Carmelo Gómez y Alexandra Jiménez en No digas nada de Silvia Abascal
Casi dos décadas de andadura ostenta la Semana del Cortometraje, que se reflejan en la pulidez y el funcionamiento de todos los apartados que componen el festival, que funciona como una precisa maquinaria de relojería. Este éxito se debe en gran medida a su directora, Pilar García Elegido, que desde 2004 ha procurado y conseguido que el festival fuera aumentando en oferta y en relevancia: "En un principio sólo existía una muestra de cortometrajes, que a día de hoy todavía es el eje de la Semana; pero poco a poco vimos la posibilidad de crear una plataforma para que los profesionales del sector pudieran reunirse como encuentros entre productores, guionistas y directores". Pero el festival no se dirige únicamente a los profesionales del sector, sino que fundamentalmente tiene como objetivo acercar el mundo del cortometraje al público. Más de 100 cortometrajes se exhiben durante toda la semana en multitud de salas de la capital y la Comunidad de Madrid. Para acercarse al público no se cuenta únicamente con proyecciones, sino también con talleres de dirección y edición, sesiones de proyección especiales en universidades y actividades para niños. La Semana llega así a 55 municipios de toda la comunidad, acercando a los ámbitos más pequeños un espectáculo tradicionalmente limitado a Madrid capital. Esta edición de la Semana cuenta con figuras de relieve dentro del mundo de la interpretación. Belén Rueda, Carmelo Gómez o María León ponen los rostros más conocidos a un tipo de proyección donde no es habitual encontrarse con actores consagrados: "Es interesante que profesionales con muchas tablas y absolutamente consolidados dediquen su tiempo y sus energías a equipos que están empezando. Es verdad que un gran actor puede provocar que el corto genere más atención por parte del público, aunque hay de todo, pero lo realmente interesante es mezclar profesionales de distintas escalas y niveles", añade García Elegido. A pesar de todos los prejuicios que lo acompañan, el cortometraje tiene más público del que pueda parecer. "La recepción del evento es fenomenal. En el Círculo de Bellas Artes, que es la sede central del proyecto, es la actividad que más público congrega a lo largo del año. Tenemos un público fijo, pero otro que se acerca por curiosidad y va repitiendo encantado", asegura la directora. Si el público valora el género, dentro del mundo del cine no iban a ser menos: "Sabemos bien que en el corto está la cantera. Muchos directores como Daniel Sánchez Arévalo o Icíar Bollaín vienen del mundo del corto. Pero no sólo directores, muchos técnicos, muchos productores, empiezan aquí a dar sus primeros pasos, donde se generan equipos y relaciones que después trascienden al mundo del largo". La financiación del festival corre a cargo de la Comunidad de Madrid, que también subvenciona los 33 cortos que se presentan a la Muestra de Cortometrajes y otorga los premios Madrid en corto que promocionarán ocho trabajos. A pesar del crecimiento de la industria de distribución de cortos en España en los últimos años, la financiación pública es uno de los pilares que permite la existencia de una industria del cortometraje, junto con la existencia de premios y festivales con dotaciones económicas. Aunque también existen mercados internacionales "muy interesantes para los cortometrajistas, como el del Festival Internacional de Clermont-Ferrand (Francia) donde se encuentran todos los agentes mundiales que se mueven en el mundo del corto, desde programadores de festivales hasta la gente que compra derechos de televisión". Una característica ya clásica del festival es la inclusión de un país invitado que acerca lo mejor de su producción de los últimos años. Tras Hungría, Francia o Austria, este año la elección recae en Suecia. "Se han programado cinco cortos destacados de la última producción sueca. No es fácil asistir a una sesión donde te ofrezcan las perlas de la producción de un país seleccionadas expresamente", explica García Elegido. También se proyectarán unas sesiones especiales integradas por una selección de cortos participantes en el Festival de Cannes y también de proyectos latinoamericanos elegidos por los responsables de la revista digital Cortosfera. Además de cortometrajes extranjeros, la Semana rinde tributo a otros festivales nacionales como el Jameson Notodofilmfest, el más relevante en formato on-line. "Hay que destacar la labor de la gente que ha contribuido de una forma tan fuerte a que el sector del cortometraje tenga eco, dando oportunidad a muchos directores de comenzar a experimentar. El Notodo tiene el mérito del inicio de las carreras de grandes directores y esto es algo que debe destacarse este año". De cara al futuro, la Semana del Cortometraje de Madrid tiene como objetivos seguir creciendo y consolidándose poco a poco y alcanzar mayor difusión y repercusión. En cuanto al ahora, todavía quedan unos cuantos días para poder disfrutar de proyecciones, coloquios, encuentros y actividades cuyo nexo común es un mundo que por pequeño y fugaz a veces no advertimos, el del cortometraje.
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