John C. Reilly, Kate Winslet y Christoph Waltz

El público del Festival de Cine de Venecia ha recibido hoy con entusiasmo la última película de Roman Polanski, Un dios salvaje. El filme narra lo que comienza siendo una civilizada discusión entre dos matrominos neoyorquinos de clase media, motivada por una agresión ocurrida entre sus respectivos hijos. Pero el encuentro se envenena progresivamente y pone al descubierto las miserias de ambas familias, así como la hipocresía que se esconde tras el imperio de lo políticamente correcto. Basada en la obra de teatro Le dieu du carnage (2007), de la francesa Yasmina Reza, la película está protagonizada por Jodie Foster, Kate Winslet, Christoph Waltz y John C. Reilly (los tres primeros, ganadores del Oscar, y el último, nominado en 2002).



En contraste con la sencilla puesta en escena, Winslet afirma que Un dios salvaje es "una historia increíblemente compleja en los detalles". La actriz de El lector ha acudido a la Mostra junto a Waltz y Reilly para apoyar a la película en su carrera por el León de Oro, ante la notable ausencia de Polanski y Foster. El director, alejado desde hace tiempo de los medios, ha cambiado el final desolador de la obra de teatro por un final abierto y un tono cómico que sobrevuela todo el filme.



Por su parte, la coproducción chino-taiwanesa Warriors of the Rainbow: Seediq Bale, que también compite en la sección oficial, tuvo una recepción poco entusiasta. La cinta, del director Wei Te-Sheng, se centra en un episodio poco conocido de la historia de Taiwán en el siglo XX, cuando unas tribus aborígenes se enfrentaron a los colonizadores japoneses, una rebelión que fue sofocada a sangre y fuego. Te-Sheng consiguió que su segunda película, "Cape No. 7" (2008) fuese la de mayor recaudación en la historia de Taiwán y ese éxito le ayudó a conseguir la financiación de ésta, su tercera cinta, que llega con el aval en la producción de Jon Woo ("Mission:Impossible II").



Fuera de concurso, la cantante estadounidense Madonna también ha presentado hoy su segunda película como directora, el musical W.E.. El filme, que también ha sido recibido con frialdad por el público de la Mostra, pone imágenes, música e ingentes dosis de coreografía a la historia de la estadounidense Wallis Simpson, cuyo amor por Eduardo VIII le llevó a este a abdicar al trono inglés en 1936.