Image: Rumanía se impone en Gijón

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Cine

Rumanía se impone en Gijón

28 noviembre, 2010 01:00

Una escena de la triunfadora Marti, dupa Craciun, de Radu Muntean

El cine rumano sigue reclamando su importante espacio en el cine de autor internacional. El filme Marti, dupa Craciun (Tuesday, After Christmas), dirigido por Radu Muntean, se ha impuesto en el 48 Festival Internacional de Cine de Gijón (FICXixon) al ser galardonado por el jurado con tres importantes premios: a la Mejor Película y a las mejores interpretaciones, concedidas a los tres actores protagonistas (Mimi Brancescu, al Mejor Actor, y Mirela Opresor y Maria Popistasu, a la Mejor Actriz exaequo), cuyos personajes forman el triángulo sentimental de un conciso relato en torno al adulterio y los secretos de matrimonio. El jurado formado por Ana Torrent, Rui Pereire, Pablo Stoll y Juan Cavestany ha concedido el premio al Mejor Director a la norteamericana Kely Reichardt, por su neowestern, Meek's Cutoff, una épica en torno a los pioneros de América que recoge la tradicción del western para llevarla a nuevos horizontes.

El filme rumano, que se presentó en la sección "Una cierta mirada" del Festival de Cannes (véase aquí la crónica), es un drama familiar rodado con excelente criterio narrativo y formal y rematado con sublimes interpretaciones, algo que viene siendo frecuente entre la nómina de los actores rumanos del cine reciente, dotados de un asombroso talento delante de las cámaras. Si bien la historia se ha contado muchas veces antes -un matrimonio aparentemente feliz se abisma a la destrucción cuando la mujer descubre que el marido mantiene un affaire con una joven de 27 años-, la puesta en escena es tremendamente eficaz y sorprendente, pues el filme está rodado en bloques de planos semi-fijos (con muy leves movimientos para seguir a los personajes), en escenas que transcurren siempre en tiempo real. El filme se propone ofrecer una mirada objetiva de la crónica de adulterio y la destrucción familiar, sin ofrecer juicios morales o interpretaciones sentimentales.

Otro filme rumano que se contaba entre los favoritos, Aurora, de Cristi Puiu, ha sido galardonado con el Premio Gil Parrondo a la Mejor Dirección Artística. Este segundo filme de Puiu, que ha dirigido cinco años después de su prodigioso debut con La muerte del señor Lazarescu, es la crónica sombría, serena y precisa de uno de los asesinos paranoides más aterradores que ha ofrecido el cine moderno... interpretado por el propio Puiu. El premio lo comparte con la película serbia Tilva Rosh, una especie de Paranoid Park balcánico, un retrato en crudo, impactante y auténtico sobre la desorientada juventud serbia, realizado con skaters adolescentes que no son actores profesionales. Otros premio importante del palmarés, el que se concede al Mejor Guión, ha recaído sobre los alemanes Benjamín Heisenberg y Martin Prinz, autores del libreto de Räuber, un thriller que cuenta con pulso y emoción la verdadera historia de Johan Rettenberger, un corredor de maratón que desarrolló un oficio paralelo robando bancos.