Image: El cine se va animando

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Cine

El cine se va animando

Primera edición de AnimaMadrid

6 diciembre, 2000 01:00

Gastropotens II, de Pablo Llorens

Llega Animadrid, un festival dedicado en exclusiva a la animación. La Comunidad de Madrid ha organizado un ambicioso certamen que nace con aspiración de ser internacional. Del 11 al 16 de diciembre, 56 cortos españoles de la década de los noventa participan en el festival, que pulsará, a través de sus proyecciones y mesas redondas, la situación de un formato en pleno auge.

No nos engañemos, la producción en España de cortometrajes de animación es muy reducida: de las 160 producciones anuales, menos de un cinco por ciento son de animación. Y, aunque el sector está experimentando un incremento cuantitativo, carece todavía de un foro adecuado que reúna a todos los profesionales interesados. Aquí es donde entra Animadrid, el I Festival de Animación de la Comunidad de Madrid. Un certamen que, lejos de ser un mero concurso, quiere ser un lugar de encuentro, una convocatoria necesaria que tome el pulso a directores, productores, profesores y asociaciones para poner de manifiesto las carencias del sector. "Creemos que este es un buen momento para inaugurar un festival de estas características. La animación gana adeptos y los festivales más generalistas incluyen ya, por norma, cortos de este tipo", comenta Antonio Delgado, coordinador del festival.

Análisis del sector

El certamen ha nacido con una sección competitiva de cortometrajes y varias informativas; pero también, y eso es lo más importante, con un claro y bien definido programa de mesas redondas (organizadas por las asociaciones de animación españolas, AEPA y APIA), en las que se quiere debatir la situación de la animación en nuestro país. "Es interesante que se vean las películas, pero igualmente positivo es analizar la situación del sector, y para eso hemos organizado las mesas redondas", dice Delgado.

En la sección oficial de cortos participan 56 cintas que, evidentemente, no han sido realizadas en el último año. Se trata de películas rodadas durante la década de los 90, producciones independientes que competirán por un primer premio de 750.000 pesetas. "Este año, hemos querido iniciar el festival con un repaso de la trayectoria española. Lógicamente, la producción española anual o bianual no es suficiente para llevar a acabo un certamen sólido. La convocatoria del año 2001 queremos que sea de carácter internacional", comenta Delgado.

Así de ambicioso se estrena este festival que representa una ocasión única para poder ver en pantalla grande cortos como Gastropotens II, Mutaciones tóxicas, el corto que hizo famoso a Pablo Llorens, uno de los realizadores de animación con más proyección de nuestro país, del que también se podrá ver su primer largometraje: Juego de niños. Dog Interface, de Juan Pablo Echeverry; Smoke City, de Edu y Mario Tarrabas; Podría ser peor, de Damián Perea Lezcano; Pasión por ti, de Begoña Vicario; o La tele espectadora, de Sergio Catá, son algunos de los cortos animados que han marcado los últimos diez años del siglo y que podrán verse en Animadrid. También un muestrario de técnicas pasarán ante los espectadores, desde la plastilina, el método más tradicional, hasta la animación digital, pasando por el dibujo, cada realizador utiliza lo que mejor se adapta a su historia.

La asignatura pendiente

En la organización y diseño de las mesas redondas ha participado el vicepresidente de AEPA, Manuel Cristóbal. La animación y la televisión, el libro blanco del sector y el futuro del mismo y la formación de la animación en España, son los temas a debatir durante el festival. Sobre éste último tema, el de la enseñanza, todavía queda mucho por hace: "Es nuestra asignatura pendiente", comenta. "La formación inicial debería tener más apoyo público, como en la ECAM madrileña, que ya tienen aula de animación. éste es un tema pendiente, como también lo es el de las subvenciones. Las ayudas públicas a rodajes se reparten entre los trabajos realizados en cine y en la animación el formato cinematográfico ya es obsoleto, ahora todo se hace en betacam digital, pero no hay subvenciones para estas producciones", dice Cristóbal.

Es de esperar que con iniciativas como ésta de la Comunidad de Madrid se puedan paliar las carencias de un sector imprescindible ya en las citas cinematográficas de todo el mundo.