01:00

El National Film Theatre de Londres ha organizado la mayor retrospectiva jamás celebrada sobre el cineasta Fritz Lang. A la completísima revisión que la filmoteca londinense dedica al autor de Sólo se vive una vez (que recupera algunas joyas de su filmografía hasta ahora perdidas y la versión completa de Metrópolis, su obra cumbre), se añade la reedición en España del estudio de Paul M. Jensen sobre la obra del director alemán, Sombras en el cine (JC), y la publicación de dos nuevos ensayos sobre sus películas.

La trayectoria cinematográfica de Fritz Lang se inició y finalizó en su país natal marcada por la fantasía del expresionismo alemán, con un periodo intermedio en Estados Unidos, donde se convirtió en uno de los maestros indiscutibles y precursores del film noir en Hollywood. La muestra recorre este fascinante camino por la obra de Lang, con un itinerario que no sólo cuenta con los títulos más conocidos, sino que también se pierde en recónditos recovecos donde muestran material inédito rodado por el director de El exorcista, William Friedkin, en el que entrevista a Fritz Lang para la realización de un documental que nunca se llegó a finalizar.

De hecho, la retrospectiva forma parte de una serie de eventos culturales dedicados al cineasta alemán organizados por el British Film Institute (BFI), que se completan con la publicación de tres libros nuevos sobre Lang. El primero de ellos, The Films of Fritz Lang: Allegories of Vision and Modernity es un estudio meticuloso de la obra del director, escrito por el crítico de cine Tom Gunning; y dos nuevos títulos de la colección que edita regularmente del BFI, Film Classics; Metropolis, de Thomas Elsaesser y M, de Anton Kaes. Para completar los eventos dedicados al famoso cineasta, el propio Tom Gunning ha preparado un interesantísimo seminario, que bajo el título "Fritz Lang: el teléfono y el terreno de la modernidad en las películas de Fritz Lang", analiza cómo el uso del teléfono en los filmes de Lang contribuye a la incursión de la modernidad.

Como si se tratase de una ley matemática proporcional, parece que el cine de Fritz Lang se ha visto sujeto a tantas interpretaciones como diferentes etapas y estilos ha semblado a lo largo de su carrera. Sin embargo, tal y como asegura el comisario de la retrospectiva del NFT, el crítico Julian Petley, "dentro de estas divergencias, lo que es indiscutible es que Lang ha sido aclamado como un autor. Las cualidades formales de sus películas alemanas se han alabado hasta ponerlas por los cielos, y temas personales sistemáticos como el aspecto implacable de la fe, la decepción de las apariencias, la arbitrariedad de la justicia humana y la actitud tan hostil que la sociedad muestra hacia los extraños, aparecen a lo largo de toda su carrera". Esta es una de las razones por las que Petley ha decidido clasificar la retrospectiva en diferentes secciones que tiene como común denominador alguna de las temáticas recurrentes de la trayectoria cinematografía de Fritz Lang.

La muestra arranca con el apartado que lleva por título "Los clásicos de Fritz Lang", en el que se incluyen algunos de los ejemplos más brillantes y representativos del género film noir con películas como M, el primer filme sonoro de Lang; La mujer del cuadro, con un trío de actores en el reparto compuesto por Edward G. Robinson, Jean Bennet y Dan Duryca, que el director volvería a reclutar en Perversidad, uno de los filmes más curiosos de Lang que está basado en el clásico de Renoir, La golfa; Los sobornados, considerada una de las obras maestras y también más violentas películas de Lang; Más allá de la duda, que fue su último filme de la etapa americana en una historia apasionante y ambigua protagonizada por Dana Andrews y Joan Fontaine.

Inteligente selección

Pasando casi de un extremo a otro en la carrera del director, el siguiente apartado de la retrospectiva, "El Fritz Lang poco común", ha recuperado algunas joyas que se consideraban perdidas. Uno de los títulos más esperados por los críticos es Harakiri, una curiosa adaptación cinematográfica de Madame Butterfly dirigida en 1919. Durante años se creyó que esta película se había perdido para siempre, pero a mediados de los ochenta se encontró una copia en el Museo del Cine de Holanda. Das wandernde Bild es otra película "perdida" que va a ver su estreno en Londres, y que se recuperó en 1986 en la Cinemateca Brasileña de Sao Paulo. Su especial interés se centra en que marca la colaboración de Lang con el autor Thea von Harboy, que finalizó en 1933 cuando el director abandonó su país natal para instalarse en Estados Unidos. La última película de esta sección es Vier um die Frau, de 1920, que constituye un buen ejemplo de los inicios del sentido visual y de estilo, con una iluminación magnífica sobre todo en las escenas nocturnas, que se convertirían en una de las marcas de estilo más valoradas en la carrera de Fritz Lang.

La sección "El Fritz Lang desprevenido" es una inteligente selección de películas que muestran claramente algunas de las obsesiones más recurrentes del director: fe, venganza, decepción de las apariencias y la falsedad del sistema judicial. El primer filme de la etapa americana de Lang se ha convertido en el ejemplo más representativo de esta faceta de Lang, Furia, protagonizada por Spencer Tracy, que nos ofrece un impresionante retrato de un hombre inocente acusado por equivocación que se convierte en un obsesivo vengador. El resto de películas incluidas en esta sección cuenta con otras joyas como Secreto tras la puerta, Clash by Night, Deseos humanos y Mientras Nueva York duerme. Aunque no se trate del mejor filme de esta sección, La gardenia azul, protagonizada por Anne Baxter, provocó una airada reacción en algunos directores como Peter Bogdanovich, que la calificó como "una descripción particularmente envenenada de la vida en América", o Eric Rohmer, que se refirió a ella en Cahiers du Cinéma como precursora del "realismo vicioso".

Otros aspectos que ponen de manifiesto esta retrospectiva es el increíble eclecticismo así como la prolijidad de la obra de Fritz Lang, que también cuenta con otras secciones tan diferentes como "Los westerns de Fritz Lang". La venganza de Frank James, su primera película en color, Espíritu de conquista y Encubridora, que está considerado su mejor western (y que cuenta con una magnífica interpretación de Marlene Dietrich) conforman esta sección. Siguiendo el recorrido de la muestra del NFT, la obra de Lang nos adentra en El mundo de los bajos fondos, en el que de nuevo el cineasta alemán demostró su dominio y maestría, como en la segunda película de su etapa americana, Sólo se vive una vez. Protagonizada por Henry Fonda, se trata de uno de los filmes de Lang más dramáticos y excitantes, así como uno de los ejemplos más logrados de uno de sus temas favoritos: la fatalidad del destino. Esta sección es doblemente relevante ya que también incluye la trilogía del doctor Mabuse.

Mundos exóticos

Una nueva faceta de Fritz Lang se explora en el apartado "Mito, metafísica y leyenda", que muestra el interés del director por la recreación de mundos llenos de exotismo y misticismo, como Der mude Tod, en la que una joven intenta recuperar al amante perdido de la muerte, y sobre la que el propio Buñuel llegó a decir que "abrió mis ojos a la poética expresividad del cine". La atmósfera de cuento de hadas recreada en el filme, es fruto de un compendio de elementos y colaboraciones entre Lang y un equipo de directores artísticos tan magníficos como imaginativos y las propias influencias del romanticismo alemán, con las pinturas de Friedrich y los escritos de Novalis y Hoffman. El resto de las películas de esta sección se completan con El tigre de Singapur, y su continuación La tumba india, Los contrabandistas de Moonfleet, y las dos partes de Los Nibelungos.
La llegada de la Segunda Guerra Mundial coincidió de pleno con la etapa americana de Fritz Lang, entre los años 1936 y 1956, y al igual que ocurrió con otros de sus contemporáneos, el conflicto influyó su trabajo con una serie de filmes antinazis tan interesantes como El hombre atrapado, The Ministry of Fear, Hangmen Also Die y Cloak and Dagger.

Al llegar al final de este exhaustivo repaso de la cinematrografía de Fritz Lang, si de alguna manera tuviéramos que resumir su significado, quizá las palabras del crítico de cine Charles L. P. Silet sean muy acertadas: "A lo largo de toda su vida, Lang amoldó su talento para que se adaptase a los cambios que se producían a su alrededor, y de esta manera creó un ente creativo de una importancia incuestionable en el desarrollo de la historia del cine".

Corrientes críticas

Con este homenaje tan claro y conciso, Silet se sitúa más allá de las dos corrientes críticas de Lang. Por un lado, la que asegura que la obra posterior a la etapa alemana tiene muy poco interés; y por el otro, la línea mantenida por la prestigiosa revista Cahiers du Cinéma, que opina que la etapa americana es superior a la alemana, ya que en ella Fritz Lang logra deshacerse de las constricciones artísticas y al didactismo romántico, adherido a la cultura germana. Sin embargo, pocos críticos distan de la opinión del comisario de la retrospectiva, Julian Petley, que asegura que Metrópolis sigue siendo uno de los trabajos más memorables y conocidos del director, y uno de los filmes más influyentes que emergieron de la Alemania de los años 20 y de la historia del cine mudo en general. De hecho es una obra mayor del género de ciencia ficción, precursor, no solamente de Blade Runner, sino de la fascinación contemporánea de la ciudad. Como reflejo de esta importancia, la sección "El Fritz Lang futurista" está dedicada casi exclusivamente a Metrópolis, con la excepción de La mujer en la luna, un filme de escala épica lleno de ingenio y que supone una curiosa mezcla de la fantasía de Méliès y la grandilocuencia de Langian. Aunque sin duda el evento más destacado es el "Día de Metrópolis", en el que se ofrece la invalorable oportunidad de ver una versión completa de Metrópolis restaurada por Enno Patalas, desde que tanto la UFA en Alemania, como la Paramount en Estados Unidos, preocupados por su longitud cortaron algunos fragmentos.