Lee Unkrich durante su visita a Madrid para promocionar Coco
El director estadounidense Lee Unkrich, ganador de un Oscar por Toy Story 3, presenta Coco, una nueva demostración de originalidad y sofisticación de Pixar que se estrena este viernes en España. La película, ambientada en México, cuestiona el ideal supremo en la sociedad actual: el éxito.
"Cuando terminé Toy Story 3 no tenía claro qué proyecto abordar a continuación", explica Unkrich a El Cultural. "Barajé varias ideas y una de ellas se centraba en la festividad mexicana del Día de Muertos, que siempre me ha fascinado. Empecé a leer sobre el tema y me di cuenta de que esta tradición realmente no trata sobre la muerte sino que pone en valor las relaciones familiares. De alguna manera genera las condiciones adecuadas para que las historias y vivencias de los antepasados se transmitan de generación en generación de una manera alegre y positiva. Esto nos ofrecía ese componente emocional indispensable para las historias que contamos en Pixar".
De esta manera se puso en marcha Coco, una nueva demostración de originalidad y sofisticación de la casa del flexo que llega este viernes a las salas españolas y que ha roto todos los récords de taquilla en México tras su estreno el pasado 27 de octubre. La historia se centra en Miguel, un joven cuyo sueño es seguir los pasos de Ernesto de la Cruz, el músico más famoso de la historia de México. Pero su familia tiene prohibida la música en casa por una imposición transmitida de generación en generación y que la Abuelita sigue aplicando con mano de hierro. El comportamiento impulsivo de Miguel hará que una extraña maldición recaiga sobre sus hombros en el Día de Muertos, lo que provoca que viaje al colorido y extravagante mundo de los no vivos, donde le esperan aventuras y sorpresas.
Pregunta.- ¿No le daba reparo abordar el folclore de otro país, teniendo en cuenta lo susceptible que puede ser el público hoy en día?
Respuesta.- Sí, este tema me preocupaba desde el primer momento y nos hizo estar muy alerta en todo el proceso. Yo no soy latino y por eso sabía que tenía que tratar el material con todo el respeto del mundo, pero también con autenticidad. Viajamos por todo México y estuvimos conviviendo con familias para aprender lo máximo posible de su cultura. Además, teníamos asesores que nos instruyeron y buena parte del equipo técnico de la película tenía raíces latinas y contribuyó aportando sus vivencias.
P.- Desde un punto de vista visual, ¿cuáles fueron los referentes en el momento de crear primero la localidad de Santa Cecilia y después la Tierra de los Muertos?
R.- En México visitamos muchos pueblos pequeños y había uno en el estado de Michoacán, Santa Fe de la Laguna, que fue una gran inspiración para mí porque tenía una energía muy concreta y el tamaño exacto. Encajaba perfectamente con cómo imaginaba que sería Santa Cecilia. Pero crear la Tierra de los Muertos era diferente porque, obviamente, no puedes documentarte ni visitarla. Teníamos que hacer volar la imaginación, pero con cierto cuidado. No quería que fuera un mundo fantástico demasiado alocado sino que tuviera algo muy mexicano y familiar. Por eso tomamos como referencia Guanajuato, una ciudad incrustada en un valle y repleta de edificios muy coloridos. Pero fue una referencia entre muchas otras.
P.- La tradición y el arte mexicano también ayudan a configurar esa Tierra de los Muertos.
R.- Sí, y de diferentes maneras. Por ejemplo incluimos a Frida Khalo en la película y todas las secuencias en las que aparece están muy influidas por su arte. Pero una cosa que nos interesaba mucho era representar todas las capas de la historia mexicana desde los aztecas hasta la actualidad. El origen del Día de Muertos se remonta a la tradición indígena.
Miguel, junto a Ernesto de la Cruz (en el medio, de blanco) en Coco
P.- ¿De qué manera afectó a la producción de la película la aparición de Donald Trump en la política estadounidense y su idea de levantar muros en la frontera con México y deportar inmigrantes?R.- Empezamos la película hace seis años y no podíamos prever entonces quién sería hoy el presidente de Estados Unidos. En cualquier caso las ideas de Trump no nos influyeron de ninguna manera, no hemos cambiado nada. Desde el principio queríamos hacer una película atemporal que pudiera sobrevivir al clima político y social actual, que espero que sea un simple paréntesis. Son tiempos complicados y desde muchos lugares nos bombardean con datos negativos sobre México, y se representa a su pueblo de forma injusta. Por eso nos sentimos muy agradecidos de poder contar un México diferente y representar la belleza de su cultura.
P.- Coco es un personaje muy especial, que desprende una gran humanidad. ¿Cree que han dado un paso adelante técnicamente en este sentido?
R.- Coco es pequeñita, enjuta y muy lenta en sus movimientos… Los animadores se tomaron su tiempo para que todos esos gestos sutiles hicieran que el personaje cobrara vida. Técnicamente era un reto por todas las arrugas que tiene en su rostro de casi un siglo de vida. Pero no solo queríamos que su imagen fuera realista, era necesaria cierta idealización. Era un reto que los animadores han llevado a cabo con éxito, imprimiéndole una gran belleza.
P.- Todas las mujeres de la película tienen un carácter muy fuerte…
R.- La sociedad mexicana es muy matriarcal. Es algo de lo que nos dimos cuenta cuando estábamos investigando. Las mujeres mexicanas llevan la casa, el negocio y son una parte importante del tejido social. Además yo soy hijo único y mis padres se divorciaron cuando era pequeño, por lo que me criaron mi madre, mis tías, mi abuela… Para mí es muy familiar un mundo en el que las mujeres mandan y son fuertes. También Darla K. Anderson, la productora de la película, es una mujer muy fuerte por lo que todo quedó muy natural.
P.- ¿Qué pesa más en el éxito de Pixar: la calidad técnica o las historias?
R.- Puedes utilizar las técnicas más espectaculares del mundo, pero si no están al servicio de la historia no valen nada. Normalmente estamos en torno al 50 % del tiempo que lleva hacer una película trabajando en el guión. Después es importante que la animación sea bonita y única, pero incluso los técnicos más experimentados saben que su trabajo es irrelevante si la historia no interesa. No nos conformamos con que la idea inicial sea inteligente, hábil o visualmente espectacular. Lo más importante es que llegue al corazón.
@JavierYusteTosi