Carmen Pinart
Carmen Pinart: Níspero e higuera
Tiene Carmen Pinart (1957) gran debilidad por las patatas. También por los árboles, pero las patatas sencillamente le obsesionan. En estas pequeñas pinturas la artista catalana somete a sus motivos a una investigación certera y precisa en bloques de madera de tosquedad asombrosa. Primero se acerca, se sumerge en la rugosidad de su piel, descubre los brotes del tubérculo, extrayendo el detalle y acercando su porosidad a la superficie de la madera. En otras piezas de patatas, Pinart se sitúa en una posición más lejana, en obras sobre papel que revelan una línea menos concentrada, de trazo más drástico, donde motivo y fondo se vislumbran mucho más cercanos. Creo más interesante su acercamiento a los árboles. Sobre fondos planos de rojos intensos o superficies de pan de oro, Pinart propone, en mayores formatos, una mirada concreta, de aliento japonés, a ramas y hojas que destacan sobre implacables contrastes lumínicos o visiones centradas en detalles de nísperos e higueras que, sin embargo, presentan imágenes más difusas. Es una exposición de contrastes, donde el espectador navega simultáneamente entre el silencio y la grandeza, la intimidad y la opulencia.