¿Qué misterio esconde el cuadro Las Meninas de Velázquez? Esta pregunta ha obsesionado durante siglos a artistas, historiadores del arte y aficionados de todo el mundo, que no han parado de producir y elaborar teorías e hipótesis de lo más variopintas al respecto. ¿Por qué está el pintor en el cuadro? ¿Quién aparece reflejado en el espejo que hay en el fondo de la sala? ¿Qué significado tienen las pinturas que hay colgadas? ¿Quién es el hombre que aparece encuadrado en la puerta? Todo un espectro de posibilidades se abre a la hora de contemplar la famosa obra de Velázquez, desde visiones heterodoxas como la del libro La magia de Las Meninas, de Ángel del Campo, que encontraba horóscopos, constelaciones y mensajes ocultos en su composición, a posturas menos glamurosas como la de la historiadora del arte Svetlna Alpers, que opina que no hay que buscarle tres pies al gato.
Ahora, el documental El cuadro, dirigido por Andrés Sanz, que llega a las pantallas este viernes, revisita el misterio de la mano de especialistas en la materia como el historiador estadounidense Jonathan Brown; los conservadores del Prado Manuela Mena, Javier Portús y Matías Díaz Padrón; el académico Félix de Azúa, el crítico Francisco Calvo Serraller, recientemente fallecido; los expertos del Metropolitan Keith Christiansen y Michael Gallagher, o el pintor Antonio López, entre otros muchos.
El escenario de un crimen
Lejos del típico y acartonado documental de los canales de arte, con su presentador famoso y recreaciones históricas de dudoso gusto, Sanz plantea la película como la resolución de un crimen a partir de la declaración de los testigos (¿o serán más bien cómplices?) en una sala de interrogatorios. “La idea era plantear un juego metacinematográfico y teatral, donde los especialistas, los ‘testigos’, aparecen en una sala de interrogatorios con el fin de esclarecer un crimen”, explica Sanz. “¿Cuál? El cuadro, por supuesto. El lugar del crimen sería la habitación y el criminal tendría que ser revelado al final ¿Es el pintor? ¿El rey? ¿El espectador?”.
Este particular Cluedo está plagado de vías muertas, pistas falsas y teorías enfrentadas, como escenifican Manuela Mena y Jonathan Brown en el documental. Algunos piensan que el cuadro guarda un mensaje dinástico que situaba a la infanta Margarita, supuesta protagonista de la escena, como primogénita de la corona. Otros hablan de un mensaje de autoafirmación del propio Velázquez al pintarse en el cuadro. En cualquier caso, no parece razonable pensar que Velázquez retara de alguna manera a Felipe IV, que tenía la obra en uno de los sitios principales de sus aposentos para contemplarla todos los días. También hay posturas más metafísicas que se preguntan a quién retrata Velázquez si está mirando al espectador o que hablan de la obra como un antecedente de la fotografía que congela un momento casi casual.
El cuadro es, por tanto, interminable y el documental de Sanz consigue mantener nuestra atención con diversas estrategias. Una de ellas es la utilización de una serie de secuencias animadas mediante stop- motion. “Un documental que trate sobre un acontecimiento previo a la invención de la fotografía o el cine está limitado a mostrar solo pinturas, dibujos y grabados como fuentes visuales a no ser que utilice recreaciones con actores”, explica Sanz.” Y esas escenas con disfraces me resultan a veces un poco burdas y con el tiempo te arriesgas a que den risa. Por eso me planteé dar un paso más allá: ¿por qué no utilizar maquetas y muñecos en vez de actores y decorados? Las miniaturas se acercan conceptualmente al mundo artesanal de la pintura y de las escenas pintadas en los cuadros. El muñeco, el puppet, es un elemento menos intrusivo que un actor real. El espectador se ve menos forzado a creer que mi Velázquez se tenga que parecer al real porque lo que está viendo es solo un muñeco, un juego, un simulacro”.
En cualquier caso, quizá la clave del magnetismo del cuadro no esté en sus posibles lecturas sino en las pinceladas de Velazquez. Como dice Antonio López, “Velázquez tiene algo que es lo bien que pinta. Las formas van hasta donde tienen que ir. Las cosas van creciendo como un árbol y todo va teniendo una vida propia muy hermosa. Las Meninas da la sensación de que está hecha sin gran esfuerzo”.