Image: ¿Está rodado con un móvil?

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Cine

¿Está rodado con un móvil?

30 marzo, 2018 02:00

Imagen de Time to Pay Off Debts (2016), de Conrad Mess

El rodaje de cine mediante smartphones facilita la realización de películas a talentos emergentes e, incluso, puede utilizarse como una narrativa propia. Se trata de una técnica que se ha asomado al reconocimiento internacional en filmes como Tangerine (Sean Baker, 2015), aunque, todavía, no cuenta con prestigio en nuestro país. Y ello a pesar de que uno de los cineastas más distinguidos en este campo es el español Conrad Mess. Él y otros creadores nacionales con experiencia en esta forma de grabación nos explican su papel democratizador y su situación en el vasto mundo del séptimo arte.

Desde los inicios del cine hasta la actualidad, la forma de consumir películas ha evolucionado para hacerse más portátil y accesible. Así, hoy en día, las pantallas caben en un bolsillo, sin que por ello encoja la magia. El auge de los smartphones y de las plataformas de emisión de contenidos en streaming ha permitido que se pueda disfrutar del séptimo arte cómo y dónde se quiera con gran calidad.

Esta (r)evolución no solo se ha producido del lado de la pantalla en el que está el espectador, sino que, detrás de ella, hay creadores que utilizan las nuevas tecnologías, como son los smartphones, para rodar cortometrajes y películas que no pasan desapercibidos. Ejemplo de ello es el éxito de los largometrajes Tangerine (2015), de Sean Baker, o Unsane, de Steven Soderbergh, ambos rodados con iPhones. IndieWire recogió unas declaraciones de Soderbergh, durante la presentación de la película en el Festival de Berlín, en las que aseguraba que esta técnica "es el futuro".

Sin embargo, no hace falta mirar hacia Estados Unidos para encontrar ejemplos de cineastas con experiencia en este campo. De hecho, uno de los más reconocidos es el español Conrad Mess, quien conquistó el galardón Best Global iPhone Filmmaker, otorgado en el International Mobile Film Festival de 2016. Todo un logro si se tiene en cuenta que carece de formación en cine, lo que, precisamente, le llevó a utilizar teléfonos inteligentes para grabar sus cortometrajes.

Mess, que desde que en 2011 grabase su cortometraje The Fixer con un iPhone lleva probando las posibilidades de estos dispositivos para el cine, destaca "la inmediatez, versatilidad y facilidad de uso" de los smartphones, pero, sobre todo, lo asequibles que son, ya que "todo el mundo tiene un teléfono en el bolsillo". La mencionada economicidad de esta técnica fue lo que llevó al director Benja de la Rosa a utilizarla para rodar su primera película, La sexta alumna (2016), producida por él mismo. "Todo es más manejable, menos pesado, el rodaje se hace más ágil y se abre a bastantes posibilidades, sobre todo a la improvisación con los actores, que es algo que a mí me fascina", explica.

Limitaciones que son ventajas

Desde un punto de vista artístico, rodar con un teléfono inteligente puede aportar "un hiperrealismo difícil de conseguir con cámaras convencionales", indican los fundadores de la productora Geofilms Entertainment, el director Alfonso García y el guionista Vincent Blonde. Para ellos, "las limitaciones de los smartphones pueden llegar a ser una ventaja según el tono y el estilo de la historia, incluyendo el ruido y los fallos". Esta concepción es la que les ha llevado a utilizar, bajo una atmósfera propia, la narrativa móvil, que "se ha convertido en un género en sí mismo", en su iniciativa Phone Footage Project, una antología de cortometrajes de terror y ciencia ficción en la que el punto de partida es una videollamada.

Una de las obras producidas por este dúo, iMedium (2016), obtuvo el segundo premio en la edición de 2017 del Festival Internacional de Cine con Smartphone Cinephone, un proyecto pionero que se inició en 2012 en España, indica uno de sus actuales directores, José L. Martín. Para él, la utilización que hacen García y Blonde del teléfono inteligente como recurso directo de la historia "no es la norma" en el cine rodado con esta técnica. "Ha habido ocasiones en que algunos de los cortometrajes presentados en Cinephone se han rodado tan perfectamente, en todos los aspectos, que hemos tenido serias dudas de que estuvieran rodados con un Smartphone, lo cual quiere decir que no es un cine encasillado por el dispositivo con el que se graba", argumenta.

La sexta alumna (2016), de Benja de la Rosa

Martín señala que, al principio, este cine "era visto con escepticismo por la gran industria debido a sus carencias respecto al cine convencional". Un rechazo que Mess también ha vivido, y es que, en sus comienzos, escuchaba que "hacer cine con móvil no era hacer cine" y que aquellos que no lo hubiesen estudiado no tenían derecho a producirlo. "En la actualidad, cada vez hay más aceptación en la industria", relatan García y Blonde. "Nuestros cortos han participado en todo tipo de festivales, y no siempre incluían el móvil como sección".

Una apertura que se lidera desde fuera de España. "En el extranjero, este tipo de cine está mejor valorado que en nuestro país", apunta el codirector del Cinephone, José L. Martín. Ejemplo de ello es el mayor atractivo que despierta el trabajo de Mess a nivel internacional, sobre todo, en Estados Unidos: "Supongo que será porque lo que hago se aleja del arquetípico proyecto español y se asemeja más al norteamericano". "Aquí, lo que es la profesión, creo que no me entendió, o no quisieron entenderme", asegura De la Rosa. "Se lo tomaron como una especie de oportunismo y no supieron ver que el Smartphone es una herramienta perfecta si tienes necesidad de contar historias, pero no tienes dinero o nadie que te respalde", explica De la Rosa.

El smartphone democratizador

La democratización de la producción de cine, a la que lleva el que se pueda grabar con un dispositivo utilizado de forma masiva y cotidiana, es positiva para Mess, ya que facilita el descubrimiento de "genios por ahí escondidos que, de otra manera, nunca saldrían a la luz", aunque, a la vez, aumenta las posibilidades de que se creen productos de menor calidad.

Este director recuerda que el famoso cineasta Christopher Nolan comenzó, cuando era muy joven, a grabar con una cámara de Super-8: "No todo el mundo tenía acceso a una cámara hace 40 años, imagínate cuantos Nolan podremos tener dentro de 20 o 30 años si hoy todos los niños pueden grabar videos con sus móviles". Martín también habla de las oportunidades que brinda esta apertura del rodaje de cine para descubrir nuevos talentos que, de otra forma, seguramente quedarían en la sombra. "Como en todas partes, incluso en el cine convencional, en este tipo de cine se ven verdaderas obras maestras y trabajos peores", subraya.

Que esta facilidad para rodar obras se traduzca en un aumento de productos peores "dependerá siempre de la calidad de las historias y de tener muy presente la visión" con la que se graba lo que se quiere contar, destacan García y Blonde. "No es tan importante el formato sino lo que quieres contar", subraya Mess en referencia a que una obra no será mejor o peor por el dispositivo con el que se ruede. Además, este cineasta considera que se ha desvirtuado el impulso que ofrece esta técnica para cineastas sin recursos: "Hoy en día, vemos a directores consagrados, con acceso a presupuestos millonarios, que se auto imponen un downgrade (bajar de grado) y ruedan con móvil por el impacto mediático que eso produce".

"El futuro es ahora"

iMedium (2016), de Alfonso García

Con la mayor accesibilidad y el continuo aumento de la calidad de grabación que brindan las nuevas tecnologías, cabe preguntarse si el rodaje mediante smartphones acabará por sustituir al que utiliza las cámaras convencionales en los estudios de cine a nivel general. Martín es conciso: "No sustituirá, ni lo pretende, a las cámaras 'normales', porque lo que estas permiten grabar, siempre, estará por encima de un Smartphone, por ejemplo, por el simple hecho del tamaño de su sensor, mucho más grande". De la Rosa no le ve mucho futuro a esta técnica en España por los prejuicios que considera que existen hacia ella, aunque, quizá, estos desaparezcan cuando "un par de los cineastas que se consideran 'prestigiosos'" la utilicen, o "un joven dé un pelotazo y le siga su generación".

Más que en hablar del porvenir del rodaje con Smartphone, los fundadores de Geofilms Entertainment se centran en sus posibilidades actuales: "El futuro es ahora, cada día se graban miles de historias y se suben a Youtube, ahí es donde se tiene que consumir esta técnica. Lo grabas, lo subes y lo estrenas". Por su parte, Mess advierte sobre el posible aislamiento venidero de esta forma de filmar: "Si la gente con medios se mete a utilizar el móvil para conseguir publicidad gratuita, relegando a las personas sin medios a ser ninguneados porque la atención se la llevan las consagradas, este movimiento puede verse relegado al ostracismo, porque no cumplirá con su función primordial, democratizar el cine, hacérselo llegar a todo el mundo", puntualiza.

@sergi02