Enrique González Macho. Foto: Roberto Cárdenas



La noticia del cierre de Alta Films ha provocado que la industria cinematográfica amanezca con una profunda tristeza. Las reacciones de apoyo en las redes sociales no se han hecho esperar, entre pésames e indignación de distribuidoras, directores, actores y espectadores que contemplaban a la empresa de González Macho como un referente del cine digno y del apoyo a productos de calidad. "Alta es el competidor al que todos hemos imitado. No hay derecho", declara indignado Adolfo Blanco, de A contracorriente. Como compañero de profesión, la noticia es devastadora. Miguel Morales, director de distribución de Wanda Films, coincide: "Es terrible desde el punto de vista de empresa de la competencia y de amante del cine". Josetxo Moreno, de Golem, lamenta también que uno de los distribuidores de cine independiente más importantes cierre sus puertas. "No es para alegrarse. Deja un hueco muy difícil de suplir, y muchas películas ya no se van a poder traer".



La desaparición de Alta venía rumoreándose algunas semanas, pero el golpe no ha dejado de ser una sorpresa para el sector. A algunos les ha pillado totalmente desprevenidos. Manuel Gutiérrez Aragón no se había enterado hasta recibir la llamada de El Cultural. "Me estoy reponiendo. Alta ha distribuido el cine español más interesante, es una noticia mala para todos. Espero que se recupere". Nacho Vigalondo tampoco estaba al tanto, y el golpe ha sido difícil de asimilar: "Alta formaba parte del paisaje que uno asumía como inevitable. Es un batacazo. Para un cinéfilo es devastador".



González Macho ha apuntado a la falta de apoyo de la televisión pública como uno de los principales factores que han abocado a la empresa a esta situación. Enrique González Kuhn, director general de Alta Films e hijo del presidente de la Academia de cine, comenta: "Como no ocurra un milagro, sí, un milagro, en dos meses cerramos. La falta de apoyo de TVE es gravísima, porque no puede ser que una película de cine de autor jamás tenga cabida en TVE1 y siempre la lleven a la 2. Sólo se apuesta por el cine comercial de Estados Unidos. Dentro de poco lo único que habrá será Sálvame porque no habrá otra cosa. Yo dudo que la gente realmente no tenga interés en ver cine de autor, si lo programas bien estoy seguro de que se vería. Otra cosa es que no interese que se vea ese cine". El papel de las cadenas públicas es uno de los más criticados por el sector de la distribución. "Es fundamental el apoyo de estas televisiones que pagamos con el dinero de todos. Exigimos que presten atención e inviertan en el cine independiente", reclama Moreno. Morales corrobora: "TVE tiene que comprar productos independientes". Y Blanco remata: "Las televisiones públicas han decidido destinar sus recursos a que Cristiano Ronaldo siga jugando en España. El fútbol es una cuestión de Estado. El cine y la cultura no lo son".



Y por supuesto, no se puede ignorar la piratería. "Se ha demostrado que es un hecho social consentido", deplora Morales. "En España hay una aceptación por este fenómeno que no se da en ningún otro país. Por voluntad no se cambia, necesitamos una regulación que conciencie a la gente de que lo que está haciendo es ilegal". Blanco coincide: "El ciudadano se ha llegado a creer que consumir gratis un bien cultural es un derecho. Y en la gente joven esto está muy enraizado. ¿Por qué van a pagar entonces?". Gutiérrez Aragón se remite a Francia, y destaca que, para que el cine sobreviva, necesita el apoyo del público. "El cine de nuestros vecinos se sostiene porque la gente lo apoya. Y la legislación existe porque este apoyo está ahí".



Inevitablemente, surge la pregunta de la responsabilidad del Gobierno y los poderes políticos ante este panorama. ¿Son conscientes del peligro que corre la industria? "Es imposible que no lo sean", dice Vigalondo, "eso es lo que da miedo". Blanco está de acuerdo: "Empiezo a pensar que lo que hay es un interés por destruirla. Empiezo a pensar que hay maldad, porque saben lo que pasa en las televisiones públicas, y saben que el palo va siempre por el mismo lado. La gente de Cultura está preparadísima. No son idiotas. Es una situación perversa encaminada a que pensemos menos y seamos tontos". "Tenemos un ministro que considera que el cine no es cultura, sino entretenimiento", critica González Kuhn. Lo cierto es que ningún Gobierno ha tenido mucho interés, según Moreno. Por eso "iremos desapareciendo poco a poco. Todos". Porque no hay que olvidar que la cadena de cines Renoir pertenece a Alta Films, y es en estas salas donde se exhibe la mayoría de películas de las distribuidoras independientes. De momento, el cierre de estos cines no está contemplado, pero el efecto dominó podría tener consecuencias terribles.