Cine

La amarga historia de un secundario

"El figurante", de Rómulo Aguillaume

12 marzo, 2000 01:00

Rómulo Aguillaume acaba de estrenar su primer corto en 35 mm, una película que ha logrado, antes de pasar por ningún certamen español, viajar al prestigioso Festival de Cartagena de Indias, que forma parte del circuito de los Oscar. Esta "comedia amarga", protagonizada por Manuel Manquiña, Juan Luis Galiardo, Leonor Watling y Roberto Bodegas, cuenta la dura y disparatada vida de un figurante.

El mundo de los figurantes es, quizá, la parte más oscura y desconocida de un rodaje. Figurantes son aquellos en los que nadie repara, ni el director, ni los técnicos, ni, por supuesto, los actores principales. Son los que se bañan en el mar, los que pasean por la calle, los que bajan las escaleras del juzgado, los que esperan en la barra de un bar, los que acuden a la manifestación. Son los que, por cuatro mil pesetas y un bocadillo al día, convierten en reales todas las escenas. Y son, sobre todo, los que no pierden la esperanza de que alguien se fije en ellos. Si no todos, sí algunos: Los que quieren ser actores, los que llevan toda la vida esperando su "figuración especial", su gran papel. Y así es Andrés Payaró/Manuel Manquiña, protagonista de El figurante, el primer cortometraje profesional de Rómulo Aguillaume (Madrid, 1971).

"Hace dos años -cuenta el director- Guillermo García-Ramos (coguionista y productor) me propuso rodar un corto en los ratos muertos del rodaje de una película. Fue entonces cuando escribimos este guión, un día en la vida de un figurante, pensando en aprovechar así los decorados y los medios técnicos que esa película nos podía ofrecer. Pero esa historia nunca salió adelante. Guillermo y yo nos fuimos a estudiar cine a la New York Film Academy y al volver nos planteamos retomar aquel texto que, por fin, rodamos, en Madrid, el verano pasado". Se puede decir que Aguillaume ha realizado una película basada en hechos reales: un figurante espera su gran oportunidad en el rodaje de un película sobre Mayo del 68. Y es que, después de licenciarse en derecho y descubrir que lo suyo era el cine, Aguillaume tuvo que darse prisa en aprender. Se apuntó a cuanto rodaje le fue posible, como ayudante de todo el mundo.

Horas de espera


Uno de esos trabajos fue el de coordinador de los figurantes (un personaje también presente en su primer corto en 35 mm.); allí vivió de cerca las condiciones en las que trabajan estos desconocidos, las horas de espera sin explicaciones, el muro infranqueable que los separa del resto del equipo. Y en esto se basó para escribir. Un corto sobre un rodaje en tono de comedia. "Podía haber rodado la historia al estilo de Ken Loach y haber hecho un drama pero decidí acercarme más a las películas de Berlanga y hacer una comedia amarga ", dice.

En esta primera aventura, Aguillaume ha contado con un inigualable plantel de actores: Manuel Manquiña (el figurante protagonista), Juan Luis Galiardo (el portero), Leonor Watling (la estrella) y Roberto Bodegas (el director), que trabajan junto con Fede Celada, Rubén Ochandiano y Germán Montaner, entre otros. "Lo cierto es que el hecho de contar con nombres conocidos en un primer corto te abre muchas puertas. En cuanto a la producción y distribución creo que es importante tener una buena nómina de actores ya famosos. Manquiña se unió al proyecto en cuanto leyó el guión, Leonor es amiga nuestra y Galiardo no fue difícil de convencer", asegura el director.
Aguillaume es de los convencidos de que para hacer un largometraje es necesario haber rodado un corto: "Es una tarjeta de presentación ineludible. Parece que las productoras, si no ven un corto tuyo no se arriesgan". En esta ocasión, al enfrentarse al rodaje de El figurante, Aguillaume y García-Ramos no contaron con ayudas económicas externas. "Gracias al poco dinero que pudimos reunir nosotros -comenta el realizador- y el que nos prestaron nuestras familias empezamos el rodaje. Luego, hemos logrado un millón de la Comunidad de Madrid, un millón y medio del Ministerio de Cultura y la compra de los derechos para televisión por parte de Canal +". Nada mal para un primer trabajo que ha contado con un presupuesto de 4 millones de pesetas, gestionados por la productora I+D+C, de Pedro García-Ramos, una empresa que, con El figurante, debuta también en la producción cinematográfica.

En cuanto a los festivales, el corto acaba de volver del Festival de Cartagena de Indias, una de las principales citas en Latinoamérica y desde la que se puede optar a la preselección para convertirse en uno de los próximos nominados a los Oscar.

Y para más adelante, el director prepara un guión basado en el diario de un preso gallego, Xosé Tarrío, encarcelado desde los dieciocho años. Un nuevo reto para Aguillaume.