Los climas
Director: Nuri Bilge Ceylan
28 junio, 2007 02:00Ebru Ceylan, mujer del director y actriz
éste es un relato sobre la incapacidad emocional que poseen las personas para conectar entre sí. Los climas a los que se refiere el título son el resultado de la confrontación entre la fisicidad ambiental y los diferentes estados anímicos que experimentan los protagonistas (interpretados por el propio realizador y su mujer en la vida real). Ya en su anterior película, Lejano (Uzak) (2003), el realizador turco Nuri Bilge Ceylan enfrentaba a sus hieráticos protagonistas con la solemnidad aplastante de los paisajes nevados de Estambul en una ardua búsqueda de la metáfora que cohesionara el vacío emocional con la fiereza de un paisaje en descomposición. Sin llegar a los niveles de abstracción de su cineasta de referencia, Andrei Tarkovsky, Bilge Ceylan ha estilizado con inteligencia la estructura narrativa de su nueva película para conseguir retratar algo realmente complejo: las fisuras que acaban por romper una relación conyugal mediante las apariciones y desapariciones de los personajes dentro del mismo encuadre.El rigor con que el director trabaja la concepción del espacio persigue redefinir las distancias que acercan/separan a los personajes. Bilge Ceylan disfruta tanto miniaturizando los cuerpos frente a la inmensidad de los paisajes nevados, como retratándolos con tanta proximidad que sólo obtenemos fragmentos de los mismos. Estos personajes a la deriva conjugan tanto hostilidad como fragilidad, una necesidad imperiosa de relacionarse con los demás, pero a la vez, incapaces de alcanzar algo parecido a una estabilidad que les permita establecer cualquier tipo de relación duradera. Para retratar esa distancia emocional que primero los aleja y luego los aísla, el realizador juega con la profundidad de campo, situando en un primerísimo primer plano a uno de los personajes, para retratar al otro como una figura pequeña y borrosa en la infinidad del mismo. Sus actos de contrición acaban entonces resultando pueriles, su incapacidad para expresarse deambula entre el mutismo y la agresividad física. El mayor logro de Bilge Ceylan está en evitar que esa frialdad de sus criaturas contagie al ritmo narrativo del filme, ya que uno si Uzak no acababa de funcionar era porque acababa confundiendo epifanía con la atractivo corrupción de la desolación paisajística.
Sin estar a la altura de grandes retratistas contemporáneos del cuerpo como Claire Denis, Jia Zangke o Gus Van Sant, el turco se esfuerza porque Los climas supere su minimalismo argumental dosificando la carga dramática de la obra y aplicando una rigurosidad espartana a la posición de cada encuadre. En la mejor secuencia, cuando la pareja protagonista se vuelve a encontrar en una habitación de hotel, los planos fijos se disuelven en una continuidad plástica que juega con la (des)aparición de sus cuerpos y, éstos, por fin, consiguen entenderse más allá de sus carencias emocionales. Pero como era de prever sólo es un fragmento más que aportar a la descomposición anímica que asola y convierte a los personajes en ruinas, las mismas que el protagonista no para de fotografiar.
por Alejandro G. Calvo