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Sam Raimi

“En esta entrega Spider-man simboliza a Estados Unidos”

3 mayo, 2007 02:00

Sam Raimi

El 4 de mayo, millones de personas en todo el mundo comprarán una entrada para ver la tercera parte de Spider-man, una de las sagas recientes con más éxito comercial y de crítica. Su director, Sam Raimi, habló con El Cultural en una de las escasas entrevistas individuales que ha concedido a medios internacionales. "Al contrario que Superman, que sólo pretende ser uno más, Spiderman es un pardillo al que las chicas no le hacen ni caso. Su objetivo es aprender a ser una buena persona. Ya es como los demás", dice Raimi.

En muy pocas ocasiones la palabra Hollywood rima con autor. Una de ésas es la franquicia de Spider-man, el súper héroe con mallas rojas que ha conquistado en sus dos primeras partes al gran público (las dos películas han recaudado más de 1.600 millones de dólares) y, al mismo tiempo, ha logrado el favor de la crítica. Ahora, se estrena la tercera parte, en la que el superhéroe debe enfrentarse no sólo a los villanos de turno sino, sobre todo, libra una ardua batalla consigo mismo. Todo ello afianza la apuesta del director, Sam Raimi, (Michigan, 1959), de centrarse en la psicología del personaje, construyendo un apasionante, a la par que clásico, relato de iniciación en el que la condición de superhéroe del protagonista sirve también como excusa para crear imágenes de enorme poder visual.

Subvertir géneros
El Cultural tuvo ocasión de charlar con Raimi, quien antes de Spider-man desarrolló una sólida filmografía con títulos como Posesión infernal (1981), Darkman (1990) o Un plan sencillo (1998), donde ya demostró una especial habilidad para subvertir los géneros.

- Spider-man 3 cierra la mayoría de líneas argumentales abiertas en las dos primeras partes. ¿Concibió la saga como una trilogía desde el principio?
-Me sentí tan afortunado por poder hacer la primera parte porque amaba tanto a ese personaje que nunca pensé en nada más. En Hollywood no te suelen dar carta libre para hacer una película de alto presupuesto hasta que no has tenido un gran éxito. Y yo siempre había hecho filmes pequeños de terror, crimen, etc.

- De modo que ha ido avanzando sobre la marcha.
-Para mí la historia no quedaba resuelta en la primera parte porque aunque Peter Parker conseguía a la chica que amaba, aún le quedaba camino hasta esa meta que le había fijado su tío (que había ejercido de padre) de tomar responsabilidades por sí mismo. Esa cuestión amorosa quedaba en el aire. Respecto a Harry, la situación quedaba muy bien definida. Harry, el mejor amigo de Peter, ve cómo Spider-man mata a su padre pero no se da cuenta de que no ha sido a sangre fría. Con esos elementos dramáticos construí la secuela.

-¿Cómo surge la tercera parte?
-En la segunda se resolvía la cuestión amorosa, pero me lo planteé como un nuevo principio porque: ¿Cómo sería esa vida en común? Respecto a Harry, en la secuela finalmente captura a Spider-man, tiene la oportunidad de matarlo y se le plantea el dilema moral ya que no hace lo que su padre le ha pedido. Así que en la tercera parte debía resolver esa cuestión de una vez por todas.

-Parker se presenta como un personaje cuya única peculiaridad son sus habilidades físicas como superhéroe.
-La cualidad dual de Parker siempre ha sido lo más interesante para mí. Al contrario que Superman, que sólo pretende ser uno más, incluso igual de peculiar. Peter ya es un chico raro y más bien pardillo al que las chicas no hacen ni caso. Su objetivo es aprender a ser una buena persona. Viene de una familia rota, otro rasgo muy identificable. Es un chico irresponsable, que tiene esos superpoderes que le hacen tan único, pero sigue siendo muy normal. Porque todos somos feos, venimos de hogares rotos o nos sentimos unos pardillos, pero al mismo tiempo luchamos por la grandeza. Me refiero a la grandeza moral.

-Se retrata la lucha interna que vive Parker entre el bien y el mal. Pero la película no es muy oscura.
-No quería retratar la oscuridad del corazón de Peter por el simple hecho de hacerlo. Lo que quería hacer es dramatizar que siente la necesidad de venganza por la muerte de su tío. Esa osuridad se relaciona con el orgullo y la venganza.

-Se distingue entre "justicia", que consiste en enviar a los villanos a la cárcel y "venganza", matarlos. ¿Ha querido hacer un alegato contra la pena de muerte?
-No estoy a favor de la pena de muerte pero no estaba refiriéndome a eso de una forma directa. Estaba intentando mostrar el despertar de Peter a un concepto de humanidad superior que no divide entre buenos y malos. De forma que pudiera ver la humanidad en sí mismo y darse cuenta de que todos cometemos errores y, por tanto, la venganza no es un concepto elevado, debemos aspirar a algo superior que es el perdón.

-Se cree que Spider-man es un producto fabricado por capitostes con coches muy grandes...
-Yo tengo un coche muy grande.

-No me refería a eso sino a si ha perdido su condición de autor libre al trabajar para Hollywood.
-Durante veinte años hice películas sorteando deudas. Me gustaban aquellas historias. Cuando me ofrecieron dirigir un filme sobre Spider-man supe que podía hacerlo porque conocía muy bien al personaje. No tiene nada que ver con el dinero, sino con si tengo el potencial de hacer algo grande. Para mí, eso consiste en transmitir sentimientos. Así me siento conectado con cualquier persona en el mundo que pueda sentir lo mismo que yo. Por eso las críticas malas me destrozan tanto. Porque todos mis filmes para mí son como un grito en el universo, y cuando la respuesta es: "Te hemos oído, hemos sentido lo mismo", me siento parte de la humanidad y todo mi trabajo cobra sentido.

-¿Pero ha sido libre?
-Siempre he hecho lo que he querido. Algunas veces han sido cosas horribles, pero nunca por culpa de nadie que no sea yo mismo. La presión de Hollywood nunca me ha afectado. Es sólo temporal.

-¿Por qué los superhéroes tienen tanto peso en la cultura popular?
-Los héroes son modelos con los que nos identificamos porque se enfrentan a muchos problemas y tienen el coraje de superar esos obstáculos. Dejamos esas historias con la sabiduría de que nosotros también somos capaces de la grandeza, de superar nuestros miedos, cada uno sabe cuáles son los suyos.

- Hay una escena en la que Spider-man posa con la bandera americana. Eso en Europa causa risa.
-Esa imagen tiene mucho que ver con la historia de un chico que se considera a sí mismo por encima de los criminales y su pecado es el orgullo. Ahí es donde comienza su caída. Tenemos a un héroe soberbio que aprende que el camino es el perdón. Creo que en Estados Unidos estamos en una situación parecida, hemos pecado de orgullosos y ahora queremos levantarnos de nuevo sin negar nuestros errores del pasado. Spider-man simboliza a Estados Unidos en este filme.

Un individuo responsable
-Hay algo cristiano en todo. Por ejemplo, la austeridad de Parker.
-El dinero no es importante para él. Lo necesita para lo básico, pero ha dedicado su vida a ser un individuo responsable. No creo que haya nada cristiano, son sus valores.

-¿Se siente abrumado por la expectación que crea la saga?
-Siento una gran responsabilidad. Quiero que la gente se entretenga y también que conecte con las emociones. Además, me siento muy comprometido con los niños que admiran a Spiderman. Esa admiración es sagrada. Me ha preocupado mucho crear un personaje que la merezca. En este sentido, es fundamental lo moral, dar su justa importancia al hacer lo correcto.

-Sin embargo, da la impresión de que lo sexy es ser malo...
-Alguna gente me ha comentado que se transmitía esa impresión, es algo en lo que no he pensado demasiado. Es posible que sí se puede interpretar ese mensaje...