Aunque es uno de los directores más conocidos del circuito independiente, Hal Hartley sigue siendo un gran desconocido para la mayoría. Su estilo sobrio y verborreico, a medio camino entre Godard y Casavettes, irrita a algunos y fascina a otros. Hartley siempre se ha interesado por describir la sociedad actual, retratando a antihéroes de vidas quebradas, emocionalmente anestesiados pero hambrientos de nuevas experiencias que se desenvuelven en espacios opresivos y caóticos que jamás alcanzan a comprender. En un mundo globalizado y cada vez más complicado, sus personajes parecen empequeñecer ante un cosmos que no alcanzan a comprender pero del que son víctimas. En las dos interesantes películas que componen este pack, Flirt (1995) y la inédita en España The Girl From Monday (2005) recurre a los mismos esquemas. La primera trata sobre la indecisión amorosa y la naturaleza de las inestables relaciones contemporáneas en Londres, Berlín, Tokio y Nueva York. La segunda presenta un futuro siniestro en el que la deshumanización presente es sólo un anticipo de lo que nos espera.