Image: Aloy reúne a Harvey Kietel, Lauren Bacall y Sadie Frost

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Cine

Aloy reúne a Harvey Kietel, Lauren Bacall y Sadie Frost

Trio de ases para ·El celo"

18 abril, 2001 02:00

El realizador mallorquín Antoni Aloy ha reunido en su ópera prima, El celo, a los actores Harvey Keitel, Sadie Frost y Lauren Bacall. Tres estrellas que dan vida a los misteriosos personajes de un filme de terror fantasmal basado en la obra de Henry James Otra vuelta de tuerca. El filme, que se estrena el viernes, está rodado en inglés y da una nueva interpretación con respecto a versiones anteriores.

Antoni Aloy es un hombre dispuesto a grandes retos. Después de su corto Señores de Gardenia (1997), para el que reclutó a Marisa Paredes y Simon Andreu, el realizador mallorquín se propuso para su primer largometraje la complicada tarea de trasladar a la pantalla grande (¡una vez más!) el terrorífico relato Otra vuelta de tuerca, escrito por Henry James en 1898. No es que el séptimo arte demandara una revisitación al texto, porque Jack Clayton ya dijo prácticamente todo lo que se puede decir sobre él en su magnífica y todavía fresca adaptación realizada en 1961 bajo el título The Innocents (extrañamente traducida como Suspense), sino que, como cuenta Aloy, en su decisión intervinieron otros factores. "Creo que el cine es el mejor medio para contar una historia tan barroca como ésta".

Respeto por lo espectral

Ofrece la posibilidad de crear sensaciones que no son experimentables en la vida real, y además me obsesioné con ella desde que la leí. Siempre he sentido un enorme respeto por el mundo espectral, quizá porque tuve una hermana que se murió a los nueve años, y desde entonces la he sentido muy cercana. Yo no tengo alma de escritor para crear una historia con esta fuerza, y si Henry James ya me la servía, ¿por qué desaprovecharla? Yo ya sabía que muchos puristas no iban a soportar una versión más, pero no creo que tenga que pedir permiso a nadie para hacer una película".

Tampoco es esta la primera vez que un cineasta español se atreve con la popular novela de Henry James. Eloy de la Iglesia lo intentó con una "versión gay" en 1985, aunque, a diferencia de Aloy, el autor de La estanquera de Vallecas conservó el título original, Otra vuelta de tuerca, poniendo en bandeja a los medios una cabecera muy ilustrativa para sus críticas. No se puede decir lo mismo, sin embargo, de El celo. Aunque no es cuestión de comparar, el proyecto de Antoni Aloy nace de una propuesta de carácter internacional. Está rodado en inglés, y lo más sorprendente es encontrar a Lauren Bacall, Sadie Frost y Harvey Keitel en papeles protagonistas, algo de lo que no puede presumir ningún cineasta español. "Estudié cine en Estados Unidos -explica Aloy- y allí me creé una serie de contactos que no quería desaprovechar. Siempre pensé en hacer este filme en inglés, pero que luego haya contado con un reparto tan impresionante ha sido producto del azar. Lauren Bacall y Harvey Keitel recibieron el guión en su casa, se lo leyeron y me llamaron para que les explicara cómo quería que fueran sus personajes. Fue algo inesperado". El resultado de esta extraña producción podrán verificarlo los espectadores a partir del próximo viernes, si bien el filme se presentó la pasada edición del Festival de San Sebastián.

Un filme de época

Aunque Aloy y sus coguionistas -Barbara Gogny y Mitch Brian- coquetearon con la idea de trasladar la historia al tiempo presente, finalmente el director no pudo "resistir la tentación de rodar una película de época" y situar la acción, tal como fue escrita, a mediados del siglo XIX. En una mansión situada en una isla lejana, una joven institutriz (Sadie Frost) tiene por deber hacerse cargo de dos niños huérfanos (Nilo Mur y Ella Jones). A través de la ama de llaves Mado Remei (Lauren Bacall), se entera de que su antecesora y el asistente de la casa murieron en extrañas circunstancias. Después de presenciar extraños fenómenos, la institutriz sospecha que los niños están poseídos por el espíritu de los muertos. A partir de este punto, el relato entra en un círculo diabólico de terror psicológico, en el que las motivaciones ocultas de los personajes, siempre en equilibro sobre la endeble frontera entre el bien y el mal, dominan el universo de intriga, seducción y malestar que rodea la casa y sus habitantes. "Toda la historia es un juego de percepciones, por eso mi primera idea fue hacer una auténtica película muda, de hecho hay muy pocos diálogos en el filme. En realidad, este filme es como una especie de siniestro cuento de hadas". Un cuento de hadas con la capacidad de sugerir una misteriosa génesis. Pero esa es otra historia... que ya contó el director Michael Winner en The Nightcomers.