Una imagen de Refugiados.

Refugiados, Pulseras rojas, Star-Crossed y Los misterios de Laura han asaltado la televisión norteamericana y británica con distintas estrategias. Hablamos con los creadores del proceso seguido y de la actualidad de la industria de la ficción catódica.

No es una novedad que las series españolas, y más concretamente sus formatos, traspasen nuestras fronteras para triunfar en otros países. El fenómeno se remonta a los años 80 cuando Verano Azul se convirtió en un fenómeno para angoleños, croatas, argelinos o búlgaros. De hecho, en el país balcánico se propagó durante generaciones una inesperada fiebre por las aventuras estivales de Tito, Bea, el Piraña o Quique bajo la tutela sentimental del marino varado Chanquete. Después, series como El internado, Los Serrano y Un paso adelante llegaron a públicos tan dispares como el japonés, el finlandés o el francés. Sin embargo, el espectador anglosajón se resistía a degustar las ficciones catódicas desarrolladas en nuestro país, algo que en la actualidad comienza a virar hacia un progresivo interés que se manifiesta en adaptaciones y coproducciones y en la emisión directa.



Este último caso, el de la emisión directa, es verdaderamente inusual ya que el público anglosajón por regla general rechaza los subtítulos y no tiene tradición de doblar los productos. Por ello sorprende que una serie como Gran Hotel (Bambú Producciones) haya conseguido una buena legión de espectadores en el Reino Unido, donde el canal Sky la vende como la Downtown Abbey española. Ramón Campos, el showrunner de este drama de época, protagoniza ahora un nuevo hito para las series españolas. Refugiados, su nuevo proyecto, que llegará a La Sexta en algún momento indeterminado de 2015, ha sido rodada en inglés con un reparto internacional y con la coproducción nada menos que de la BBC. "Nacho Manubens, subdirector de ficción de Atresmedia, fue quién logró involucrar a la cadena británica", explica Campos. "Desde el inicio sabíamos que el proyecto iba a tener una proyección internacional por lo que se concibió pensando ya en que se tendría que contar con actores bilingües y que iba a tener una duración de 50 minutos".



Refugiados es un prometedor thriller dramático con tintes de ciencia ficción por el que se pasean actores internacionales como Natalia Tena (Juego de tronos, Black Mirror: White Christmas) y Will Keen (Sherlock, Wolf Hall) y producto patrio como Gary Piquer (Las aventuras del Capitán Alatriste). En el proyecto la BBC es coproductora al 50 % con Atresmedia, por lo que ambas han tenido que consensuar todas las decisiones tomadas, desde el guion hasta el casting o el montaje final. También el idioma. "Aunque rodar en inglés sea más exportable a día de hoy las producciones españolas en castellano tienen un enorme potencial de venta en el extranjero, incluso en EEUU", explica Campos.



Una imagen de The Red Band Society

La primera serie española que despertó el interés al otro lado del charco fue Pulseras rojas. Esta ficción de TV3, que narra con ternura y humor la historia de un grupo de niños internados en la planta de Pediatría de un hospital a causa de diversas enfermedades, llamó la atención nada menos que del rey Midas de Hollywood. "Marta Kauffman, productora de Friends, vio la serie en alguno de los festival en los que se proyectaba. Nos pidió más capítulos y se los llevó a Steven Spielberg", explica Pau Freixas, director y productor ejecutivo de Pulseras rojas. "A éste le gustaron mucho y decidió tratar de levantar la serie en EEUU". A partir de ahí se inició un complejo proceso de negociaciones. Finalmente se llegó a un acuerdo con Filmax para la producción y la distribución de la serie, se elaboró un piloto y Marta Kauffman salió del proyecto para dejar la producción ejecutiva en manos de Margaret Nagle, que había trabajado en Boardwalk Empire. La serie fue a parar a la Fox con el nombre de The Red Band Society donde se emitió la primera temporada completa a partir del 17 de septiembre de 2014.



"Se ha acabado la época de hacer una serie para que se vea en tu propio país y, de ahí, se amortice y muera", comenta Freixas. "Es inevitable que una serie se haga desde una perspectiva local pero la narrativa tiene que tener la voluntad de funcionar universalmente". Sin embargo, la adaptación americana de la serie ha sufrido numerosas modificaciones respecto al original, sobre todo en cuanto al tono. "Optaron por un planteamiento más gamberro porque pensaban que el público americano no habría digerido bien el drama emotivo. Por eso también cambiaron a nuestro niños por adolescentes", explica Freixas. Quizá las decisiones no fueron las más acertadas porque la serie ha sido finalmente cancelada y no tendrá segunda temporada.



Una imagen de Star-Crossed

Algo similar le ha ocurrido a otra serie de producción americana pero de corazón español. Manu Sanabria llevaba cerca de un año desarrollando una serie de ciencia ficción llamada Oxígeno para una gran cadena nacional cuando, debido al alto coste del proyecto y al continuado descenso de los ingresos de publicidad, la serie fue cancelada. Sin embargo, tanto el director como la productora Isla, seguían convencidos de las posibilidades del proyecto. "Hicimos las maletas y comenzamos a mover la serie en EEUU", comenta Sanabria. "En poco más de un mes la idea estaba vendida y se empezó a tantear a la majors para que entrasen en el proyecto".



Después de meses de pruebas y cribas; la serie, renombrada como Star-Crossed, comenzó a rodar el piloto en Nueve Orleans con Meredith Averill como productora ejecutiva y ya con sus creadores españoles fuera del proyecto. La participación de CBS Television Studios y de Warner Bros Television posibilitó un presupuesto que rebasaba por mucho la totalidad de los capítulos de una temporada de cualquier serie española. "El dinero permite hacer las cosas mejor", explica Sanabria. "Disponen de más días, más medios... Además allí están los mejores guionistas, directores, técnicos... Pero después el rodaje es muy similar, con las mismas virtudes y errores". Sin embargo los medios empleados no consiguieron que la serie triunfara, ya que se canceló poco después de iniciar su emisión el 17 de febrero de 2014 en el canal The CW.



Otra adaptación norteamericana de una serie española sigue en estos momentos en emisión aunque su futuro es aún incierto. The Mysteries of Laura, protagonizada por Debra Messing, es el remake de Los misterios de Laura, serie emitida en TVE que contaba con en el papel principal con María Pujalte. "La serie captó la atención de Todd Lituchy, un productor americano afincado en Londres, en Cannes", explica Javier Holgado, guionista de la versión española junto a Carlos Vila. La serie acabó en manos de Greg Berlanti, creador y responsable de series como Cinco hermanos, Arrow o The Flash, quien la presentó a las principales cadenas: NBC, ABC y CBS. Finalmente fue la NBC quien se llevó el gato al agua.



Una imagen de The Mysteries of Laura

Al igual que ocurría con The Red Band Society, la serie sufrió evidentes modificaciones para adaptarse al gusto del público norteamericano. "A nosotros nos gustaba mucho la estructura whodonit (¿quién lo hizo?) que tenía nuestra serie", explica Holgado. "En la versión americana han optado por la fórmula del procedimental de las series al uso, como Castle o El Mentalista". Para el guionista de Los misterios de Laura el hecho de que la industria española comencé a vender series a EEUU significa que definitivamente "estamos juagando en Champions".



"Ahora las series españolas tienen identidad propia, sigue siendo productos nacionales, pero el concepto de serie española como sinónimo de baja calidad ya ha desaparecido", finaliza Holgado.

El camino a recorrer

Ramón Campos (Refugiados): "No se puede pretender que una serie que cuesta 500 mil euros por capítulo luzca de la misma manera que una que cuesta 3 millones de euros por capítulo. El tiempo es dinero y si tienes dinero puedes dedicar tiempo a rodar cada una de las secuencias. Una de las máximas en este negocio es que si algo parece caro casi con toda probabilidad será caro".



Pau Freixas (Pulseras rojas): "Hay algunos obstáculos que tienen que ver con nuestra manera de vivir. Tenemos un prime time muy largo y esto provoca que nuestras series duren entre 70 y 80 minutos. Esto complica la venta en el extranjero pero lo cierto es que los formatos se están abriendo en todos los países".



Manu Sanabria (Star-Crossed): "La situación en nuestro país es la que es. Todavía hay poco dinero, y las productoras estamos sufriendo muchísimo para intentar colocar algún producto en las pocas cadenas que producen en España. Por ello, encontrar otros mercados en los que poder vender nuestras ideas es una ayuda vital para que las productoras sigamos subsistiendo".



Javier Holgado (Los misterios de Laura): "El primer mercado al que nos dirigimos siempre es el nuestro, y aquí hay una serie de convenciones que a las cadenas les cuesta romper. El principal: que se supone que una serie de éxito tiene que llegar a todos los públicos, cubrir todos los espectros de edad. De esta forma, es difícil crear formatos originales que gusten a niños, adultos y público mayor de 65 años".