Image: Shrek y las reglas sagradas del verano

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Cine

Shrek y las reglas sagradas del verano

Carta desde Hollywood

21 junio, 2007 02:00

Shrek tercero (en la imagen) se estrena el viernes 22 de junio

La temporada veraniega en Estados Unidos es un negocio gigantesco donde cada película con un megapresupuesto se lanza en miles de salas con el resultado de unos ingresos de billones de dólares. Empezando a principios de mayo y terminando los últimos días de agosto (con la fiesta del "Labour Day"), es el momento para estrenar producciones "palomiteras" repletas de acción y con carísimos efectos especiales pensadas para gustar no sólo a los estadounidenses sino a millones de personas en todo el mundo. A los beneficios obtenidos en los cines hay que añadir los que proporcionará el DVD, los derechos de televisión o el merchandising. Sólo hay que pensar en las figuritas de Spider-man que regala una conocida multinacional de comida rápida para darse cuenta de que más que películas, o simples productos, cada lanzamiento se concibe como una industria en sí misma.

Hay tres reglas básicas que los estudios siguen a rajatabla en esta época. En primer lugar: "Si puedes hacer una secuela, ahórrate un concepto original". El verano en Estados Unidos empezó con Spider-man 3, Shrek 3 (que mañana llega a las pantalla españolas), Piratas del Caribe 3 y Ocean's 13, y continuará con Hostel II, Los cuatro Fantásticos y Silver Surfer, La jungla de cristal 4, Harry Potter y la Orden del Fénix (quinta parte) u Hora punta 3. En segundo: "Si no puedes hacer una secuela, aprovéchate de una marca que ya tenga una buena base de clientes". Siguiendo esta filosofía, Fox estrenará por fin su adaptación cinematográfica de la popular serie Los Simpson. En el colmo de la originalidad se titula: Los Simpson, la película. Lionsgate riza el rizo y estrena un filme sobre las muñecas Bratz que se llamará, lo han adivinado: Bratz, la película. La apoteosis de esta forma de proceder será Tansformers, un artefacto de 150 millones de dólares inspirado en una línea de juguetes japonesa. última regla: "Si no tienes nada mejor, haz un remake" Este verano veremos varios. Como No Reservations, versión hollywoodiense de la comedia alemana Deliciosa Marta (2001) protagonizada por Catherine Zeta Jones y Aaron Eckhart. O la nueva vuelta de tuerca a La invasión de los ladrones de cuerpos (1955), con Nicole Kidman liderando el reparto en The Invasion. O Death Sentence, filme con Kevin Bacon que se inspira en Yo soy la justicia, saga interpretada por el inefable Charles Bronson. Y aún falta la nueva versión del clásico Halloween (1978) que ha realizado Rob Zombie.

Si estos estrenos suenan deprimentes, es porque lo son. Los estudios de Hollywood no pueden correr riesgos con los filmes de alto presupuesto. Las productoras hace tiempo que dejaron de dedicarse sólo al cine (Universal pertenece a General Electric y Fox es una división de News Corp., por citar dos casos) y un solo fracaso en este campo puede afectar gravemente a la cuenta de resultados de las empresas madre.

Eso no significa que la jugada siempre salga bien. Spider-man, por ejemplo, sí es un caso de éxito. Costó 350 millones de dólares y ya lleva recaudados 850 en el mundo sólo en salas. Sin embargo, Piratas del Caribe 3, que pertenece a la que probablemente es la saga menos lograda de Hollywood, no es un negocio boyante. Costó 300 millones de dólares y los 600 que ha logrado en la taquilla mundial se quedan lejos de las mejores expectativas. Personalmente evito ver las películas veraniegas de Hollywood. Pueden ser una experiencia desagradable. Pero esto no significa que durante esta estación sea imposible encontrarse con joyas ocultas. En realidad, este 2007 está siendo especialmente generoso con los cinéfilos. Los propios estudios lo prefieren para lanzar filmes que sirvan como alternativa a quienes les resulte agotadora la combinación de adrenalina y risas estúpidas. Así, podremos ver A Mighty Heart, de Michael Winterbottom, con Angelina Jolie en el papel de viuda del periodista asesinado por Al Qaeda Daniel Pearl. O Evening, un drama de Lajos Koltai que reúne a Meryl Streep, Vanessa Redgrave y Glenn Close. Hay más. Como Eastern Promises, de David Cronenberg, Lust, Caution, el regreso de Ang Lee a China, The Brave One, de Neil Jordan, Margot at the Wedding, de Noah Baumbach, In the Valley of Ellah, de Paul Haggis. No Country for Old Men, de los hermanos Coen (con Javier Bardem como protagonista) o el esperadísimo retorno de Francis Ford Coppola a la dirección con Youth Without Youth.

Además, de vez en cuando hay blockbusters que valen la pena. Por ejemplo, la quinta parte de Harry Potter. La dirige David Yates, una elección aguda ya que sus trabajos para la televisión inglesa, las miniseries State of Play y Sex Traffic han sido brillantes. Otro cineasta británico y de talento probado, Paul Greengrass (United 93) puede dar una sorpresa con The Bourne Ultimátum. Son los dos únicos filmes masivos con verdaderas posibilidades artísticas. Las otras joyas lo más probable es que pasen ocultas a la mayoría de los estadounidenses. Aunque su sola presencia provoca el espejismo de que hay libertad de elección. Al fin y al cabo, Estados Unidos es un país libre. ¿O no?