Nicolas Winding Refn durante el rodaje de The Neon Demon. Foto: Gunther Campine

Más que una entrevista, una batalla. Nicolas Winding Refn (Copenhague, 1970) es sin duda uno de los cineastas con una personalidad estética y un mundo propio más apasionante y reconocible. En 2011 Refn ganó en Cannes el premio al mejor director con Drive, esa película de coches y tiros con Ryan Gosling que les dio la vuelta por completo a las películas de coches y tiros. Antes estuvo Pusher (1996), su debut, ambientada en los bajos fondos de Copenhague, de la que hizo dos secuelas, o Bronson (2008), en la que Tom Hardy interpreta a un violento criminal. Con su último filme, The Neon Demon, el cineasta se inmiscuye en el mundo de la moda de Los Ángeles para realizar un despiadado y apasionado retrato de un mundo tan atractivo como desconcertante en el que una joven (Elle Fanning) sueña con triunfar como modelo aunque para ello deberá luchar contra mil demonios, los suyos y los de los demás. Esta es la entrevista, tal cual.



Pregunta.- ¿Cómo se hace una película sobre algo que está vacío?

Respuesta.- ¿Qué quieres decir?



P.- ¿De qué manera afronta hablar sobre la banalidad?

R.- ¿Dónde ves ese vacío?



P.- Encuentro vacío la falta sentimientos y humanidad de ese mundo de la moda que retrata.

R.- Quizá estás mirando mal. ¿De qué crees que va la película?



P.- Sobre cómo nos confrontamos a la belleza física y al brillo superficial de las cosas.

R.- ¿Entonces qué falta?



P.- Humanidad.

R.- ¿Y eso qué significa?



P.- Compasión.

R.- ¿Y eso qué cambiaría?



P.- Al menos un poco de felicidad.

R.- ¿Y para qué quieres felicidad?



P.- ¿No es lo que queremos todos?

R.- Creo que la belleza es más compleja que todo eso. Muy poca gente obtiene la belleza y porque nunca podemos obtenerla preferimos odiarla. Quizá llamas vacío o hueco eso porque quizá el problema es tuyo y tus problemas con la belleza y lo que sientes que está bien o mal. La mitología trata sobre todo de obtener lo que parece inalcanzable. Todos sabemos que en ese viaje hay una pérdida de humanidad para obtener un propósito más elevado. En ese viaje también hay una gran compasión, solo que quizá una compasión diferente a aquella a la que estamos acostumbrados.



 




P.- Tengamos un momento normal. ¿Cuál era su interés en el mundo de la moda?

R.- No tengo ningún interés en el mundo de la moda. Lo que yo quería era hacer una película sobre la belleza, no sobre la moda. Pero es un gran escenario para hablar sobre ello porque es un lugar en el que la belleza está en el centro y nuestras actitudes respecto a ello quedan reflejadas de una manera más clara.



P.- ¿Tememos a la belleza porque nos ofrece un espejo en el que vemos revelados nuestros defectos y nuestros complejos?

R.- Muchas veces creo que tiene algo que ver con eso. Si miras a la mitología parece que hay una diferencia en eso entre hombres y mujeres, porque los hombres son descritos como fuertes y las mujeres como bellas. Pero hoy la masculinidad ha cambiado. En realidad se trata de caminos para ganar poder. Pero la belleza es algo con lo que naces y eso crea un sistema de clases. En un mundo democrático como el de hoy vemos cómo la belleza se ha convertido en un factor de poder dominante.



P.- ¿Por qué la belleza de la protagonista es tan subversiva?

R.- Vemos distintos tipos de belleza. Vemos una belleza más artificial y trabajada de las supermodelos pero también vemos la belleza de la protagonista, que es una belleza en bruto, virginal. Y esa belleza natural crea recelos en las demás. Lo más curioso del mundo en el que vivimos es que la obsesión por la belleza siempre va a más. Y con la revolución digital se han creado nuevas oportunidades que han hecho que el paradigma de la belleza sea cada vez más joven, con lo cual ha comenzado a retroalimentarse.



P.- ¿Diría que sus películas son bellas?

R.- Esa decisión la deben tomar los expertos como tú.



P.- Siempre ha habido una conexión entre la belleza y el terror. ¿Quería establecer ese paralelismo?

R.- Quizá simplemente estamos celosos por no tener esa belleza. Cuando la belleza se convierte en una búsqueda, se hace consciente, se acerca a la locura y esa locura es terrorífica.



P.- Aunque pueda parecer una película muy complicada, en el fondo cuenta una historia tradicional y universal: la chicas de provincias que llegan a la gran ciudad para triunfar.

R.- Tiene el mismo ADN que una historia de hadas. Una historia siempre tiene que ser tan simple como puedas hacerla.



P.- ¿Esta película puede ser vista como una metáfora o un símbolo de algo?

R.- Esa elección es tuya. No veo mis películas de esta manera, simplemente hago la película que quiero hacer. Diría lo mismo que uno de los personajes: "Fuck off" ["Que se jodan"].



P.- ¿Por qué la película sucede en Los Ángeles?

R.- Lo que es interesante de Hollywood es que toda forma de entretenimiento lleva hacia allí. Es un poco como el Mago de Oz. Y de Hollywood se transmite al resto del mundo. En realidad el mundo de la moda está en París y Nueva York pero no me interesaba eso porque ya hay muchas películas y series de televisión que reflejan ese mundo. Hollywood sigue siendo sinónimo de ilusión y de fantasía. No hay nada autobiográfico, son cosas que he observado.



P.- Como en Drive, vemos un gran trabajo con la luz de Los Ángeles, que es una luz muy particular.

R.- Hay un resplandor que se parece al neón sin ser neón.



P.- Después de Drive ha vuelto a trabajar en la banda sonora con Cliff Martinez. ¿De qué forma se desarrolla esa colaboración?

R.- Comenzamos a trabajar desde la fase de guión. Hablamos mucho de lo que la música aportará a la película. Es un proceso de colaboración absoluta.



@juansarda