Cine

Una Berlinale de amor y política

56 Festival de Cine de Berlín

9 febrero, 2006 01:00

Escena de Candy, de Armfield

Desde le recuperación de un clásico de Sam Peckincpah al último largometraje de Robert Altman, el Festival de Berlín vuelve a apostar por el gran cine norteamericano sin despreciar el cine europeo, las cinematografías más olvidadas o los jóvenes talentos. La Berlinale vuelve a ofercer, a partir de hoy, una ecléctica y atractiva programación.

De entre las 26 películas que forman la sección oficial de esta 56 edición de la Berlinale, hay una que, al menos en apariencia, representa la esencia de su programación. Es una coproducción entre las industrias norteamericana y alemana -las dos cinematografías copan casi el 40% de la sección oficial-, un trabajo con piel de película de culto -no en vano, está basada en un reverenciado cómic de Alan Moore, el Stanley Kubrick de las novelas gráficas-, dirigido por un cineasta norteamericano (James McTeigue), protagonizado por una estrella internacional (Natalie Portman) y rodado en estudios alemanes. Además, la historia del héroe enmascarado V, guionizada para la pantalla por los hermanos Wachowski, rezuma una ambigua tensión política y amorosa. Películas como éstas, en busca del arte pero sin despreciar el mercado, son las que hacen todos los años tan atractiva la programación de Berlín. Y el 2006 no es una excepción.

Puede que los organizadores hayan hecho todo lo posible para conseguir que Munich abriera hoy el festival. Lo cierto es que la película de Spielberg le venía al pelo al certamen de cine más político del planeta, pero no ha podido ser. En su lugar lo hará el drama Snow Cake, del galés Marc Evans, centrado en la amistad entre una mujer autista (Sigourney Weaver) y un hombre traumatizado tras sufrir un accidente de tráfico (Alan Rickman). Diez días después, cerrará la cita berlinesa una joya largamente esperada: la copia tratada digitalmente del clásico de Sam Peckinpah Pat Garret & Billy The Kid (1972), que por fin, esperamos, hará justicia a esta tan maltratada obra maestra del western.

Compromiso local

Tiene el festival de Berlín un compromiso con la filmografía de su país, sin duda conocedora de tiempos mejores, y por eso trae a su concurso cuatro trabajos de producción alemana. Alta expectación ha levantado Elementariteilchen (Oskar Roehler), adaptación del éxito literario de Michel Houllebecq Partículas elementales, que cuenta con varios rostros populares del cine alemán. La opción opuesta, un reparto de amateurs, ha tomado la directora Valeska Grisebach para relatar el triángulo amoroso de su filme Shensucht. Hans-Christian Schmid investiga en Requiem un exorismo realizado en la Alemania federal de los años setenta, mientras que, completando la participación local, el director Matthias Glasner sigue en Der freie Wille las peripecias de un ex-convicto que ha cumplido 12 años de condena por violación.

Como no podía ser menos, se darán también cita en la capital alemana los últimos trabajos de tres gigantes del cine norteamericano: Robert Altman, Sidney Lumet y Terrence Malick, si bien el de este último, El nuevo mundo, se proyectará fuera de competición. El autor de Short Cuts, padre del cine moderno, ha escogido de nuevo el escenario berlinés para dar a conocer al mundo su comedia A Prairie Home Companion, la historia de un legendario programa de radio que se cae de la parrilla después de treinta años en emisión. El director de Doce hombres sin piedad y Veredicto final, por su parte, retoma los tribunales y relata en Find Me Guilty el juicio más largo emprendido contra la Mafia en Estados Unidos. El biopic de Truman Capote protagonizado por Phillup Seymour Hoffman completa la participación a concurso de Estados Unidos, pues el thriller político Syriana (Stehen Gaghan), producido por George Clooney, mostrará las oscuras razones de la industria petrolífera sin derecho a premio.

Más vergöenzas ajenas, esta vez a concurso, será las que ponga en evidencia The Road to Guantanamo, lo nuevo de Michael Winterbottom, donde aplicando las virtudes del documental y los efectos de la ficcón (tal como hiciera en In This World), rastrea el destino de tres musulmanes que pasaron dos años en Guatanamo sin cargos. De la cuna del cine llegarán dos producciones: el último trabajo de Claude Chabrol, Comedia del poder, que también se decanta por el thriller político, y, fuera de concurso, The Science of Sleep, la nueva película de Michel Gondry, protagonizada por Gael García Bernal. El director de la excelente Olvídate de mí, que no ha perdido el tiempo, presenta también en "Panorama" el documental Dave Chappele’s Block Party.

Más cine europeo
Procedente de Italia, Romanzo Criminale, de Michele Placido, una inmersión en las corruptelas de la Mafia tratando de hacerse con el control de Roma. El documentalista austríaco Michael Glawogger, por su parte, entra en la carrera por los premios con su segundo largometraje de ficción, Slumming, una macabra comedia sobre dos yuppies aficionados a las bromas pesadas.

Abriendo sus puertas a los recién llegados, entran a competicion tres óperas prima, las dirigidas por el bosnio Jasmila Zbanic (Grbavica), el danés Pernille Fischer Christensen (En soap) y el argentino Rodrigo Moreno (El custodio). Será la argentina la única película de habla hispana a concurso, pues el cine español, que generalmente tiene un hueco reservado en la programación estelar, no estará presente este año ni en la forma del habitual Ventura Pons, cuyos Animales heridos se han quedado fuera de la sección Panorama. Le sustituyen los debutantes Chema Rodríguez, que estrenará su falso documental Estrellas de la línea; Mireria Ros, con El triunfo, y Gerardo Olivares, con la La gran final.

La cinematografía persa entra en el listado a concurso con el filme de Rafi Pitts It’s Winter, y la sobriedad del cine iraní, largo tiempo ignorado por Berlín, llegará de la mano del veterano Jafar Panahi, que compite con Offside. El jurado presidido por la actriz Charlotte Rampling también tendrá que decidirse entre una nutrida selección de cine asiático. El aclamado cineasta Chen Kaige competirá con la que se presupone la producción más cara de la historia del cine chino, el espectáculo de artes marciales The Promise; mientras que de Hong Kong optará a premio Isabella, de Pang Ho-cheung, y de Tailanda llegan las Olas invisibles de Pen-el Ratanaruang. El continente australiano, con Heath Ledger a la cabeza del reparto, tendrá su cuota de representación con la película Candy, dirigida por Neil Armfield.