Orson Wells en imágenes del documentel sobre los vascos en Around the World with Orson Wells

Los fastos por el centenario del nacimiento de Orson Welles, que se prolongarán durante todo el año 2015, tienen una primera parada en Punto de vista, el Festival Internacional de Cine Documental de Navarra, que se celebra entre el 10 y el 15 de febrero. Allí se proyectan Pays Basque I (The Basque Contries) y Pays Basque II (La Pelote Basque), dos capítulos de la serie Around the World with Orson Wells, que la BBC encargó en 1955 al autor de Ciudadano Kane. Durante el rodaje, el director se desplazó a Ciboure, en el País Vasco francés, para conocer de primera mano costumbres del lugar como la pelota o la Dantza. "Vino buscando una arcadia y lo que encontró fue un pequeño paraíso", comenta Oskar Alegría, director artístico de Punto de vista. "Descubrió un pueblo anclado en cierto pasado envidiable".



Pero Welles no fue el único que registro con una cámara los paisajes y tradiciones de esa misma esquina del planeta, la que junta a Bayona con Hendaya y Mauleón con San Juan de Pie de Puerto en un mapa que tiene el Atlántico y los Pirineos como frontera. El festival ha reunido en el ciclo Chez les Basques un gran legado documental que incluye a autores como los hermanos Lumiere, Otra Iosseliani o Louis Delluc. "Todos ellos han sido visitantes del País Vasco francés en diferentes décadas por lo que el ciclo traza con exactitud la evolución de la zona pero también del cine", apunta Alegría.



Sin embargo, el director de Sed de mal solo es un plato del sabroso menú fílmico que se puede degustar en Navarra durante esta semana. La novena edición del festival se presenta con varias novedades importantes en su organización y con una programación que pretende ahondar en las constantes que han caracterizado a la cita desde sus inicios: la celebración del cine documental como punto de encuentro y el riesgo y la búsqueda como piedra angular de su estilo. La Región Central, como se conoce a la Sección Oficial, se compone de 17 películas, seleccionadas por un comité de entre 1.237 obras procedentes de 78 países, lo que ha significado un incremento del 55% respecto al año anterior. "Se está haciendo más cine independiente y documental que nunca porque la tecnología lo está posibilitando", explica Alegría. "Es cine que se hace con una cámara pequeña y un ordenador y sobre todo con talento".



La selección final de películas a concurso trata de destacar a directores que intentan con sus propuestas ir más allá de los caminos ya transitados y que lo hacen con un claro compromiso ético. "Es muy complicado hacer la criba pero tratamos de encontrar un equilibrio", comenta el director de un festival. "Elegimos películas arriesgadas y diferentes pero no solo en la forma, también en el contenido. De hecho nos gusta que ambos aspectos apenas se distingan".



La isla como punto de encuentro

Dos secciones retrospectivas más completan el programa del Festival. La primera de ellas tiene como título Islas y parte del siguiente concepto: ¿Cómo contar una isla? Desde los inicios del género documental, directores como Robert Flaherty se han interesado por lugares remotos donde el hombre se encuentra al límite, en pequeños espacios, rodeado de agua. "Hemos conformado un archipiélago de 22 islas y saltamos de una a otra: la isla como paraíso, como refugio del artista, como prisión, como destierro…", apunta Alegría. "La isla incluso nos sirve para definirnos también como festival, aislados del panorama oficial". Directores como el mencionado Flaherty, Jean Epstein, Wener Herzog o George Perec comparecen en esta sección.



La cineasta escocesa Margareth Tait, ejemplo de independencia y libertad creativa, autora de 32 cortometrajes y un solo largo de ficción, protagoniza la retrospectiva restante. "Es la primera que se le dedica fuera de Escocia y, además, vamos a publicar un libro con sus poemas que nunca se habían traducido", explica Alegría.



Recuperando el pulso

La novena edición de Punto de vista devuelve al festival su carácter anual ya que en 2011, por dificultades presupuestarias, se optó por celebrarlo cada dos años. "A la larga esto suele ser el anuncio de una muerte", comenta Alegría. "El festival de cine tiene que tener una regularidad porque de lo contrario el resto de festivales te adelanta y los directores se olvidan de mandarte sus cintas". Punto de vista además deja de depender del difunto INAAC (Instituto Navarro de las Artes Audiovisuales) para ser gestionado por el Departamento de Cultura del gobierno de Navarra. "Parece que ya no hay vacas tan flacas pero nosotros también hemos sabido reconvertirnos. Aunque lo trascendental ha sido el gran apoyo del público en estos años difíciles", explica Alegría. En la última edición, el festival consiguió sus mejores cifras de asistencia con cerca de 8.400 espectadores.



Aparte, el festival también ha cambiado de ubicación y desde 2015 se celebrará en Baluarte. "Es una buena noticia, por la situación y la disposición", explica el director de Punto de vista. "Todo el mundo lo conoce y además no solo tiene salas de cine, también salas de conferencia, salas de exposición, oficinas... Nos permite concentrarnos en un lugar y, como coorganizadores aportan un equipo humano muy valioso".