El cine español se agarra a la taquilla
Lo imposible, de J.A. Bayona, acumula 14 candidaturas
El cine español llega a los Goya 2013 exhibiendo músculo. Con un 17,9% de porcentaje de taquilla y 106 millones de euros recaudados, la mayor cifra de la historia, habrá motivos para la celebración. Blancanieves, con 18 nominaciones, parte como favorita seguida de Grupo 7 (16), Lo imposible (14) y El artista y la modelo (13). Será una gala presentada por la show-woman Eva Hache en la que Concha Velasco, Goya de Honor, tendrá su momento. Se prevé también el éxito de otro veterano, José Sacristán, como Mejor Actor. Detrás de unas cifras alentadoras, la realidad, como todo en España ahora, es más compleja. Estas son las claves de los Goya de este año.El cine español hace tiempo que está dejando de ser "cine español", o lo que se entendía por él. Entre las cuatro nominadas vemos una película muda que busca la vanguardia como Blancanieves, de Pablo Berger; una exquisitez como la de Fernando Trueba en El artista y la modelo, hablada en francés, con Jean Rochefort haciendo de "artista" y muy conectada con la tradición del cine de autor europeo; Grupo 7, un thriller policial con tintes sociales ambientado en las calles de la Sevilla de los 90 previa a la Expo, y Lo imposible, que con cien millones de euros -y subiendo- recaudados en todo el mundo va camino de superar a Los otros de Amenábar y de convertirse en la película más taquillera de la historia del cine español (aunque nunca las entradas han estado tan caras).
Sin embargo, la Academia ha decidido también concentrar en solo cuatro títulos casi todo el peso de las nominaciones dejando muy poco espacio para el resto. Detrás de esas cuatro superfavoritas está el filme de animación Las aventuras de Tadeo Jones, éxito sorpresa de la temporada, con cinco nominaciones, incluyendo Guión Original, que tímidamente destaca junto a Invasor. Con cinco candidaturas (Mejor Guión Adaptado y Mejor Actor de Reparto para Antonio de la Torre, que hace doblete como actor principal por Grupo 7) no queda muy claro si es la gran olvidada o la gran reivindicada.
Curiosas equivalencias
Sucede una curiosa equivalencia. Si para los Goya sólo hay cuatro películas españolas este año, para el público ha habido tres que se han comido la mayor parte del pastel: Lo imposible (40 millones), Tadeo Jones (18) y Tengo ganas de ti (12). Este drama romántico de Fernando González Molina es el único que no ha visto recompensado su éxito de público con candidaturas. La Academia sólo se ha acordado de su guionista, Ramón Salazar. De hecho, la favorita, Blancanieves, no ha funcionado muy bien en taquilla a pesar de su éxito en el Festival de San Sebastián y de las críticas entusiastas. En suma, el cine español parece capaz de hacer blockbusters pero sigue teniendo muchas dificultades para conseguir un público fiel que vaya a ver sus películas "medias".El presidente de la Academia, Enrique González Macho, dijo que nominar a actores extranjeros es una señal positiva de la apertura del cine español. No queda muy claro que además también puedan ganar. Si Naomi Watts, nominada al Oscar por Lo imposible, fuera española, nadie dudaría de su condición de favorita. Como no lo es, no está muy claro si el premio será para Maribel Verdú por Blancanieves o para Aida Folch por la película de Trueba. Como Mejor Actor, todo el mundo espera que gane José Sacristán por El muerto y ser feliz, de Javier Rebollo, película que la Academia ha ignorado olímpicamente en sus otras virtudes pero que será el vehículo ideal para premiar a un histórico del cine español, en detrimento de otro histórico del francés como Rochefort. Como Mejor Actriz de Reparto, será difícil que Ángela Molina no se lleve su primer "cabezudo" por su interpretación de la abuela de Blancanieves y que Antonio de la Torre no haga valer su doblete y se lleva la estatuilla por Invasor, arrebatándosela a Ewan McGregor por su papel de padre sufridor en el tsunami de Lo imposible. Como Intérprete Revelación, Macarena García, por Blancanieves, es la clara favorita, mientras que, como Actor, el joven británico Tom Holland no debería tener rival.
Toda lista de nominados se mide tanto por lo que dice como por lo que no dice. A pesar del gesto de audacia de nominar, y probablemente de coronar a una película muda y formalmente audaz como Blancanieves, en la categoría de Mejor Dirección Novel se deja notar con fuerza la miopía de una Academia con destellos inmovilistas que recuerdan a un "cine español" atrapado en su pasado.
Noveles y documentales
Una película como Evelyn, de Isabel de Ocampo, que no deja de apelar al cine social de viejísima escuela, se bate el cobre con Oriol Paulo por El cuerpo, mucho mejor guionista que director aunque no se le destaque en una categoría en la que su ausencia no tiene sentido. A Paco León le han caído tres nominaciones para Carmina o Revienta, entre ellas la de su madre, Carmina Barrios, como Actriz Revelación. Completan la terna el director de Tadeo Jones, Enrique Gato, y Jorge Torregrosa por la discutible Fin.Ante propuestas tan rompedoras como Diamond Flash de Carlos Vermut o El señor de Juan Cavestany, casi mitificadas por la crítica, quizá la Academia debería crear una categoría para filmes estrenados on-line, que no deja de ser cine al fin y al cabo. Tampoco el riesgo y la audacia de Animals, de Marçal Forés, o de Extraterrestre, de Nacho Vigalondo, han tenido justo reconocimiento. Más agudeza demuestra la Academia a la hora de elegir los documentales, y la batalla debería ser entre dos piezas como Los mundos sutiles, de Chapero Jackson, sobre la obra de Machado, y la introspectiva y autobiográfica Mapa, de León Siminiani. Pero es muy posible que gane Hijos de las nubes, la última colonia, retrato de la comunidad saharaui apadrinado por Javier Bardem y dirigido por Álvaro Longoria.
Hace ya bastantes años que, salvo casos aislados, el cine español ha optado por un perfil político sin estridencias en las galas de los Goya. A pesar de los éxitos, el panorama es complicado, y este año la cifra de rodajes será muy baja. Mientras, el sector discute con el ICAA una nueva (la enésima) ley del cine y la situación política vive en una tormenta perfecta. Sin embargo, lo más probable es que se opte por la ironía antes que por el ataque frontal. El productor ejecutivo, Emilio A. Pina, ya ha dicho que se busca un "espectáculo televisivo". Claro que con una situación tan explosiva, cualquiera sabe si la cosa se incendia.