Image: Francisco Avizanda: El perro de Goya me inspiró para abordar la posguerra sin centrarme directamente en los hechos

Image: Francisco Avizanda: "El perro de Goya me inspiró para abordar la posguerra sin centrarme directamente en los hechos"

Cine

Francisco Avizanda: "El perro de Goya me inspiró para abordar la posguerra sin centrarme directamente en los hechos"

Su ópera prima Hoy no se fía, mañana sí, competirá en el prestigioso Festival des Films du Monde de Montreal, que comienza esta semana

24 agosto, 2009 02:00

Francisco Avizanda acompañado por la protagonista de su película, Carolina Bona.

Marta Caballero
En el mundo, existen 12 festivales de cine de Categoría A: Berlín, Cannes, El Cairo, Karlovy Vary, Locarno, Mar del Plata, Moscú, San Sebastián, Shanghai, Tokio, Venecia y Montreal. A lo largo de 2009, sólo seis películas españolas han entrado a concurso en uno de estos festivales: tres en San Sebastián, dos en Cannes y sólo una en el Festival de Montreal. Se trata de una producción modesta titulada Hoy no se fía, mañana sí. Tras ella no se esconden ni un Almodóvar ni una Coixet, sino el debutante Francisco Avizanda, que celebra estos días la segunda oportunidad que se le ha dado a su película, que no gozó en su estreno, allá por el mes de febrero, del favor del público. Ilusionado, sólo con el hecho de que su fresco de la posguerra haya interesado en la cita que comienza este día 27, nos cuenta las luces de su ópera prima y las sombras de un debutante tardío en el cine español.

PREGUNTA.- Enhorabuena por su participación en Montreal. Dos cuestiones: La primera: ¿Se lo imaginaba remotamente? Y la segunda: ¿Espera ganar?
RESPUESTA.- No nos lo imaginábamos en absoluto. Pensábamos que podríamos estar en algún festival, quizá algo menor, pero no en uno de categoría A. Tal vez se me pasó por la cabeza acudir a alguna de estas citas, pero en secciones distintas. No obstante, tenía cierta esperanza porque algunos críticos me dijeron que si Hoy no se fía, mañana sí no daba con un festival riguroso tenía posibilidades de ser seleccionada. En cuanto a la segunda pregunta, para nosotros ya es un premio extraordinario estar en Montreal por su prestigio y su tradición. Si llega algo será extraordinario, pero yo ya me doy por satisfecho.

P.- ¿Qué cree que le ha llamado la atención a ese "riguroso" grupo de seleccionadores?
R.- Supongo que la atención que hay puesta en la película al estilo y a la narración. Es una apuesta poco habitual con la que traté de salirme de la narrativa más al uso. He trabajado centrándome, más que en la historia, en la atmósfera y en la dirección de actores. De cualquier manera, la historia es también muy reconocible internacionalmente porque, aunque esté basada en la posguerra, las bajas pasiones, la ambición y el terror de una dictadura son elementos reconocibles en el inconsciente colectivo de cualquier cultura.

P.- Háblenos de la atmósfera de la película, ¿Qué elementos ha empleado para lograrla?
R.- La música, por ejemplo, es muy particular. Hemos empleado muchas piezas grabadas, muchos pasodobles, sobre todo las partes más suaves y melancólicas. Es una música que está en nuestra tradición desde los toros a la semana santa pasando por los desfiles militares de los años 50. Estos elementos ayudan a construir esa atmósfera de aquella difícil sociedad de los cincuenta, ayudados por los ecos que yo percibí de niño sobre una época que debió ser tremenda. Eso es lo que he querido mostrar, la vida cotidiana, el día a día de ese momento más que los grandes hechos. Muchos dicen que es una película de gran dureza.

P.- ¿Qué tal se portó la taquilla? La participación en el festival, suponemos, podría otorgarle una segunda vida a su obra.
R.- Le fue regular. Ha habido respuestas de público desiguales, dependiendo de las ciudades. Luego está el tema de la piratería, porque tenemos datos de descarga masiva de la película. La crítica, igualmente, fue muy variada. Globalmente estoy contento porque las críticas buenas fueron muy buenas. Esta es desde luego una segunda vida, porque un festival así es un empujón considerable. No he hablado con la distribuidora porque estoy con otro proyecto, pero desde luego es un hecho muy importante para la película y para que se siga viendo.

P.- Estamos en pleno aluvión de películas relacionadas con la Guerra Civil y con la posguerra. ¿Qué diferencia a la suya del resto?
R.- Cuando escribí el guión en 2005 no había llegado esta fiebre. En cualquier caso, de la época que yo abordo no hay demasiadas películas de las recientes. Las hay de los 40 pero no de los primeros 50. Lo que aporta Hoy no se fía... es mostrar cómo era la vida cotidiana en pleno franquismo, en uno de los momentos más duros de la posguerra. Además, está tratada desde el lado de los vencedores, porque la protagonista es una joven que se ha quedado sola tras la muerte de su padre, un falangista, en la Guerra Civil. Lo que se ve claramente en esta historia es que no ganó nadie, así que creo que he ido más allá del maniqueísmo. La prueba es el reconocimiento internacional de la película, que va más allá de la historia centrándose en los alrededores. De fondo aparece el tema de la red de espías, pero es ante todo una película de personajes y, sobre todo, de esta joven que trata de sacar la cabeza de la miseria de la guerra.

P.- ¿Y de dónde sale la historia de esta chica? ¿Cómo la construyó?
R.- Había leído muchas cosas de la época, pero fundamentalmente hubo dos cuestiones que desencadenaron el guión. Una fue mi propio recuerdo de las conversaciones entre adultos, esas que veías de niño y que no podías descodificar pero en las que apreciabas gestos de pudor, ese lenguaje de los mayores de hablar sin palabras. Gestos que luego interpreté y relacioné con lo que había ocurrido aquellos años. La otra inspiración vino del famoso cuadro del perro de Goya, el pintor consiguió que el espectador se preguntase qué era lo que tenía que estar viendo ese perrito. Como Goya, quise dejar lo obvio y aludir a lo que estaba fuera del cuadro a través de los ojos de la chica. Además, hay otras fuentes de inspiración, como el cine de Berlanga, el de Edgar Neville, Fernán Gómez y, más lejanamente, el de Buñuel con su Tristana. Y, por último, en los referentes estilísticos puede hallarse a Bresson, un elemento que los críticos han sabido captar muy bien.

P.- ¿Le ha animado Montreal a adentrarse en nuevos proyectos?
R.- Sí, estoy en un nuevo guión que espero poder terminar en unos meses. Hoy no se fía... ha sido mi primer largo, que quizá haya venido un poco tarde... pero el cine es así, las cosas llegan cuando tienen que llegar.