Image: Que viene Coco... Chanel

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Cine

Que viene Coco... Chanel

Audrey Tautou presenta en Madrid un biopic sobre la emblemática diseñadora francesa

5 mayo, 2009 02:00

Audrey Tatou y Anne Fontaine, directora de la película. Foto: EFE

BENJAMíN G. ROSADO
La filial francesa de Warner está demostrando buenas maneras en el oficio del biopic. Tras llenar sus arcas con el retrato impresionista de Édith Piaf en La vida en rosa, la productora cinematográfica apuesta por otra celebridad del papel cuché. Coco Avant Chanel (traducida, en un exceso, como Coco, de la rebeldía a la leyenda de Chanel) cuenta las hazañas de juventud de un icono de la moda que, a la vista del número de biografías publicadas hasta la fecha, no requiere presentación alguna. "La historia de Coco Chanel -dijo la directora de la película, Anne Fontaine, anoche en Madrid- es, de alguna forma, la historia de todas las mujeres".

Como era previsible, la etiqueta para el preestreno que tuvo lugar en los cines Capitol de la Gran Vía trascendió el protocolo y lo políticamente correcto. Las dos ces cruzadas que sirven de insignia a la boutique francesa lo impregnaron todo, del atrezzo publicitario al broche de los diseños que, cuarenta años después de la desaparición del personaje, siguen rompiendo moldes y rascando los bolsillos más boyantes. Y confirmaron, de paso, una extraña paradoja, la de la liberación de la mujer al amparo de trajes que raramente bajan del millar de euros. "Un incentivo al trabajo", reconocía entre risas Audrey Tautou, que encarna al mito textil.

La actriz francesa, aún bajo las reminiscencias de su personaje en Amélie ("no me molesta la asociación -contaba a El Cultural- ni quiero que la gente me deje de recordar por aquel trabajo"), se dice a salvo de los impositivos de la moda y la dictadura de la imagen, y confirma madurez interpretativa en un papel lleno de ambigüedad y contrastes. Durante 105 minutos, Tautou da vida a una mujer devenida entre el amor condicional de dos hombres de la aristocracia de principios del siglo pasado y las miserias de su triple faceta de cortesana, cabaretera y costurera. Por cuestiones narrativas, y para curarse de pleitos, Coco Avant Chanel termina justo donde comienza el emporio y se avecina el mito. Sobre la polvareda que pudiera levantar la cinta en las estratosferas del diseño, la directora luxemburguesa asegura, no sin cierto sarcasmo, que "ya la han visto los mandamases de la firma, y hasta el propio Karl Lagerfeld". Que viene Coco, que viene.