"Abuelitos" de Francisco Plaza, es uno de los nueve cortos españoles de la sección oficial

Pecando de inmodestia se diría que es el Clermont Ferrand español. Lo que sí es seguro es que se trata del principal mercado internacional del cortometraje de nuestro país. Un catálogo con 450 trabajos a la venta, de los cuales casi un centenar son españoles, está a disposición de distribuidoras, productoras, televisiones y salas de todo el mundo. Son compradores potenciales que visitarán Valencia los últimos días de la semana dedicada al Cinema Jove, que se celebra en la capital levantina del 17 al 24 de junio.

¿Dónde se abastecen los canales de distribución de cortometrajes? ¿Dónde hacen la compra los que comercian con cortos? ¿Dónde buscan lo mejor para exhibir las televisiones nacionales y extranjeras? Es en los mercados del cortometraje, en Clermont Ferrand, a nivel internacional, y en Valencia los que buscan, sobre todo, cortos españoles. Es la gran plaza de abastos de Levante: tres días (del 22 al 24 de junio) donde distribuidores, productores, televisiones y salas de todo el mundo visionarán casi un centenar de películas españolas y 350 extranjeras en 12 cabinas que el Cinema Jove instala con el objeto de promocionar, sobre todo, el género español. Además, por supuesto, de la exhibición de los cortos en salas de pantalla grande: el Mercado del Corto coincide, lógicamente, con los días en que se celebra el concurso de la sección oficial de cortos del Cinema.

Pero, ¿cómo se organiza un mercado de estas características? "Nosotros invitamos a venir a las productoras y a los canales que sabemos se interesan por el corto, como BBC, Chanel 4, Canal +, las televisiones autonómicas...", dice Piluca Baquero, directora de esta feria desde su primera edición, en 1994, "ponemos en contacto a la productora o al cortometrista directamente con el distribuidor o con el exhibidor, porque también vienen a Valencia seleccionadores de festivales de todo el mundo", continua.

Una sala llena de cortos

Rafael Maluenda, director del Cinema Jove -que estrena el cargo coincidiendo con la celebración de los quince años del festival-, asegura que "hay un interés creciente por participar en el Mercado. Las televisiones tratan de contentar a un público cada vez más interesado en los cortometrajes, por lo que ahora son más necesarios estos foros". Por ello el Cinema se preocupa cada vez más por cuidar esta sección del festival: pone a disposición de los compradores e interesados una sala con estanterías cubiertas, del suelo al techo, por cintas con los cortometrajes que participan en el mercado (que no tienen por qué coincidir con los del concurso oficial), además de las cabinas con televisión y vídeo para visionar. Los cortometristas saben así donde encontrar a sus posibles compradores y tienen la oportunidad de presentarse, de hablar con ellos, en definitiva, de vender su obra. El Cinema facilita sobre todo este contacto. "Queremos que el director tenga conciencia de que su trabajo se puede rentabilizar, es difícil pero se puede", comenta Piluca Baquero.

En este sentido, los datos que aporta el Mercado de Valencia son positivos: el año pasado se cerraron casi 100 ventas en tres días. Teniendo en cuenta que, según datos del Ministerio de Cultura, en 1999 se rodaron 124 cortometrajes en España y que en el Mercado se reúnen películas de los dos últimos años, la lectura permite ser optimista. Y sobre la buena etapa que atraviesa el Mercado no hay duda: este año Estados Unidos y Japón estarán presentes por primera vez con productoras y distribuidoras, "son los dos mercados que en este momento están a la vanguardia del sector y que vengan a Valencia es muy importante para los directores", asegura Maluenda. Sin querer competir con Clermont Ferrand, el Mercado Internacional del Cortometraje sirve sobre todo para que los compradores encuentren trabajos españoles.

Un mercado para todos

Productores y distribuidores están por una vez de acuerdo: a todos ayuda este Mercado del Corto. "Un festival siempre viene bien al director y si además está acompañado de un mercado, las oportunidades de vender el producto son mayores", comenta Ana Sánchez-Gijón, quien, desde La Mirada, ha producido, por ejemplo, Ruleta, la archipremiadísima película de Roberto Santiago. "Nosotros no solemos vender a distribuidores -comenta la productora-, hemos tenido muchísimos problemas con ellos. Así que un mercado nos da la oportunidad de tratar directamente con el comprador".

La escasez de distribuidoras de cortometrajes en España hace que el mercado valenciano se preocupe directamente por su papel como canal efectivo de compra y venta: al Mercado de Valencia sólo acudirá Morphe Art Pictures, una joven empresa catalana. Pepe Romero, su responsable de adquisiciones, señala lo importante que es Europa para las películas made in Spain: "Los países que más compran son Alemania y Francia, aunque también los países escandinavos compran cortos españoles". Esto último no es de extrañar ya que Noruega, por ejemplo, tiene ya un canal de televisión que emite cortometrajes 24 horas. "En Valencia -dice Romero- se potencia el movimiento de obras españolas por todo el mundo". No hay que olvidar que, durante estos tres días de mercado, estará en España Atom Films, la distribuidora de cortos más importante en Estados Unidos y Reino Unido: toda una oportunidad para nuestros más noveles cineastas.