Fotograma de 7 cajas, de Juan Carlos Maneglia y Tana Schembori.



1. El cine argentino siempre ha manejado bien el terreno de la comedia romántica verbosa. Son películas como El hijo de la novia, No sos vos soy yo, Un cuento chino, o Derecho de familia en las que el enredo se trufa con diálogos abundantes e ingeniosos. Tras su enorme éxito en la taquilla argentina, Dos más dos, de Diego Kaplan, es en este sentido "argentina" hasta la médula. Protagonizada por dos parejas de cuarentones burgueses, muy del estilo en todos los sentidos de los personajes de las películas de Cesc Gay, la película trata un tema que, como dicen en un momento del filme, parece pertenecer más a los años 70 que ahora (con perdón de Houllebecq), o sea, ese intercambio de parejas de las novelas de John Updike y que en el cine contemporáneo vimos retratado de forma soberbia en La tormenta de hielo.



Película arquetípica sobre la crisis de media edad, se trata de reflejar esos 40 años en los que uno por lo visto aun se siente joven y quiere serlo pero comienza a ver las orejas del lobo. Dos más dos tiene una virtud inapelable: al mismo tiempo que trata un argumento absolutamente previsible (sabemos que se liarán entre ellos y también que la cosa de una forma u otra desembocará en un drama) consigue si no hacernos creer que no lo hemos visto nunca, desde luego que nos lo pasemos muy bien viéndolo.





Fotograma de Dos más dos, de Diego Kaplan.



Con cuatro actores realmente sobresalientes en su registro de comedia, es fácil perderse en sus divertidos diálogos adornados de ocurrencias y consigue crear a grandes trazos personajes, si no profundos, sí perfectamente reconocibles, humanos e incluso tiernos. Tiene grandes hallazgos como esas previsiones del tiempo que anticipan lo que sucede o escenas de vodevil muy logradas como la pelea final y catártica. Una buena película y un canto a la argentinidad con muchos visos de conquistar también al público español.



2. En Paraguay, la película 7 cajas, ganadora del premio de cine en construcción y nuevos directores en el festival de San Sebastián, ha tenido más éxito en taquilla que Titanic. 7 cajas, dirigida por Juan Carlos Maneglia y Tana Schembori, es sin lugar a dudas una de las sorpresas más refrescantes del reciente cine latinoamericano. Ambientada en el mercado 4 de Asunción, que el filme convierte en un fascinante microcosmos, lo mejor es que logra al mismo tiempo crear un impactante retrato social de una ciudad tan desconocida desde uno de sus lugares más emblemáticos y al mismo tiempo no renunciar a ninguno de los placeres del buen thriller de acción. Cuenta la historia de un joven chaval al que le encargan que transporte siete cajas, un trabajo que ya percibimos siniestro pero que el joven, que sueña con ser rico y famoso algún día, no tiene más remedio que aceptar. Por supuesto, conviene no desvelar el misterioso contenido de esas cajas pero parece evidente que ese transporte va a convertirse en una trepidante peripecia por los angostos rincones de un mercado convertido en metáfora del mundo. Con ecos de películas como las brasileñas Ciudad de Dios y Tropa de Elite o la mexicana La Zona en su voluntad por realizar cine de género con una estética impactante y un timing de infarto, 7 cajas es un ejemplo radiante de cine de entretenimiento con calado emocional y humano. Una película que te deja clavado y que conviene no perderse.