Sidse Babett Kundsen interpreta a Irène Frachon en La doctora de Brest

Emmanuelle Bercot estrena La doctora de Brest, un filme que cuenta la lucha de una doctora francesa por prohibir un popular medicamento contra la diabetes que estaba produciendo serios problemas en los pacientes.

Pocas figuras tan cinematográficas, y de forma más específica del cine de Estados Unidos, que la del luchador solitario contra los males de la sociedad. Como un personaje de Frank Capra o la célebre Erin Brockovich de Soderbergh, la heroína de La doctora de Brest es una "mindundi" que logra poner patas arriba el sistema sanitario francés gracias a su tesón.



En la vida real se llamaba Irène Frachon y tras años de lucha logró que se reconociera que un medicamento, el Mediator, estaba provocando muertes por lesiones en las válvulas. La doctora lo tiene todo en contra: las grandes farmacéuticas, el establishment de los médicos, las publicaciones científicas, el Gobierno por supuesto y sus propios colegas. Para colmo, en una sociedad tan centralizada en su capital como la francesa, es de provincias.



Resulta nítida en todo momento la simpatía de la directora Emmanuelle Bercot por su improbable heroína encarnada por la actriz danesa Sidse Babett Knudsen en una interpretación tan enloquecida y desmadrada que uno se queda atónito. Porque lo de Babett Knudsen es un festival de mohines atronador en una suerte de representación del "buen rollo" de los cincuentones que aun están para bromas y gamberradas que recuerda a aquel abuelo "animado" de Médico de familia.



El otro problema de La doctora de Brest es que ni lo que cuenta ni el cómo lo hace resulta muy interesante. Sin duda, los 500 muertos por culpa del medicamento de marras merecen todo el respeto, pero visto desde España el escándalo resulta un tanto lejano. Y todo lo demás, que hay un contubernio entre las grandes farmacéuticas, los médicos y los dirigentes públicos de la sanidad, es relatado en la película de una manera tan pedestre y tan obvia que uno tiene la sensación de que se lo sabe de memoria desde que empieza.



@juansarda