Muere Sara Montiel, la española que conquistó Hollywood

Sara Montiel con Gary Cooper en una escena de Veracruz (1954), una de las tres películas que rodó en Hollywood.

La actriz y cantante Sara Montiel ha fallecido en su domicilio madrileño a los 85 años. Que no nos confundan los últimos años de su vida pública (Campo de Criptana, 1928-Madrid, 2013), más cercana a la crónica rosa y a las revistas del corazón, porque su nombre estará unido para siempre al Hollywood dorado de los años 50.

Gracias a Locura de amor (1948), donde trabajó con Aurora Bautista y Fernando Rey y realizó su primer papel de importancia, llamó la atención de la industria cinematográfica de habla hispana y se hizo un nombre en el cine mexicano de la época junto a Dolores del Río y María Félix. El salto a Hollywood fue casi instantáneo. Su primera interpretación en Estados Unidos fue de la mano de Gary Cooper en Veracruz de Robert Aldrich, donde actuaba junto a Burt Lancaster, Denise Darcel, Cesar Romero, Ernest Borgnine y un joven Charles Bronson. Jamás una artista española había sido tan popular como Sara Montiel tras el estreno de Veracruz.

Su segunda película en Estados Unidos fue Serenade, en cuyo rodaje conoció a su primer marido, Anthony Mann, el director de la cinta, así como a Elizabeth Taylor, que rodaba Gigante con James Dean en un plató cercano. En aquella época la actriz tenía su lugar asentado en Hollywood: mantuvo amistad con personalidades tan relevantes del cine internacional como Marlon Brando, James Dean o la hija de Alfred Hitchcock. Una fotografía de Sara Montiel con James Dean es la última que se conoce del mítico actor y con ella se anunció en los periódicos su muerte en accidente de tráfico en los medios de todo el mundo. Aunque tenía proyectos para realizar otras películas como The American o Burning Hills, una de ellas junto a Paul Newman, tras el estreno de Yuma de Samuel Fuller, Sara Montiel se marchó de Hollywood.

En España le esperaba uno de sus mayores éxitos cinematográficos: una película de bajo presupuesto bajo las órdenes de Juan de Orduña: El último cuplé (1957) que marcó un hito en el cine español por su recaudación, un récord que mantuvo durante años, e hizo de Sara Montiel una de las artistas más taquilleras del mundo. Tras este rodaje firmó un contrato multimillonario para realizar películas de producciones europeas (hispano-francesas-italianas) que la convirtieron en la actriz de habla española mejor pagada de la década. A El último cuplé le siguieron varias producciones de éxito con importantes galanes europeos, como La Violetera (con Raf Vallone) y Carmen la de Ronda (con Maurice Ronet).

Como cantante volvió a poner de moda el cuplé y boleros como Contigo aprendí o Bésame mucho dieron la vuelta al mundo con su voz. Pero sin duda la canción con la cual será siempre identificada es Fumando espero. La Transición y el destapé le alejaron del cine y le acercaron al musical, al teatro de variedades y a la televisión. En el año 2000 publicó sus memorias, Vivir es un placer, escritas por el dramaturgo Pedro Víllora.

Sara Montiel se ha ido con la Golden Eagle, el premio más importante del "showbussines" hollywoodiense que le entregó en 1994 su amigo Burt Lancaster; la Medalla de Oro de Castilla-La Mancha (2008) y la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo (2010). También recibió la Medalla de Oro de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España y tiene una estrella en el nuevo Paseo de la Fama de Madrid.